La nueva medida de "igualdad" de la Ministra Miembra, consistente en crear bibliotecas exclusivas para mujeres, más que un nuevo desatino de un gobierno desnortado que compensa su falta de ideología con medidas y decisiones siempre sorprendentes, parece propia del régimen chino, donde las familias que traen al mundo una niña se consideran desgraciadas. En este caso empieza a ser lo mismo, pero al revés.
¿Qué será lo próximo? ¿un carril de circulación y aparcamientos exclusivos para mujeres? ¿un zoológico para hombres? ¿la ilegalización del género masculino?
Esto hiede peligrosamente a régimen chino. Al menos nos queda el consuelo de que mientras la Junta de Andalucía siga pagando las operaciones de cambio de sexo... habrá una escapatoria.
¿Feministra radical? ¿Mujer frustrada? ¿Vampiresa que odia a los hombres? ¿Qué extraño sentimiento impulsa la desconcertante, radical y demencial política de la jóven ministra gaditana, elevada hasta el rango de ministra por hombres como Manuel Chaves, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Robalcaba, sin que su biografía revele méritos o títulos que lo sustenten?
El presidente de los andaluces, Manuel Chaves, debería sentirse preocupado por la pésima representación de Andalucía en el gobierno y por la negativa cosecha de prestigio e imagen que sus ministras generan. Bibiana, la de la triple cuota (andaluza, mujer y jóvena) y Magdalena Álvarez, constituyen la cumbre de la insensatez, el ridículo y la antipatía en el gobierno de Zapatero. A través de esas dos representantes, Andalucía es percibida como una región atrasada y como un vivero subvencionado de políticos arrogantes, sin curriculum ni cultura.
¿Qué será lo próximo? ¿un carril de circulación y aparcamientos exclusivos para mujeres? ¿un zoológico para hombres? ¿la ilegalización del género masculino?
Esto hiede peligrosamente a régimen chino. Al menos nos queda el consuelo de que mientras la Junta de Andalucía siga pagando las operaciones de cambio de sexo... habrá una escapatoria.
¿Feministra radical? ¿Mujer frustrada? ¿Vampiresa que odia a los hombres? ¿Qué extraño sentimiento impulsa la desconcertante, radical y demencial política de la jóven ministra gaditana, elevada hasta el rango de ministra por hombres como Manuel Chaves, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Robalcaba, sin que su biografía revele méritos o títulos que lo sustenten?
El presidente de los andaluces, Manuel Chaves, debería sentirse preocupado por la pésima representación de Andalucía en el gobierno y por la negativa cosecha de prestigio e imagen que sus ministras generan. Bibiana, la de la triple cuota (andaluza, mujer y jóvena) y Magdalena Álvarez, constituyen la cumbre de la insensatez, el ridículo y la antipatía en el gobierno de Zapatero. A través de esas dos representantes, Andalucía es percibida como una región atrasada y como un vivero subvencionado de políticos arrogantes, sin curriculum ni cultura.
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