Los socialistas andaluces tienen en sus manos una encuesta, que pronto darán a conocer, recien practicada a 5.000 andaluces, que les otorga más de 16 puntos de ventaja sobre sus rivales de derecha, un resultado que anticipa una nueva victoria electoral del PSOE andaluz, después de permanecer más de 25 años seguidos en el poder.
El sondeo también pone de manifiesto la debilidad general del Partido Popular de Andalucía, que no avanza a pesar de que ahora está comandado por su teórica principal estrella, Javier Arenas.
Una nueva victoria socialista en las próximas elecciones podría convertir a Manuel Chaves en el dirigente democrático europeo con más tiempo en el poder, mientras que algunos observadores y expertos temen que el Partido Popular de Andalucía, al acumular una nueva derrota, podría desmoralizarse y penetrar en una profunda crisis.
La autonomía andaluza no conoce otro gobierno que el socialista, ganador de todas las elecciones desde que la democracia fue recuperada, tras la muerte del dictador Franco. Durante ese larguísimo tiempo en el gobierno, los socialistas han sido capaces de fortalecer su poder y de crear una densa red clientelar y de intereses que les hace casi electoralmente invencibles.
Algunos comentaristas políticos, analistas y profesores universitarios destacan que la región andaluza padece los efectos negativos de una tenaza que impide la saludable alternancia democrática y cuyas dos pinzas son el agotamiento del gobierno y la extrema debilidad de la oposición.
Conocida es la anecdota (verídica) de que el número dos de Manuel Chaves en el PSOE de Andalucía, el gaditano Luis Pizarro, repite a los compañeros que se le acercan para reclamarle la escasa actividad del partido y la ausencia de grandes iniciativas del gobierno: "Las cosas nos van tan bien que mejor es no arriesgar".
El sondeo también pone de manifiesto la debilidad general del Partido Popular de Andalucía, que no avanza a pesar de que ahora está comandado por su teórica principal estrella, Javier Arenas.
Una nueva victoria socialista en las próximas elecciones podría convertir a Manuel Chaves en el dirigente democrático europeo con más tiempo en el poder, mientras que algunos observadores y expertos temen que el Partido Popular de Andalucía, al acumular una nueva derrota, podría desmoralizarse y penetrar en una profunda crisis.
La autonomía andaluza no conoce otro gobierno que el socialista, ganador de todas las elecciones desde que la democracia fue recuperada, tras la muerte del dictador Franco. Durante ese larguísimo tiempo en el gobierno, los socialistas han sido capaces de fortalecer su poder y de crear una densa red clientelar y de intereses que les hace casi electoralmente invencibles.
Algunos comentaristas políticos, analistas y profesores universitarios destacan que la región andaluza padece los efectos negativos de una tenaza que impide la saludable alternancia democrática y cuyas dos pinzas son el agotamiento del gobierno y la extrema debilidad de la oposición.
Conocida es la anecdota (verídica) de que el número dos de Manuel Chaves en el PSOE de Andalucía, el gaditano Luis Pizarro, repite a los compañeros que se le acercan para reclamarle la escasa actividad del partido y la ausencia de grandes iniciativas del gobierno: "Las cosas nos van tan bien que mejor es no arriesgar".