Resultados por provincias del 23 J, unas elecciones donde la victoria del PP fue insuficiente para la deseada erradicación del sanchismo y la salvación de España
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La imbecilidad del PP blanquea y da vida a un Pedro Sánchez agonizante
Es casi imposible ser más imbécil que el PP en su campaña electoral reciente. Fue tan equivocada que resucitó a un Pedro Sánchez que salió agonizante de las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo.
A Feijóo le costó mucho resucitar al sanchismo, pero lo consiguió a base de errores y estupideces. Ganó las elecciones, pero le otorgó a Pedro Sánchez una derrota dulce que le permite seguir gobernando España si recompone su alianza bastarda e indecente con comunistas, independentistas y bilduetarras.
El pueblo español esperaba una alianza regeneradora e ilusionante en la derecha, con el PP y VOX apostando por una España nueva y decente que derogaría el sanchismo y emprendería la limpieza y regeneración de la podredumbre acumulada, pero en lugar de ese frente unido de ilusión, Feijóo ofreció a los votantes un profundo rechazo a VOX y un inesperado espíritu pendenciero frente a sus socios naturales de VOX, que exasperó y desanimó a toda la derecha y permitió que Sánchez, en lugar de marcharse a casa derrotado, pueda seguir maltratando a España cuatro años más.
Por culpa del estúpido PP, España seguirá en el foso negro del marxismo empobrecedor, que, unido con los enemigos de España, configuran la alianza más nociva y vergonzante de nuestra historia moderna.
Fue tan estúpido el PP, que Feijó llegó a decir que preferían pactar con el PSOE que con VOX y que, si ganaba llamaría antes a Sánchez que a Abascal.
La insensatez del PP en campaña condenó a la derecha entera y consiguió que VOX perdiera 19 diputados, que habrían sido más que suficientes para una victoria de la alianza de la derecha frente al sanchismo del odio, la división y la anti España.
La campaña imbécil del PP hizo posible la inesperada resurrección del sanchismo, que anoche, pese a su derrota, terminó eufórico y bailando ante la inesperada debilidad de la derecha suicida.
Lo que procede en la derecha, si funciona la cordura, es el relevo de Feijóo como líder y el replanteamiento de su doctrina de enfrentamiento con VOX y acercamiento al sanchismo, planteamientos que los votantes de la derecha no entendieron y ante los que reaccionaron con la desmovilización y la desgana.
Al PP le faltaron demasiados valores en su flácida y triste campaña: le faltó fuerza, decisión, espíritu de regeneración, firmeza en las ideas, capacidad e ilusionar, lealtad a los principios clásicos de la derecha y el rechazo implacable a un sanchismo que ha destrozado España durante los últimos años y que ahora, por culpa de la "derechita cobarde", seguirá maltratando el país, aliado con la peor chusma independentista, comunista y filoetarra.
Decir que "llamaría Pedro Sánchez" si ganaba fue un error, como lo fueron también decir que su modelo era el socialista manchego García Page. Otro error mayúsculo fue la gestión de los pactos con VOX en los gobiernos autonómicos, donde se realizaron o impidieron a capricho, sin explicarlos a los votantes, con infantilismo y rabietas de colegios de párvulos. Brutal e impresentable fue el error de demostrar ante la desolada derecha española que el PP profería al PSOE como socio, antes que a VOX.
La imbecilidad se paga y hoy la estamos pagando, no solo el PP, que la merece por su estupidez, sino todos los españoles que deseamos la regeneración y el renacimiento de la España postrada y martirizada por el marxismo y el odio.
Francisco Rubiales
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Lunes, 24 de Julio 2023
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