Mi amigo Antonio, socialista honrado (no te rias, que existen, al igual que también puedes encontrar peperos honestos), defiende una tesis interesante que merece la pena reproducir en este blog: "gran parte de las desgracias de Andalucía se deben no sólo a los errores y carencias del PSOE, partido que gobierna la comunidad desde que se restauró la democracia, sino también a la terrible debilidad e importencia del Partido Popular andaluz, incapaz de amenazar siquiera la hegemonía socialista".
Afirma Antonio que "es tan débil e impotente el PP de Andalucía que ha desaparecido la competencia entre partidos y ha dejado al PSOE cómodamente instalado en el poder, sin tener que esforzarse lo más mínimo para seguir arriba".
"De hecho --afirma-- he escuchado a dirigentes socialistas como Pizarro o Zarrías decir que lo mejor es no hacer nada para evitar riesgos, ya que no necesitamos hacer esfuerzo alguno para ganar".
"La debilidad del PP de Andalucía es impresionante --afirma Antonio--, sobre todo fuera de los centros urbanos y barrios de alto poder adquisitivo. En las zonas rurales, que es donde se deciden las elecciones, el PP no sólo no avanza sino que parece retroceder".
"La debilidad endémica del PP de Andalucía causa efectos colaterales muy graves a Andalucía, una tierra que avanzaría más y sería más prospera y justa si existiera una verdadera competencia política entre goierno y oposición, una competencia que es casi imprescindible en democracia, lo mismo que la alternancia, que en Andalucía parece erradicada del sistema".
Afirma Antonio que "es tan débil e impotente el PP de Andalucía que ha desaparecido la competencia entre partidos y ha dejado al PSOE cómodamente instalado en el poder, sin tener que esforzarse lo más mínimo para seguir arriba".
"De hecho --afirma-- he escuchado a dirigentes socialistas como Pizarro o Zarrías decir que lo mejor es no hacer nada para evitar riesgos, ya que no necesitamos hacer esfuerzo alguno para ganar".
"La debilidad del PP de Andalucía es impresionante --afirma Antonio--, sobre todo fuera de los centros urbanos y barrios de alto poder adquisitivo. En las zonas rurales, que es donde se deciden las elecciones, el PP no sólo no avanza sino que parece retroceder".
"La debilidad endémica del PP de Andalucía causa efectos colaterales muy graves a Andalucía, una tierra que avanzaría más y sería más prospera y justa si existiera una verdadera competencia política entre goierno y oposición, una competencia que es casi imprescindible en democracia, lo mismo que la alternancia, que en Andalucía parece erradicada del sistema".