El principal rasgo de la democracia (aunque no el único) es el de elegir libremente a los representantes. Cuando esa elección está alterada, cuando los ciudadanos son engañados en las campañas electorales con planteamientos falsos y promesas que no van a cumplirse, cuando la mayoría de los medios de comunicación defienden intereses de partidos concretos y no los de la ciudadanía, cuando la verdad está ausente de la campaña, cuandoel ciudadano ni siquiera puede votar a quien quiere, sino a los que previamente han sido elegidos por los partidos políticos, cuando los partidos sustituyen el libre debate por el adoctrinamiento y cuando las consignas suplantan a las propuestas y las ideas, entonces la soberanía popular es burlada y las elecciones son una estafa.
El adoctrinamiento ha sustituido al debate en la actual campaña y la verdad es suplantada por las consignas y las mentiras oficiales, pero, para que exista democracia y se forme la voluntad política es necesario que se desarrolle el debate y la deliberación, no el adoctrinamiento y el engaño.
El voto En España es "no-libre" porque está mediatizado por campañas electorales que son operaciones de engaño y manipulación. El inmenso aparato mediático viola la libertad de pensamiento y los grandes poderes económicos dominan la industria de la conciencia. Al final, el sistema burla la soberanía popular.
La formación de la voluntad política y el ejercicio de la libre elección exigen debate y deliberación, no adoctrinamiento. Las campañas electorales en España sólo admiten la controversia entre los diversos candidatos, mientras que el ciudadano queda reducido a simple espectador sin participación.
Las campañas electorales demuestran con una claridad meridiana que el sistema político español, ya degradado por una Ley Electoral desequilibrada, injusta y llena de rasgos autoritarios, es una patraña mas parecida a una dictadura camuflada de partidos políticos que a una democracia verdadera. La información veraz, la igualdad de oportunidades, la reflexión colectiva, el debate y el discernimiento no solo no están garantizados, sino que estás proscritos por el sistema. Los únicos protagonistas en las campañas españolas son los partidos, los políticos profesionales y los expertos. El ciudadano, que en democracia es el "soberano", está totalmente marginado y ausente.
Y todo es consecuencia del diseño primigenio de la democracia falsa que se instauró en España tras la muerte de Franco, un sistema sin ciudadanos, donde la partitocracia es brutalmente dominante y donde el bien del pueblo es desplazado siempre por el interés de los políticos. El sistema español ignora principios que son la esencia de la democracia, como que la voluntad política no es delegable, que los representantes deben rendir cuentas permanentemente a sus representados y que solo el pueblo, debidamente organizado y participando en el gobierno, puede garantizar el bien común y sancionar una democracia real.
La democracia representativa "made in Spain" es una dictadura sin controles ciudadanos, sin vigilancia, sin frenos y sin contrapesos, un sistema que abre sus puertas de par en par a la corrupción, al abuso de poder y a otros muchos vicios y carencias.
Si alguien duda que este dictamen sobre el carácter tiránico y opresivo del sistema español, que analice sus frutos y comportamientos: es el que mas desprecia a sus dirigentes políticos en toda Europa, el mas corrupto, el que ocupa puestos destacados como campeón del blanqueo de dinero, trata de blancas, alcoholismo, tráfico y consumo de drogas, desempleo, avance de la pobreza, desigualdad, distancia entre ricos y pobres y marginación del ciudadano de la vida política y de la toma de decisiones, entre otras muchas lacras y suciedades, entre las que destacan la inmensa acumulación de delitos por parte de los grandes partidos políticos, que ya son las asociaciones delictivas mas destacadas del país, después de la banda terrorista ETA.
El sistema es una momia fosilizada que no admite cambios ni reformas. El bloqueo es de tal envergadura que cabe sospechar que quienes prometen cambios, solo lo hacen para atrapar votos, para tener poder y enriquecerse.
El ciudadano en la España falsamente democrática, es un ser marginado al que el poder pretende siempre embrutecer y aborregar para dominarlo mejor, ignorando que la persona en lugar de un simple votante, es un sujeto soberano preparado para actuar y participar en el autogobierno, que es el fin mas noble y sublime de la política.
La España inamovible y elitista cuyo timón está aferrado con garras por una clase dirigente de las peores y mas corruptas y antidemocráticas del mundo se dispone a acudir a las urnas confundida y víctima de los engaños y mensajes falsos que se les lanzan desde la campaña electoral. Está a ponto de apoyar a malos gobernantes con sus votos, a apoyar las autonomías cuando no cree en ellas, a dar su voto a partidos que se financian con el dinero de los abusivos impuestos, a dar legitimidad a un Estado que es incosteable porque está lleno de enchufados con carné, todos innecesarios, y mantiene a sueldo mas políticos que Francia, Inglaterra y Alemania juntos.
