Marshall y sus amigos teóricos del Partido Demócrata pretenden recuperar para la izquierda americana aquel legendario espíritu perdido de Truman y de Kennedy, dos presidentes que fueron capaces de formular una respuesta firme, contundente y victoriosa al totalitarismo comunista.
Hay otros muchos signos que apuntan al rearme de la izquierda americana, basado en la defensa de la libertad y de la democracia. El libro "The Good Fight” (“La Batalla Justa”), de Peter Beinart, exdirector y editorialista de “The New Republic”, la principal revista política de la izquierda americana, en el que defiende la tesis de que únicamente la izquierda liberal “puede ganar la guerra al terrorismo y devolver la grandeza a América”.
Marshall y Beinar unen sus voces a las de cientos de intelectuales de todo el mundo, especialmente de Estados Unidos y Gran Bretaña, que abogan por una reorientación antitotalitaria de la izquierda, que luche por la defensa de la verdadera democracia y de las libertades y que condene las tendencias “acobardadas” de ciertas izquierdas, entre las que destaca la española, comandada por Zapatero, de abrazar la amistad con los dictadores, relajar la defensa de la democracia y poner el énfasis en el cierre de alianzas con los terroristas, ya sean de ETA o del furibundo islamismo violento.
Esos teóricos, dos de cuyas manifestaciones son el Manifesto de Euston, en Gran Bretaña, y el libro “Cambiare Regime”, del italiano Christian Rocca, que critica el apoyo de la izquierda a dictadores de todo el mundo, creen firmemente que la izquierda mundial debería reflexionar, condenar vías cobardes y bastardas como la del español Zapatero y otros líderes europeos, y abrazar como eje central de su política el antitotalitarismo y la defensa de la democracia auténtica.
Fin
Hay otros muchos signos que apuntan al rearme de la izquierda americana, basado en la defensa de la libertad y de la democracia. El libro "The Good Fight” (“La Batalla Justa”), de Peter Beinart, exdirector y editorialista de “The New Republic”, la principal revista política de la izquierda americana, en el que defiende la tesis de que únicamente la izquierda liberal “puede ganar la guerra al terrorismo y devolver la grandeza a América”.
Marshall y Beinar unen sus voces a las de cientos de intelectuales de todo el mundo, especialmente de Estados Unidos y Gran Bretaña, que abogan por una reorientación antitotalitaria de la izquierda, que luche por la defensa de la verdadera democracia y de las libertades y que condene las tendencias “acobardadas” de ciertas izquierdas, entre las que destaca la española, comandada por Zapatero, de abrazar la amistad con los dictadores, relajar la defensa de la democracia y poner el énfasis en el cierre de alianzas con los terroristas, ya sean de ETA o del furibundo islamismo violento.
Esos teóricos, dos de cuyas manifestaciones son el Manifesto de Euston, en Gran Bretaña, y el libro “Cambiare Regime”, del italiano Christian Rocca, que critica el apoyo de la izquierda a dictadores de todo el mundo, creen firmemente que la izquierda mundial debería reflexionar, condenar vías cobardes y bastardas como la del español Zapatero y otros líderes europeos, y abrazar como eje central de su política el antitotalitarismo y la defensa de la democracia auténtica.
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