Los cientos de miles de demócratas españoles que habían saludado como una esperanza de regeneración el nacimiento del partido "Ciudadanos" y su expansión por España se sienten hoy decepcionados, frustrados e indignados ante los enfrentamientos internos en la cúpula de ese partido, que lo sumergen en una crisis motivada por una vulgar lucha por el poder.
"Ciudadanos" era el único partido político español que parecía escapar de la asfixiante partitocracia y reivindicar el papel protagonista del ciudadano en el sistema. El partido obtuvo un gran éxito en las elecciones catalanas y sus agrupaciones fueron surgiendo en toda España, apoyadas por los muchos demócratas interesados en regenerar la democracia, en reformar la ley electoral, en erradicar las listas cerradas y bloqueadas, en limitar el insaciable poder de los partidos políticos y en devolver al ciudadano el protagonismo que le han arrebatado y que le corresponde en una democracia auténtica.
Los demócratas españoles, desmoralizados ya por la degeneración de la democracia y por la ruta de acumulación enloquecida de poder y divorcio con la ciudadanía emprendida por los grandes partidos, no se merecen la actual crisis que enfrenta, de manera irresponsable, en una lucha por el poder, a dos sectores en la cúpula de Ciudadanos, los encabezados por el presidente, Albert Rivera, y por el secretario general, Antonio Robles, cuando el partido ni siquiera ha cumplido un año de vida.
"Ciudadanos", que celebrará a finales de junio su primer congreso, está en abierta crisis, con acusaciones mutuas de violación de los estatutos y sin respeto a los principios fundacionales. Al parecer, la crisis ha saltado con motivo de las candidaturas a las elecciones municipales, en las que parece que se han infiltrado políticos corruptos y gente procedente de otras formaciones que ni comparten ni respetan los principios y valores que dieron vida y éxito inicial a "Ciutadans".
Un comunicado emitido desde Ciudadanos de Andalucía, afirma que "existe un amplio malestar entre los afiliados por esas tensiones en pleno proceso electoral y por la mala imagen y la falta de decisiones que les ha llevado a iniciar la campaña de las municipales sin tener el programa aprobado".
Mario Acosta, responsable de Ciudadanos en Andalucía, nos cuenta que "los mafiosos han entrado en el partido" y sostiene que "un número importante de militantes del partido se ha adherido a una Declaración por la Dignidad, que requiere a los órganos directivos lo siguiente:
1) Exigir responsabilidades a los que han transgredido nuestros estatutos. Hacerlo ya.
2) Exigir que las candidaturas que no hayan seguido un procedimiento democrático DIAFANO, no puedan presentarse a estas elecciones
3) Apoyar a todas las candidaturas democráticas a partir de ahora y hacerlo todos de la mejor forma que sepamos y podamos."
Los militantes sevillanos de "Ciudadanos" afirman que "la moral de los afiliados está cada día más baja y se están produciendo notables abandonos de la formación, entre los que se incluyen miembros de los órganos de dirección del partido, federaciones, etc. Ante esta situación catastrófica, se espera un fracaso electoral considerable".
Los redactores del comunicado opinan que la crisis se ha producido "por haberse traicionado la orientación original del partido, la de sus comienzos, cuando a instancias del grupo de intelectuales del que formaban parte Alabarte Boadella, Francesc de Carreras o Arcadi Espada, surgió este proyecto."
"Ciudadanos" era el único partido político español que parecía escapar de la asfixiante partitocracia y reivindicar el papel protagonista del ciudadano en el sistema. El partido obtuvo un gran éxito en las elecciones catalanas y sus agrupaciones fueron surgiendo en toda España, apoyadas por los muchos demócratas interesados en regenerar la democracia, en reformar la ley electoral, en erradicar las listas cerradas y bloqueadas, en limitar el insaciable poder de los partidos políticos y en devolver al ciudadano el protagonismo que le han arrebatado y que le corresponde en una democracia auténtica.
Los demócratas españoles, desmoralizados ya por la degeneración de la democracia y por la ruta de acumulación enloquecida de poder y divorcio con la ciudadanía emprendida por los grandes partidos, no se merecen la actual crisis que enfrenta, de manera irresponsable, en una lucha por el poder, a dos sectores en la cúpula de Ciudadanos, los encabezados por el presidente, Albert Rivera, y por el secretario general, Antonio Robles, cuando el partido ni siquiera ha cumplido un año de vida.
"Ciudadanos", que celebrará a finales de junio su primer congreso, está en abierta crisis, con acusaciones mutuas de violación de los estatutos y sin respeto a los principios fundacionales. Al parecer, la crisis ha saltado con motivo de las candidaturas a las elecciones municipales, en las que parece que se han infiltrado políticos corruptos y gente procedente de otras formaciones que ni comparten ni respetan los principios y valores que dieron vida y éxito inicial a "Ciutadans".
Un comunicado emitido desde Ciudadanos de Andalucía, afirma que "existe un amplio malestar entre los afiliados por esas tensiones en pleno proceso electoral y por la mala imagen y la falta de decisiones que les ha llevado a iniciar la campaña de las municipales sin tener el programa aprobado".
Mario Acosta, responsable de Ciudadanos en Andalucía, nos cuenta que "los mafiosos han entrado en el partido" y sostiene que "un número importante de militantes del partido se ha adherido a una Declaración por la Dignidad, que requiere a los órganos directivos lo siguiente:
1) Exigir responsabilidades a los que han transgredido nuestros estatutos. Hacerlo ya.
2) Exigir que las candidaturas que no hayan seguido un procedimiento democrático DIAFANO, no puedan presentarse a estas elecciones
3) Apoyar a todas las candidaturas democráticas a partir de ahora y hacerlo todos de la mejor forma que sepamos y podamos."
Los militantes sevillanos de "Ciudadanos" afirman que "la moral de los afiliados está cada día más baja y se están produciendo notables abandonos de la formación, entre los que se incluyen miembros de los órganos de dirección del partido, federaciones, etc. Ante esta situación catastrófica, se espera un fracaso electoral considerable".
Los redactores del comunicado opinan que la crisis se ha producido "por haberse traicionado la orientación original del partido, la de sus comienzos, cuando a instancias del grupo de intelectuales del que formaban parte Alabarte Boadella, Francesc de Carreras o Arcadi Espada, surgió este proyecto."