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La loca estupidez de Ciudadanos



Ciudadanos es un partido desquiciado y desquiciante al que, con razón y por sus continuas oscilaciones y cambios de rumbo e ideas, llaman "la veleta naranja". Otros, más radicales y más indignados con su comportamiento vacilante y cambiante, le denominan "la estafa naranja".

Su deriva confusa y su escaso apego a los principios sólidos e ideas motrices estables les convierten en un partido genuino y único, pero también le llevan a contraer con España una inmensa deuda porque está contribuyendo a la degeneración de la política y a demostrar que los partidos políticos son el mayor obstáculo para la regeneración y el peor enemigo del verdadero progreso de la nación.
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Rivera y Valls, unidos en el férreo boicot a VOX
Ciudadanos es el principal responsable del boicot injusto y antidemocrático al que está siendo sometido un partido como VOX, al que desprecia y trata como si fuera un partido anticonstitucional y criminal, peor incluso de lo que son tratados formaciones que están manchadas de Sangre, como BILDU, o que violan las leyes y quieren romper España, como los independentistas catalanes, o que poseen ideologías totalitarias y claramente antidemocrática, como Unidas Podemos.

Es cierto que en el boicot y acoso a VOX participan también otros partidos, como el PSOE y Unidos Podemos, pero es Ciudadanos quien lo promueve con más ímpetu, determinación e intransigencia, a pesar de que los programas de esos dos partidos tienen numerosas coincidencias.

Ciudadanos es también el partido que con más fervor practica la inconsistencia ideológica y el incumplimiento de las promesas. Prometió a sus electores que jamás pactaría con el PSOE de Sánchez para formar gobierno y ahora ya negocia esas alianzas, ante la indignación de los que le han votado creyendo en su promesa, dando la sensación de que lo que busca es sólo poder y los privilegios que se derivan del gobierno.

Pedro Sánchez, en su libro, califica con acierto a Albert Rivera, líder de Ciudadanos, como "inconsistente", probablemente el calificativo que mejor lo define y que sustenta la etiqueta de "veleta naranja" adherida a su partido. Ciudadanos llama "flexibilidad" a lo que es pura inconsistencia, una simple ausencia de principios estables, no una aplicación flexible de principios que se tienen.

El apoyo al PSOE de Susana Diaz en la anterior legislatura, indefendible desde cualquier óptica porque empujó a Ciudadanos no sólo a sostener a ese gobierno corrupto y nocivo para Andalucía, sino a defenderlo de manera activa, es una de las razones que sostienen su "Inconsistencia" y su facilidad para cambiar de bando, según conveniencia. Hoy, el mismo Ciudadanos que defendía a Susana Díaz, participa en el gobierno de la Junta de Andalucía, al lado del PP y criticando con vehemencia el gobierno socialistas andaluz que su partido sostuvo con fuerza.

La "acogida" en Ciudadanos del transfuga Garrido, ex presidente de la Comunidad de Madrid, también sostiene la inmensa falsedad de Ciudadanos, como también quedó demostrada con su protagonismo en la operación que dinamitó a UPyD, entre otras muchas traiciones y bandazos.

Pero ninguna de sus traiciones y cambios de vías ha sido tan notable, rastrero y anticonstitucional como capitanear el boicot a VOX, partido al que acusa falsamente de ser anticonstitucional y de extrema derecha y con el que se niega a dialogar, a pesar de que debe al apoyo de VOX su presencia en el gobierno actual de Andalucía y de que ese partido ha mantenido, hasta ahora, un comportamiento cívico escrupuloso y una ejemplar adhesión al orden constitucional vigente.

Además del propio Rivera, uno de los cabecillas más obtusos del boicot a VOX es el francés Manuel Valls, incorporado a Ciudadanos como candidato a la alcaldía de Barcelona, que acusa abiertamente a VOX de ser una formación "fascista".

La entrada del presidente Macron en la campaña de boicot y acoso a VOX, presionando a Rivera condicionando su alianza en Europa con Ciudadanos a que Rivera no pacte con VOX, ha terminado de etiquetar al partido de Rivera como una veleta inconsistente, sin principios y fiel a los vientos que le convienen en cada momento.

Pero lo más absurdo de todo este boicot es que Ciudadanos y VOX son los dos partidos que más coinciden en sus programas y planteamientos ideológicos, donde comparten sus posiciones económicas liberales, su rechazo a los impuestos abusivos que promueve el PSOE y Unidas Podemos, el radicalismo en el trato a los independentistas, su oposición teórica a la corrupción, sus críticas a como se gestiona la inmigración y otras muchas cosas. Esas coincidencias notables refuerzan el criterio de la "Inconsistencia" de Ciudadanos, que, únicamente por razones de estrategia y competencia, es capaz de demonizar al partido que más se le parece en el escenario político español.

Francisco Rubiales



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Domingo, 2 de Junio 2019
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