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La paradoja española: ¿qué partido aporta solidaridad?





Aunque cada día resulta más difícil distinguir a la izquierda de la derecha, porque ambas partes del espectro político practican con idéntico fervor el populismo, el engaño y el culto ciego al voto y al poder, hasta ahora resultaba evidente que dos valores que seguían vinculados a la izquierda, al menos en teoría, eran la igualdad y la solidaridad.

Pero en esta España insólita, tierra de contrastes, paradojas y contradicciones, esa vinculación de la izquierda con lo igualitario y lo solidario también ha saltado por los aires, inaugurandose un cuadro que, probablemente es inédito en el mundo democrático: la derecha defendiendo la redistribución de la riqueza (que beneficia sobre todo a Andalucía y Extremadura) y el PSOE propiciando políticas y aprobando estatutos que benefician al rico frente al pobre (que a su vez vota a los que les perjudican).

Los acontecimientos demuestran que la paradoja española es una realidad: la política del socialismo gobernante ante la crisis parece diseñada para que sean los pequeños empresarios, los pobres y las clases medias las que financien el drama con toda su crudeza, mientras que los ricos, los grandes empresarios y, sobre todo, los banqueros, reciben la protección del Estado en forma de inyecciones de dinero público. El otro gran monumento a la insolidaridad y la desigualdad es el Estatuto de Cataluña, propiciado por los socialistas, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente, Gracias a ese estatuto, Cataluña ha dejado de sufragar el PER y de pagar los distintos fondos solidarios que compensan a las autonomías más pobres de España. Cualquiera que adquiera un producto catalán, debe ser consciente de que los impuestos que paga y las plusvalías que genera contribuyen, exclusivamente, a enriquecer a la ya rica Cataluña.

El resto de las regiones, sobre todo Madrid y Valencia, autonomías prósperas y de más rápido crecimientos, gobernadas por la derecha, asumen la carga de compensar a regiones atrasadas como Andalucía y Extremadura, gobernadas por el PSOE.

Por fortuna para los más atrasados, esa regiones no cuentan, por ahora, con estatutos egoístas e insolidarios como el catalán.

Cosas veredes Sancho amigo. España es toda una paradoja alucinante. En España, a juzgar por la esquizofrenia política y el liderazgo insensato, tiene más sentido dividir la sociedad no en derecha e izquierda, sino en una parte totalitaria y otra escasamente democrática.

Así quedan más claras y evidentes las fronteras, las traiciones y las miserias.


   
Miércoles, 17 de Diciembre 2008
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