Información y Opinión

La 'prueba del algodón' para los partidos políticos





La comunidad científica asume que hay un test infalible, que funciona a la perfección y que sirve para averiguar si un partido político determinado tiene ideología o no, si se mueve motivado por principios y valores o simplemente se ha transformado, tal vez sin saberlo ni admitirlo, en una máquina desideologizada, acaparadora de poder, privilegios y ventajas.

Según autores como Chomnky, Morin, Sartori y otros, para aplicar esa infalible "prueba del algodón", bastaría observar con quien pactan los partidos, con qué otros partidos se alian y si esas alianzas y pactos se hacen en base a principios o simplemente para acceder a la gran tarta del poder y repartírsela.

Al aplicar en España esa "prueba" política, el partido que desempeña actualmente el gobierno, el PSOE, sale realmente mal parado. Los politólogos, observadores y analistas políticos no dejan de sorprenderse ante la facilidad con que el PSOE se alía y pacta con partidos que se mueven claramente en otros ámbitos ideológicos y que hasta defienden concepciones distintas del Estado y de la sociedad.

En la entrevista que el diario "El Mundo" publicó los días 16 y 17 de abril con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se aprecia claramente la tesis de que esas alianzas y compromisos del gobierno socialista con partidos políticos, no sólo distintos sino también ideológicamente opuestos, no impiden al PSOE desarrollar sus programas y ser fiel a su ideología.

Sin embargo, las alianzas, algunas "contra natura", del PSOE con partidos nacionalistas extremos, independentistas y hasta con indisimulables inspiraciones marxistas, como pueden ser Izquierda Unida, Erquerra Republicana de Cataluña y, más recientemente, con el Bloque Nacionalista Gallego y con el nacionalismo vasco más visceral, sólo pueden reflejar que a los socialistas españoles, en este momento de su historia, les interesa, por encima de cualquier otro valor, la conquista y ejercicio del poder político.

Sólo así se explica el sorprendente hecho de que un partido como el PSOE, que siempre ha poseido y posee una concepción unitaria de España como Estado y que cree en los principios y valores democráticos sea capaz de pactar y compartir poder, gobierno y programas con partidos que expresan claramente su intención de dinamitar el Estado Español y que reflejen escaso respeto por los principios básicos de la democracia real.

Franky  
Jueves, 20 de Abril 2006
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