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La locura de los políticos: "Cuando los dioses te quieren destruir, primero te vuelven loco"



Muchos de nuestros dirigentes políticos parecen locos porque sus comportamientos son demenciales y denotan una torpeza y una maldad que sorprenden. Se olvidan de sus pueblos, los maltratan y son ególatras, arrogantes, mentirosos, desleales, corruptos y narcisistas. Algunos creen que padecen la conocida como "enfermedad del poder", una patología que convierte a los políticos en bestias escasamente humanas, pero otros creen que la mano de Dios los señala y los vuelve locos como castigo por sus pecados.

Pedro Sánchez es, probablemente, el mejor ejemplo viviente en el mundo de aquella sentencia de la Grecia clásica, atribuida a Eurípides, que dice que "Los dioses vuelven primero locos a aquellos a los quieren destruir".
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Algunos gobernantes estarían mejor en un manicomio que en sus palacios y ministerios
En nuestros días, ese presunto "castigo divino" a algunos políticos está estudiado por la patología clínica, que ha bautizado como síndrome de Hubris al comportamiento de un político que pierde la conexión con la realidad, desprecia a su pueblo y se cree que tiene una inteligencia superior a quienes le rodean. Esos enfermos creen poder con todos los obstáculos que se les presentan gracias a su sobrevalorada intuición a la hora de resolver los conflictos. Cuando los supera, se reafirma en una variante del complejo de superioridad.

¿Por qué ese comportamiento extraño e insensible de algunos políticos ante el sufrimiento que ellos mismos provocan o que no saben mitigar? La respuesta es que muchos de los que hoy gobiernan son enfermos mentales, necesitados urgentemente de tratamiento psiquiátrico intenso.

En España, los enfermos en la cúspide del poder han sido y son muchos, pero ninguno ha alcanzado la intensidad enferma de Pedro Sánchez. Su predecesor socialista Zapatero también padeció la enfermedad del poder y también los "peperos" Aznar y Rajoy, aunque con síntomas menos agudos. Pedro Sánchez, según algunos psicólogos, la padece en grado extremo, tal como la describe su descubridor, David Owen, ex ministro británico, en sus libros.

David Owen (In Sickness and in Power, 2008) explica que el dominio del poder ocasiona cambios en el estado mental y conduce a una conducta arrogante, por lo que las enfermedades mentales necesitan una redefinición que incluya el Síndrome de la Arrogancia en el elenco mundial de enfermedades mentales.

El término 'hubris' o 'hybris' (ὕβρις, hýbris) es un concepto griego que significa 'desmesura'. ... El enfermo de 'hubris' se cree con derecho a más hilo del que le fue asignado y se rebela contra su propio destino. En la actualidad, se utiliza como sinónimo de soberbia, arrogancia o prepotencia.

El diagnóstico de la psicóloga Enjamio sobre Sánchez es duro: "Pedro Sánchez, un perfecto ejemplo del síndrome de Hubris, que en el aspecto psicológico raya en la paranoia". Y agrega: "Fantasía de poder, sin importar a costa de que o de quién. Más allá de la ética y el bienestar común. No existe el razonamiento. Solo una obsesión o idea fija que es el poder". Y finaliza: "un sabelotodo que rechaza cualquier opinión que no sea la suya, creyéndose el protagonista de todas las películas y el Mesías que salvará al mundo".

Sánchez se adapta milimétricamente al diagnóstico: se cree superior, es narcisista, está separado de la realidad y vive distanciado años luz de su pueblo, además de desconfiar de todo y de todos, incluso de sus colaboradores y de su inseparable jefe de gabinete, Iván Redondo. A los ministros no los cambia con frecuencia porque sabe que eso le desgasta, pero suele librarse de ellos cuando tiene una excusa potente. De quien menos se fía es del pueblo español, pero hasta su confianza en su partido flaquea.

Este es un problema de orden psicológico bastante común en los gobernantes con éxito, y uno de los síntomas comunes es que desconfían de las personas que les rodean.

José María Aznar desarrolló esta patología en cuanto consiguió el milagro de dar al PP la mayoría en el 2000. Bush y Blair, contemporáneos suyos, sufrieron del mismo mal.

Al final va a resultar verdad que los dioses, cuando quieren destruirte, "primero te vuelven loco", pues no hay otra explicación lógica que la locura para entender lo que está haciendo Sánchez con España.

Francisco Rubiales

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Sábado, 6 de Marzo 2021
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