Aquellos que defienden la teoría de que lo que está ocurriendo en Cataluña es un "golpe de Estado" gradual y televisado en directo, propugnan, para atajarlo, aplicar sin paliativos y de manera radical las recetas que establece la Constitución, que responden a la obligación de defender la nación ante situaciones de emergencia y peligro extremo.
Los partidarios de las medidas drásticas opinan que el hecho de que el desafío catalán no sólo ponga en peligro la unidad de España, sino que también abra las puertas a otros procesos de secesión y genere indignación ciudadana, rechazo a los políticos y una pavorosa sensación de que la ley, en este país, se le aplica sin piedad a los débiles y desamparados, pero no a los poderosos, ni siquiera cuando violan la Constitución, que es la ley de leyes, aconseja una reacción firme contra los que pretenden romper España e infectarla de odio y violencia.
Estas son las medidas que empiezan a circular por Internet:
1. Clausura definitiva del parlamento catalán.
2. Suspensión definitiva ("de empleo, sueldo" y de todo privilegio) a todos los parlamentarios.
3. Disolución de toda la estructura de la Generalidad y asunción por parte del gobierno español de todas sus funciones.
4. Suprimir todas las competencias de la Generalidad (sanidad, educación, justicia, cuerpos y fuerzas de seguridad...) y asunción por el gobierno de España.
5. Exigencia a todos los funcionarios públicos de acatamiento de la legalidad so pena de destitución fulminante.
6. Declarar toda actitud separatista como fuera de la ley (como ocurre con el nazismo en Alemania).
7. Aplicar la ley con toda contundencia ante cualquier alteración del orden público de apoyo al separatismo, sin contemplaciones.
8. Cerrar la sede de cualquier partido político que manifieste la más mínima condescendencia con el separatismo.
9. Clausurar todas las "embajadas" catalanas y trasladar sus funciones a las embajadas españolas.
10. Aplicar todas estas normas a todos los ayuntamientos de la región.
Los partidarios de las medidas drásticas opinan que el hecho de que el desafío catalán no sólo ponga en peligro la unidad de España, sino que también abra las puertas a otros procesos de secesión y genere indignación ciudadana, rechazo a los políticos y una pavorosa sensación de que la ley, en este país, se le aplica sin piedad a los débiles y desamparados, pero no a los poderosos, ni siquiera cuando violan la Constitución, que es la ley de leyes, aconseja una reacción firme contra los que pretenden romper España e infectarla de odio y violencia.
Estas son las medidas que empiezan a circular por Internet:
1. Clausura definitiva del parlamento catalán.
2. Suspensión definitiva ("de empleo, sueldo" y de todo privilegio) a todos los parlamentarios.
3. Disolución de toda la estructura de la Generalidad y asunción por parte del gobierno español de todas sus funciones.
4. Suprimir todas las competencias de la Generalidad (sanidad, educación, justicia, cuerpos y fuerzas de seguridad...) y asunción por el gobierno de España.
5. Exigencia a todos los funcionarios públicos de acatamiento de la legalidad so pena de destitución fulminante.
6. Declarar toda actitud separatista como fuera de la ley (como ocurre con el nazismo en Alemania).
7. Aplicar la ley con toda contundencia ante cualquier alteración del orden público de apoyo al separatismo, sin contemplaciones.
8. Cerrar la sede de cualquier partido político que manifieste la más mínima condescendencia con el separatismo.
9. Clausurar todas las "embajadas" catalanas y trasladar sus funciones a las embajadas españolas.
10. Aplicar todas estas normas a todos los ayuntamientos de la región.