Los políticos y los periodistas sometidos dicen con orgullo que España está a punto de recoger, en 2019, la mayor cosecha fiscal de toda su Historia, cuando saben que detrás de esa subida de impuestos hay abuso de poder, crueldad, sufrimiento para los ciudadanos y un ataque frontal contra la economía, que provocará huida y cierre de empresas, recesión y un incremento del desempleo.
Pero esos mismo políticos ocultan demasiadas cosas y una de ellas es que el fisco español es de los mas ineficaces del mundo. Irlanda, por ejemplo, recauda casi el doblo que España con tres veces menos presión fiscal.
El de los políticos españoles es un vicio propio de sátrapas: Cuando necesitan dinero meten la mano en la cartera del contribuyente y lo expolian con impuestos injustos, pero nunca renuncian a sus abusos y privilegios, ni adelgazan un Estado tan obeso y grasiento que ya es imposible de financiar, ni cierran los miles de chiringuitos inútiles que han creado, ni reducen el monstruoso número de políticos a sueldo, de los que en España hay mas que en Francia, Alemania e Inglaterra juntos.
Cuando uno asiste a una de las muchas tertulias de radio o televisión, se queda perplejo y se indigna cuando escucha a los tertuliano hablar de donde se puede o debe subir los impuestos, dando por sentado que la única solución es recaudar más. Esa falacia es puro sometimiento y mimetismo con las tesis de políticos corruptos que son incapaces de renunciar a sus privilegios y que prefieren siempre saquear al ciudadano.
Si en España se cerraran los miles de chiringuitos superfluos creados por el poder políticos (observatorios, fundaciones públicas, asociaciones, centros, etc.), se adelgazara el aparato del Estado reduciendo el número y el grosor de ministerios, consejerías, diputaciones y asesores y se prescindiera de los 350.000 políticos que sobran, el país tendría suficiente dinero para asegurar las pensiones y para garantizar la calidad en servicios tan básicos como la educación y la sanidad.
Pero ellos se niegan e imponen su voluntad al pueblo como sátrapas miserables. Saben, por ejemplo, que más del 70 por ciento de los españoles, según las encuestas, quieren que los partidos políticos dejen de ser financiados con el dinero de los impuestos, pero los políticos siguen ordeñando cada año al Estado y alimentando a esos partidos, en su mayoría corruptos o enemigos de España, con dinero que sería cien veces más necesario y eficaz en otros capítulos del presupuesto.
España, si en lugar de tener el Estado más irracional e incosteable de Europa, tuviera uno normal, a la altura de Francia, Alemania o Inglaterra, necesitaria, para financiarse una carga fiscal inferior a la mitad de la que tiene y dispondría de fondos suficientes para costar mejores servicios y necesidades como las pensiones, la educación, la sanidad y las ayudas sociales a los más necesitados.
Pero estamos en manos de codiciosos tramposos que prefieren siempre saquear al ciudadano antes que ser políticos decentes y democráticos.
A este articulo le faltan una pregunta y una respuesta: ¿Por que los periodistas participan con tanta fe en esa gran estafa del saqueo al ciudadano en lugar de asumir la austeridad y el ahorro público? La respuesta es que si se impusieran la austeridad y la decencia en los gastos del poder, los medios de prensa dejarían de recibir esos millones de euros que les mantienen prósperos, a través de subvenciones y contratos de publicidad suculentos, cuyos efectos sobre la democracia española son devastadores porque eliminan la verdad y la independencia en muchos medios de comunicación, deja de fiscalizarse a un poder político que lo necesita porque es básicamente corrupto y abusador, y convierte a miles de periodistas en publicistas y en policías del pensamiento, en lugar de ser, como debieran, servidores del pueblo con la verdad.
Francisco Rubiales
Pero esos mismo políticos ocultan demasiadas cosas y una de ellas es que el fisco español es de los mas ineficaces del mundo. Irlanda, por ejemplo, recauda casi el doblo que España con tres veces menos presión fiscal.
El de los políticos españoles es un vicio propio de sátrapas: Cuando necesitan dinero meten la mano en la cartera del contribuyente y lo expolian con impuestos injustos, pero nunca renuncian a sus abusos y privilegios, ni adelgazan un Estado tan obeso y grasiento que ya es imposible de financiar, ni cierran los miles de chiringuitos inútiles que han creado, ni reducen el monstruoso número de políticos a sueldo, de los que en España hay mas que en Francia, Alemania e Inglaterra juntos.
Cuando uno asiste a una de las muchas tertulias de radio o televisión, se queda perplejo y se indigna cuando escucha a los tertuliano hablar de donde se puede o debe subir los impuestos, dando por sentado que la única solución es recaudar más. Esa falacia es puro sometimiento y mimetismo con las tesis de políticos corruptos que son incapaces de renunciar a sus privilegios y que prefieren siempre saquear al ciudadano.
Si en España se cerraran los miles de chiringuitos superfluos creados por el poder políticos (observatorios, fundaciones públicas, asociaciones, centros, etc.), se adelgazara el aparato del Estado reduciendo el número y el grosor de ministerios, consejerías, diputaciones y asesores y se prescindiera de los 350.000 políticos que sobran, el país tendría suficiente dinero para asegurar las pensiones y para garantizar la calidad en servicios tan básicos como la educación y la sanidad.
Pero ellos se niegan e imponen su voluntad al pueblo como sátrapas miserables. Saben, por ejemplo, que más del 70 por ciento de los españoles, según las encuestas, quieren que los partidos políticos dejen de ser financiados con el dinero de los impuestos, pero los políticos siguen ordeñando cada año al Estado y alimentando a esos partidos, en su mayoría corruptos o enemigos de España, con dinero que sería cien veces más necesario y eficaz en otros capítulos del presupuesto.
España, si en lugar de tener el Estado más irracional e incosteable de Europa, tuviera uno normal, a la altura de Francia, Alemania o Inglaterra, necesitaria, para financiarse una carga fiscal inferior a la mitad de la que tiene y dispondría de fondos suficientes para costar mejores servicios y necesidades como las pensiones, la educación, la sanidad y las ayudas sociales a los más necesitados.
Pero estamos en manos de codiciosos tramposos que prefieren siempre saquear al ciudadano antes que ser políticos decentes y democráticos.
A este articulo le faltan una pregunta y una respuesta: ¿Por que los periodistas participan con tanta fe en esa gran estafa del saqueo al ciudadano en lugar de asumir la austeridad y el ahorro público? La respuesta es que si se impusieran la austeridad y la decencia en los gastos del poder, los medios de prensa dejarían de recibir esos millones de euros que les mantienen prósperos, a través de subvenciones y contratos de publicidad suculentos, cuyos efectos sobre la democracia española son devastadores porque eliminan la verdad y la independencia en muchos medios de comunicación, deja de fiscalizarse a un poder político que lo necesita porque es básicamente corrupto y abusador, y convierte a miles de periodistas en publicistas y en policías del pensamiento, en lugar de ser, como debieran, servidores del pueblo con la verdad.
Francisco Rubiales