Estamos a punto de acudir a las urnas para apoyar con nuestro voto, que es el único poder que nos queda como ciudadanos en este sistema, un régimen partitocrático que es inmoral y perverso, infectado por la mentira, la codicia, el engaño, el abuso de poder y la corrupción en todas sus facetas y modalidades. Nadie que sea decente puede apoyar esa ciénaga.
El adoctrinamiento ha sustituido al debate en la actual campaña y la verdad es suplantada por las consignas y las mentiras oficiales, pero, para que exista democracia y se forme la voluntad política es necesario que se desarrolle el debate y la deliberación, no el adoctrinamiento y el engaño.
El voto En España es "no-libre" porque está mediatizado por campañas electorales que son operaciones de engaño y manipulación. El inmenso aparato mediático viola la libertad de pensamiento y los grandes poderes económicos dominan la industria de la conciencia. Al final, el sistema burla la soberanía popular.
La formación de la voluntad política y el ejercicio de la libre elección exigen debate y deliberación, no adoctrinamiento. Las campañas electorales en España sólo admiten la controversia entre los diversos candidatos, mientras que el ciudadano queda reducido a simple espectador sin participación.
Las campañas electorales demuestran con una claridad meridiana que el sistema político español, ya degradado por una Ley Electoral desequilibrada, injusta y llena de rasgos autoritarios, es una patraña mas parecida a una dictadura camuflada de partidos políticos que a una democracia verdadera. La información veraz, la igualdad de oportunidades, la reflexión colectiva, el debate y el discernimiento no solo no están garantizados, sino que estás proscritos por el sistema. Los únicos protagonistas en las campañas españolas son los partidos, los políticos profesionales y los expertos. El ciudadano, que en democracia es el "soberano", está totalmente marginado y ausente.
Y todo es consecuencia del diseño primigenio de la democracia falsa que se instauró en España tras la muerte de Franco, un sistema sin ciudadanos, donde la partitocracia es brutalmente dominante y donde el bien del pueblo es desplazado siempre por el interés de los políticos. El sistema español ignora principios que son la esencia de la democracia, como que la voluntad política no es delegable, que los representantes deben rendir cuentas permanentemente a sus representados y que solo el pueblo, debidamente organizado y participando en el gobierno, puede garantizar el bien común y sancionar una democracia real.
La democracia representativa "made in Spain" es una dictadura sin controles ciudadanos, sin vigilancia, sin frenos y sin contrapesos, un sistema que abre sus puertas de par en par a la corrupción, al abuso de poder y a otros muchos vicios y carencias.
Si alguien duda que este dictamen sobre el carácter tiránico y opresivo del sistema español, que analice sus frutos y comportamientos: es el que mas desprecia a sus dirigentes políticos en toda Europa, el mas corrupto, el que ocupa puestos destacados como campeón del blanqueo de dinero, trata de blancas, alcoholismo, tráfico y consumo de drogas, desempleo, avance de la pobreza, desigualdad, distancia entre ricos y pobres y marginación del ciudadano de la vida política y de la toma de decisiones, entre otras muchas lacras y suciedades, entre las que destacan la inmensa acumulación de delitos por parte de los grandes partidos políticos, que ya son las asociaciones delictivas mas destacadas del país, después de la banda terrorista ETA.
El sistema es una momia fosilizada que no admite cambios ni reformas. El bloqueo es de tal envergadura que cabe sospechar que quienes prometen cambios, solo lo hacen para atrapar votos, para tener poder y enriquecerse.
El ciudadano en la España falsamente democrática, es un ser marginado al que el poder pretende siempre embrutecer y aborregar para dominarlo mejor, ignorando que la persona en lugar de un simple votante, es un sujeto soberano preparado para actuar y participar en el autogobierno, que es el fin mas noble y sublime de la política.
La España inamovible y elitista cuyo timón está aferrado con garras por una clase dirigente de las peores y mas corruptas y antidemocráticas del mundo se dispone a acudir a las urnas confundida y víctima de los engaños y mensajes falsos que se les lanzan desde la campaña electoral. Está a ponto de apoyar a malos gobernantes con sus votos, a apoyar las autonomías cuando no cree en ellas, a dar su voto a partidos que se financian con el dinero de los abusivos impuestos, a dar legitimidad a un Estado que es incosteable porque está lleno de enchufados con carné, todos innecesarios, y mantiene a sueldo mas políticos que Francia, Inglaterra y Alemania juntos.
Estamos a punto de acudir a las urnas para apoyar con nuestro voto, que es el único poder que nos queda como ciudadanos en este sistema, un régimen partitocrático que es inmoral y perverso, infectado por la mentira, la codicia, el engaño, el abuso de poder y la corrupción en todas sus facetas y modalidades. Nadie que sea decente puede apoyar esa ciénaga.