Aquel pánico inicial a VOX se ha perdido
Cuando VOX no tenía miedo ni prudencia ganaba una batalla tras otra y cambiaba la política española porque sus denuncias veraces infundían miedo a los corruptos y miserables con poder. Ahora, con un VOX frenado y sin garras, el partido pierde fuelle y las ilusiones de la España indignada se esfuman.
Para muchos seguidores de VOX lo que está ocurriendo es incomprensible. Es como si la misma dirección de VOX hubiera decidido frenar su impulso y eliminar su instinto y potencia de fuego. El partido ha perdido la frescura del inicio, es ya escasamente salvaje y parece poner más interés en demostrar que no es fascista que en la regeneración de la podrida España.
Dos recientes encuestas de ABC y La Razón desvelan que VOX sería el partido que perdería más votos y escaños si se repitieran las elecciones, en las que obtendría 9 o 10 diputados, en lugar de los 24 actuales.
¿Por que el crecimiento de VOX está siendo frenado? La caída no es una especulación, sino una realidad tangible. Basta entrar en un bar para descubrir que donde antes se hablaba de VOX ahora el tema siempre es otro. El fenómeno se repite en los centros de trabajo, en los medios y, sobre todo, en las redes sociales, donde la presencia de VOX, que antes era abrumadora, ahora es "discreta". El descenso en la fuerza y la atracción no es sólo obra del boicot mediático y de la demonización que los partidos le han montado, sino que la propia dirección del partido parece que está tirando de las riendas para que el caballo deje de correr.
¿Quien está dando esas órdenes? ¿Quien aprieta el freno? ¿Por que ya no se denuncian los graves dramas de España, que siguen siendo los mismos, desde las autonomías corruptas al peligro de ruptura de la nación, sin olvidar la inmigración suicida, las agresiones a la familia, la corrupción galopante, el deterioro de la democracia, las mentiras del poder y la tiranía sin control de los partidos políticos?
¿Que le está ocurriendo a VOX y por qué se le empuja hacia la derrota?
Muchos sabemos cual es el camino que VOX debe recorrer para alcanzar pronto la victoria: denunciar con énfasis e ímpetu los grandes dramas de España, sin miedo y sin prudencia, poniendo de relieve verdades que los demás partidos ocultan vergonzosamente: que las autonomías son un cáncer; que el Estado tiene un tamaño suicida; que sobran mas de 300.000 políticos a sueldo del Estado; que los enemigos que quieren romper España tienen que ser castigados; que los políticos deben dejar de violar la Constitución; que no se pueden tolerar abusos como las embajadas catalanes en el exterior; que la inmigración descontrolada tiene que ser frenada; que los inmigrantes ilegales tienen que ser expulsados; que las ayudas deben beneficiar antes a los españoles que a los extranjeros; que las leyes de género son injustas y anticonstitucionales porque discriminan y aplastan al varón, que la familia española tiene que ser protegida, que la natalidad en las parejas españoles tiene que estimularse y un largo etcétera de reformas y medidas destinadas a convertir España en una país decente, no en el basurero indecente que han creado los viejos partidos (PP y PSOE), en colaboración con la España del independentismo y el odio.
Hay millones de españoles que depositaron en VOX la esperanza de una España capaz de derrocar a los corruptos del poder y de iniciar un camino hacia el despegue y la decencia, muchos de los cuales empiezan a desilusionarse porque VOX ya no tiene el empuje de antes y parece retroceder en fuerza y autenticidad.
Por culpa de VOX, la esperanza vuelve a estar en declive.
Francisco Rubiales
Para muchos seguidores de VOX lo que está ocurriendo es incomprensible. Es como si la misma dirección de VOX hubiera decidido frenar su impulso y eliminar su instinto y potencia de fuego. El partido ha perdido la frescura del inicio, es ya escasamente salvaje y parece poner más interés en demostrar que no es fascista que en la regeneración de la podrida España.
Dos recientes encuestas de ABC y La Razón desvelan que VOX sería el partido que perdería más votos y escaños si se repitieran las elecciones, en las que obtendría 9 o 10 diputados, en lugar de los 24 actuales.
¿Por que el crecimiento de VOX está siendo frenado? La caída no es una especulación, sino una realidad tangible. Basta entrar en un bar para descubrir que donde antes se hablaba de VOX ahora el tema siempre es otro. El fenómeno se repite en los centros de trabajo, en los medios y, sobre todo, en las redes sociales, donde la presencia de VOX, que antes era abrumadora, ahora es "discreta". El descenso en la fuerza y la atracción no es sólo obra del boicot mediático y de la demonización que los partidos le han montado, sino que la propia dirección del partido parece que está tirando de las riendas para que el caballo deje de correr.
¿Quien está dando esas órdenes? ¿Quien aprieta el freno? ¿Por que ya no se denuncian los graves dramas de España, que siguen siendo los mismos, desde las autonomías corruptas al peligro de ruptura de la nación, sin olvidar la inmigración suicida, las agresiones a la familia, la corrupción galopante, el deterioro de la democracia, las mentiras del poder y la tiranía sin control de los partidos políticos?
¿Que le está ocurriendo a VOX y por qué se le empuja hacia la derrota?
Muchos sabemos cual es el camino que VOX debe recorrer para alcanzar pronto la victoria: denunciar con énfasis e ímpetu los grandes dramas de España, sin miedo y sin prudencia, poniendo de relieve verdades que los demás partidos ocultan vergonzosamente: que las autonomías son un cáncer; que el Estado tiene un tamaño suicida; que sobran mas de 300.000 políticos a sueldo del Estado; que los enemigos que quieren romper España tienen que ser castigados; que los políticos deben dejar de violar la Constitución; que no se pueden tolerar abusos como las embajadas catalanes en el exterior; que la inmigración descontrolada tiene que ser frenada; que los inmigrantes ilegales tienen que ser expulsados; que las ayudas deben beneficiar antes a los españoles que a los extranjeros; que las leyes de género son injustas y anticonstitucionales porque discriminan y aplastan al varón, que la familia española tiene que ser protegida, que la natalidad en las parejas españoles tiene que estimularse y un largo etcétera de reformas y medidas destinadas a convertir España en una país decente, no en el basurero indecente que han creado los viejos partidos (PP y PSOE), en colaboración con la España del independentismo y el odio.
Hay millones de españoles que depositaron en VOX la esperanza de una España capaz de derrocar a los corruptos del poder y de iniciar un camino hacia el despegue y la decencia, muchos de los cuales empiezan a desilusionarse porque VOX ya no tiene el empuje de antes y parece retroceder en fuerza y autenticidad.
Por culpa de VOX, la esperanza vuelve a estar en declive.
Francisco Rubiales