Información y Opinión

La pandilla de las fechorías, al servicio de Sánchez



Las pandillas corruptas que se apoderan de los estados destrozan a las naciones, fechoría tras fechoría. El líder inmoral está rodeado de rufianes. Ha ocurrido siempre, desde el principio de los tiempos.

La última burrada anticonstitucional perpetrada por el sanchismo ha sido violar la Constitución, incumpliendo el mandato del Senado que obliga a debatir y votar de nuevo la indecente ley que deja en libertad a los asesinos de ETA. El PSOE, que domina la Mesa del Congreso, ha decidido no debatirla y la ha enviado directamente al BOE, violando así la ley de leyes.

Es la pandilla de los lameculos de la izquierda totalitaria disfrazada de demócrata. la que sólo es experta en aplaudir, la que llama "cobardes" a los "prudentes" y "débiles" a los "humanitarios". Es la misma pandilla que se burló de Casandra, en Troya, y de Jeremías, en Jerusalén, la que llama pesimistas a los que lanzan advertencias y desleales a los que critican lo que está mal.

Sin esa chusma envilecida que acompaña al líder en sus fechorías, Pedro Sánchez no sería nada. Sin un partido socialista derrengado detrás de él, al que le han succionado el alma, Sánchez no existiría. Él necesita un coro de incondicionales que no piensan para devastar y un partido desalmado para destruir España.

El tirano siempre se ha rodeado de babosos sin ética ni decencia, gente que hoy afirma lo que negó ayer y que defiende lo que ayer condenaba, sólo porque el líder lo desea. Son turiferarios de la pocilga del poder.
---



Forman parte de la "pandilla", en su escalón más alto, los ministros, los dirigentes del partido y los que aspiran a subir dando codazos y aplaudiendo como locos. En un segundo escalón está la militancia, que calla y se traga paladas de excrementos, desde los indultos a delincuentes hasta la independencia fiscal para Cataluña, la sumisión vergonzosa ante la pocilga de Marruecos y la demencia de un líder capaz de todo para mantenerse en el poder. La que soporta y aplaude el despilfarro, los impuestos abusivos, los cambios en las leyes para facilitar la corrupción y las calles y plazas de España llenas de inmigrantes sin controles, muchos de los cuales dedicados a robos, violaciones y asesinatos.

Forman parte de la pandilla babosa los periodistas comprados y reclutados en la mentira del poder, los que defienden lo que el líder diga, sea lo que sea, los que no sienten vergüenza de haber abandonado al ciudadano, al que ocultan la verdad y engañan cada día.

También están los jueces y magistrados corruptos, al servicio del líder más que de la ley, los hijos pervertidos del "condepumpidismo", los policías que golpean a ciudadanos indefensos que se manifiestan contra la ignominia y la injusticia, las feministas que odian al varón, los legisladores aborregados que votan como robots lo que diga el partido, sin representar ni a los ciudadanos ni a España, y las multitudes ignorantes y fanáticas que votan la suciedad roja gobernante, cada vez que se abren las urnas.

Y también aquellos que han ocupado las instituciones en nombre del líder, instituciones que la democracia exige que sean independientes, los que secundan al líder en las ametralladoras de las mentiras, los que bucean en la vida de los adversarios en busca de suciedades, los que construyen y promocionan cinturones sanitarios antidemocráticos, los funcionarios que traicionan el bien común en busca de que el líder les promocione, y los muchos que se disfrazan de demócratas para disimular que forman parte del comunismo, que es la doctrina más criminal inventada por el ser humano en la Historia.

La pandilla de Sánchez es una fuerza maligna que genera corrupción y que pervierte cada día a miles de ignorantes e incautos, una pandilla enemiga de la democracia, del bien común, de la libertad y de España, nuestra patria común.

Es la versión española y actualizada del viejo y eterno Ejército de las tinieblas, cuya morada está en el Averno.

Francisco Rubiales

- -
Miércoles, 16 de Octubre 2024
Artículo leído 892 veces

También en esta sección: