Información y Opinión

La redistribución de la riqueza que hacen los políticos es una falacia bastarda



Los políticos dicen que redistribuyen la riqueza de la nación, pero únicamente se la reparten entre ellos y sus amigos y aliados. Prueba de ello es que los ricos en España son cada día más ricos y los pobres más pobres.

Los políticos suelen ser una masa amorfa de corruptos, sinvergüenzas y parásitos que no tienen ni autoridad moral ni altura para realizar lo que ellos llaman pomposamente “redistribución de la riqueza”.

Lo que hacen es un simple reparto del botín robado, del que ellos, sus partidos y clientelas suelen llevarse la parte del león.
—-



Antiguo cuadro de denuncia del robo de los socialistas en España. Hoy son más años y muchos más robos que los denunciados en la imagen
El gobierno de Pedro Sánchez perdonará 1.024 millones de euros de deuda a la Generalitat de Cataluña si respalda los Presupuestos de 2022. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ofreció perdonar 3.900 millones a las comunidades autónomas en el presupuesto de 022, de los cuales la mayor parte corresponde a Cataluña. Se trata de otra cacicada indecente del gobierno de Sánchez, de esas que realiza para mantenerse en el poder y que disfraza como "redistribución de la riqueza".

La distribución de la riqueza de la que tanto presume la izquierda en el poder es una falacia que sólo existe en la propaganda. Con los socialistas en el poder, la riqueza en España se concentra más cada año y la sociedad se divide en dos grupos: ricos y pobres, cada día más alejados el uno del otro, lo que significa que los ricos son cada día más ricos y los pobres más pobres.

En el capítulo de la "redistribución de la riqueza" el gobierno de Sánchez incluye los impuestos que cobra, los mas desproporcionados e injustos de Europa, entre ellos el de Sucesiones, el que roba las herencias de los ciudadanos, que puede alcanzar en algunas autonomías el 81 por ciento de lo heredado, y el del patrimonio, suprimido en casi la totalidad del mundo por injusto y por robar al ciudadano lo que ha logrado ahorrar después de haber pagado honradamente sus impuestos.

Si el destino de ese saqueo sistemático al ciudadano fuera un gobierno honrado y decente, quizás podría justificarse en parte la captación brutal de dinero que hace el Estado, pero cuando los que reciben y distribuyen esa riqueza son corruptos e inmorales, sólo cabe hablar de robo y rapiña.

El grueso del dinero que obtienen los gobiernos corruptos de España es para financiar sus privilegios, que son los mayores de toda Europa. España es el país del mundo con más aforados, coches oficiales, pensiones vitalicias, privilegios y lujos para la clase política. El resto se destina a financiar la propaganda, a comprar medios de comunicación, voluntades, poder y votos, mientras lo que queda va para mantener funcionando, sin mejoras visibles, la sanidad, la educación y los servicios varios que el Estado tiene el deber de garantizar.

No hay apenas dinero para arreglar carreteras, para limpiar los ríos y los pantanos, para mejorar las infraestructuras o para hacer viviendas sociales. La codicia casi infinita de los políticos en el poder impide que la sociedad mejore y avance. Esa es la verdad sobre la falsa "redistribución de la riqueza", uno de as banderas de la izquierda más falsas y estafadoras.

El hundimiento de las izquierdas en el mundo y, sobre todo, la casi desaparición del socialismo en muchos países se debe, sobre todo a que los ciudadanos han descubierto que los mitos clásicos de la izquierda, entre los que destaca la presunta redistribución de la riqueza, eran mentira.

La mejor forma de redistribuir la riqueza en el mundo es mediante la educación, formando a ciudadanos preparados y capaces de pensar, y con el trabajo garantizado, dos bienes escasos en España, donde somos líderes en baja calidad de la enseñanza y en desempleo.

Más claro el agua.

Francisco Rubiales

- -
Jueves, 7 de Julio 2022
Artículo leído 1386 veces

También en esta sección: