Rubén, uno de los lectores participativos de Voto en Blanco, ha escrito un comentario sobre el post El Estado ineficiente y peligroso que merece la pena comentar. La de Rubén es una metáfora ilustrativa y extraordinariamente didáctica que aclara lo que está pasando en la política mundial: los ciudadanos son cada día más conscientes de que los políticos les han robado el Estado, que es la empresa común creada por el hombre para que se encargue de organizar la convivencia, defender los derechos fundamentales y promover los grandes valores: justicia, igualdad, solidaridad, libertad...
Dice Rubén:
"Coincido con Ligur de que lo primero que hay que conseguir para mejorar este
mundo es cambiar al ciudadano y hacer que tome conciencia de su situación
miserable. El mejor camino para conseguirlo es enfrentarle a la realidad de su
situación, que es la de un soberano estafado por la misma empresa que él ha
creado: el Estado.
El hombre ha creado el Estado como su gran empresa, como la empresa común de
los humanos, que debería organizar la convivencia. Pero, en lugar de hacer eso,
los empleados de esa empresa, los políticos, nos la han arrebatado. Pero, no
contentos con el robo de esa empresa común, nos subyugan y aprovechan la fuerza
de la empresa para sacarnos impuestos y emplearlos no en el bien colectivo, sino
en incrementar sus privilegios y su poder como directivos bastardos de la
empresa común traicionada y expoliada.
Esa es la verdadera historia y debe ser conocida por los ciudadanos para que
dejen de adorar, admirar, respetar, obedecer, votar y enriquecer a los
administradores infieles que nos han robado nuestro Estado.
La pregunta clave es ¿por qué se han comportado así y nos han robado la
empresa común?
Hay muchas respuestas, pero la más plausible es que, conscientes de que no
sabían administrarla y que los dueños, como era lógico, iban a echarlos por
ineficientes y torpes, han decidido robarla para mantener sus privilegios,
aunque para ello hayan tenido que convertirse en traidores, desleales, opresores
y, a veces, hasta en asesinos de sus propios jefes: los ciudadanos.
Tomar conciencia de que estamos aplastados y oprimidos por "la casta" es el
primer paso para liberarnos."
La metáfora de Rubén es tan clara como brillante e ilustrativa: el Estado es la gran creación común de los humanos, su gran empresa, ideada como la gran solución civilizadora, pero nos lo han robado sus administradores. El Estado es también la gran estafa de la Humanidad, el más grande de los robos y de las traiciones. Sus administradores, los políticos, encargados de dirigir la empresa común en nombre de sus dueños y accionistas, los ciudadanos, se han apropiado de ella y no contentos con esa fecharía, han cambiado sus objetivos, su ética y prioridades. Además, para colmo de infamia, los dueños han sido sometidos, expoliados y, a veces, hasta masacrados por la misma empresa que crearon. Los desleales administradores, aprovechándose de su situación, se han atiborrado de privilegios y gestionan la gran empresa de la Humanidad desde la traición y el engaño.
Es la historia de un gran pecado. de dimensiones universales, que explica el pésimo funcionamiento de la Humanidad, llena de vicios y de dramas: violencia, robo, desigualdad, hambre, indefensión, guerra, traición, enfermedad, abuso de poder, opresión, destrucción del medio ambiente, sobreexplotación, infelicidad...
Existe un pecado de origen que altera el orden universal y que convierte a este planeta en un basurero. Todos los males tienen el mismo origen: los administradores, al robar la empresa común y expoliar a sus auténticos dueños, los ciudadanos, han pervertido el orden universal y han introducido el mal en los engranajes del mundo.
La metáfora de Rubén explica con claridad meridiana la actual crisis económica que asola al mundo, la crisis de valores, el hambre que padecen miles de millones de ciudadanos, el mal gobierno, el traidor comportamiento de los gobernantes, la corrupción y otros muchos males que sorprenden y deprimen al ser humano. Todos parten del mal original: el robo del Estado a sus verdaderos dueños.
Dice Rubén:
"Coincido con Ligur de que lo primero que hay que conseguir para mejorar este
mundo es cambiar al ciudadano y hacer que tome conciencia de su situación
miserable. El mejor camino para conseguirlo es enfrentarle a la realidad de su
situación, que es la de un soberano estafado por la misma empresa que él ha
creado: el Estado.
El hombre ha creado el Estado como su gran empresa, como la empresa común de
los humanos, que debería organizar la convivencia. Pero, en lugar de hacer eso,
los empleados de esa empresa, los políticos, nos la han arrebatado. Pero, no
contentos con el robo de esa empresa común, nos subyugan y aprovechan la fuerza
de la empresa para sacarnos impuestos y emplearlos no en el bien colectivo, sino
en incrementar sus privilegios y su poder como directivos bastardos de la
empresa común traicionada y expoliada.
Esa es la verdadera historia y debe ser conocida por los ciudadanos para que
dejen de adorar, admirar, respetar, obedecer, votar y enriquecer a los
administradores infieles que nos han robado nuestro Estado.
La pregunta clave es ¿por qué se han comportado así y nos han robado la
empresa común?
Hay muchas respuestas, pero la más plausible es que, conscientes de que no
sabían administrarla y que los dueños, como era lógico, iban a echarlos por
ineficientes y torpes, han decidido robarla para mantener sus privilegios,
aunque para ello hayan tenido que convertirse en traidores, desleales, opresores
y, a veces, hasta en asesinos de sus propios jefes: los ciudadanos.
Tomar conciencia de que estamos aplastados y oprimidos por "la casta" es el
primer paso para liberarnos."
La metáfora de Rubén es tan clara como brillante e ilustrativa: el Estado es la gran creación común de los humanos, su gran empresa, ideada como la gran solución civilizadora, pero nos lo han robado sus administradores. El Estado es también la gran estafa de la Humanidad, el más grande de los robos y de las traiciones. Sus administradores, los políticos, encargados de dirigir la empresa común en nombre de sus dueños y accionistas, los ciudadanos, se han apropiado de ella y no contentos con esa fecharía, han cambiado sus objetivos, su ética y prioridades. Además, para colmo de infamia, los dueños han sido sometidos, expoliados y, a veces, hasta masacrados por la misma empresa que crearon. Los desleales administradores, aprovechándose de su situación, se han atiborrado de privilegios y gestionan la gran empresa de la Humanidad desde la traición y el engaño.
Es la historia de un gran pecado. de dimensiones universales, que explica el pésimo funcionamiento de la Humanidad, llena de vicios y de dramas: violencia, robo, desigualdad, hambre, indefensión, guerra, traición, enfermedad, abuso de poder, opresión, destrucción del medio ambiente, sobreexplotación, infelicidad...
Existe un pecado de origen que altera el orden universal y que convierte a este planeta en un basurero. Todos los males tienen el mismo origen: los administradores, al robar la empresa común y expoliar a sus auténticos dueños, los ciudadanos, han pervertido el orden universal y han introducido el mal en los engranajes del mundo.
La metáfora de Rubén explica con claridad meridiana la actual crisis económica que asola al mundo, la crisis de valores, el hambre que padecen miles de millones de ciudadanos, el mal gobierno, el traidor comportamiento de los gobernantes, la corrupción y otros muchos males que sorprenden y deprimen al ser humano. Todos parten del mal original: el robo del Estado a sus verdaderos dueños.