Información y Opinión

La democracia estorba y está siendo asesinada



La democracia estorba a los políticos, que intentan eliminarla por todas las vías posibles. Unos países, como China, Venezuela, Cuba, Nicaragua y otras tiranías la han suprimido de golpe e instaurado dictaduras implacables, mientras que otros están degradando sus democracias hasta convertirlas en brutales tiranías de partidos (partitocracias) disfrazadas de democracias. España es uno de estos últimos países.
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La cultura democrática está siendo atacada con éxito por todas partes porque a los grandes poderes y a los políticos no les interesa ese sistema, que según ellos crea inestabilidad, limita mucho sus poderes y les impide gobernar sin trabas absurdas. En muchos países, la democracia ha quedado reducida a la ceremonia de las votaciones, que también está siendo desvirtuada porque los gobiernos y los partidos manipulan y alteran el proceso electoral con métodos tan repulsivos como el miedo, la compra de voluntades, la castración de los medios de comunicación, la propaganda, la opacidad, la mentira, la ingeniería social y hasta la vulgar manipulación de los resultados.

La consecuencia final de esta guerra contra la democracia es que ese sistema está pasando de ser una garantía de libertades y derechos ciudadanos a un sistema ideal para incrementar el poder de los poderosos, ue facilita el tránsito hacia un mundo donde los políticos y sus patrocinadores ocultos cada día manden más y los ciudadanos queden reducidos a la condición de esclavos, más o menos sometidos, con sus libertades y derechos suprimidos o debilitados.

Los que controlan el poder mundial y los grandes intereses económicos coinciden en que la democracia es un obstáculo que debe eliminarse y sustituirse por estados fuertes que aporten más estabilidad y garantías para hacer negocios y dirigir el mundo hacia las metas que ellos han seleccionado. La democracia genera cambios de gobiernos, hombres y mujeres libres y ciudadanos celosos de sus derechos y libertades, que no se dejan domesticar fácilmente, lo que constituye un obstáculo que el poder, con la ayuda activa y decidida de la gran mayoría de los partidos políticos, quiere suprimir.

Para lograrlo realizan numerosas tareas de dominio: eliminan la separación de poderes, controlan la Justicia, suprimen la libertad de los legisladores, a los que convierten en esclavos de sus respectivos partidos, dictan leyes ambiguas que se aplican con saña al enemigo y con suavidad al amigo, facilitan el camino y la vida de los millonarios, utilizan los impuestos para debilitar a las clases medias, acosan a los pobres y despliegan una lucha feroz contra la libertad y los derechos humanos básicos, haciendo la vida imposible a los activistas y disidentes que se oponen a la colonización de la libertad.

Una parte importante de esa guerra contra la democracia y sus libertades y derechos se está librando en el ciberespacio, concretamente en el periodismo electrónico y las redes sociales, donde las libertades se resisten a morir, donde se ejerce una censura cada día mayor y donde se acosa y asfixia a los medios independientes y críticos.

Internet se llena de trolls y de empresas y equipos dedicados a triturar las ideas y las personas que resultan peligrosas para el poder. Lo que está ocurriendo es mucho peor que la simple censura porque el fin de esa gran censura intimidatoria y castrante no es sólo acabar con la libertad, sino imponer un nuevo orden mundial donde los derechos y libertades queden prácticamente eliminados, de manera que los que mandan manden más y los que obedecen queden más sometidos y manipulados.

El capitalismo, que ya es el rey de la economía, incluso en países comunistas como China y Cuba, necesita gobiernos fuertes y estables que no sufran procesos electorales que cambien los gobiernos, ni introduzcan sorpresas en los procesos de explotación y acumulación. La creencia de que el enemigo del comunismo es el capitalismo es una de las mentiras mejor forjadas de la Historia porque la verdad es que lo contrario del capitalismo es la libertad y la democracia y que los grandes aliados del capitalismo son los gobiernos fuertes y los estados implacables que mantienen a sus súbditos controlados y subyugados.

Hay miles de trolls y de empresas dedicadas a reprimir las libertades y crear confusión en Internet. Hay algorritmos represivos que se activan porque reciben un aluvión de denuncias ordenadas por los grandes intereses y sus partidos políticos sometidos. Al ciudadano que es denunciado se le cortan las comunicaciones y se le expulsa del sistema sin piedad. Cuando recupera el derecha a expresarse, ya opera con miedo y se autoreprime. El sistema funciona a la perfección y la tiranía avanza por todas partes, amparada en la opacidad, la mentira y la censura.

El objetivo final de ese aluvión de denuncias y de todo el sistema intimidatorio que impulsan los poderosos es doble: en primer lugar conseguir que las páginas más visitadas e influyentes, que por supuesto defienden los derechos y libertades democráticos, puedan seguir difundiendo sin temor a ser silenciados, sus mensajes; en segundo lugar consiguen lo que es más importante, que la tiranía avance y la democracia retroceda y avance hacia su desaparición.

Esto no es una teoría "conspiranoica" obtusa, sino la radiografía nítida de lo que está ocurriendo delante de nuestras narices, una auténtica ofensiva general contra las libertades y derechos que avanza también por otras rutas, como el control de los procesos electorales, los pucherazos, el miedo teledirigido, el control de la natalidad, el auge del feminismo, el apoyo a los populismos de extrema izquierda, el mal gobierno, el terrorismo, las catástrofes económicas y otros muchos recursos, todos movilizados para alcanzar siempre los mismos fines: el control pleno del mundo por los poderosos y la eliminación del sistema que más cariño, popularidad y adhesión ha conseguido a lo largo de la Historia: la democracia.

Francisco Rubiales

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Domingo, 26 de Mayo 2019
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