Tipos como Zapatero, Blesa, Rodrigo Rato, Jordi Pujol y otros muchos siguen exhibiéndose por las calles y plazas, atiborrados de poder y dinero, a pesar de que su presencia genera rechazo, vergüenza y rabia en la ciudadanía. Hay periodistas, cómplices de la desvergüenza y sin un gramo de ética, que los colocan detrás de las cámaras y micrófonos y los convierten en protagonistas de la actualidad, provocando todavía mas vergüenza y escarnio a millones de ciudadanos.
En cualquier país decente del planeta, los de la española "cofradía del morro", muchos de ellos con un pie en el banquillo de los acusados, estarían avergonzados y escondidos, pero en España se exhiben con un mal gusto y un descaro que provoca indignación y angustia.
Son los principales culpables del desprestigio de la política y los responsables de que a los cargos públicos se les considere una "casta". Son el peor ejemplo para las nuevas generaciones que se incorporan a la vida productiva, a los que cada día lanzan el triste mensaje de que "En España, si tienes poder y dinero, eres impune".
El inmenso desfile de los corruptos, inmorales, descarados, fracasados, saqueadores, evasores, despilfarradores, ladrones, estafadores, comisionistas, ineptos y delincuentes de todo tipo y especie es el mas bochornoso espectáculo que una nación puede ofrecer a sus ciudadanos, una provocación dañina para la moral básica que, por desgracia, ya forma parte del "typical spanish", para vergüenza de los españoles.
Algunos cofrades del morro, como Urdangarín, cuñado del rey, su esposa, la infanta Cristina, y unos pocos mas, por lo menos han tenido el acierto de esconderse, quizás avergonzados, pero nada parece importarle a tipos como Miguel Blesa o Rodrigo Rato que miles de estafados y arruinados por sus respectivas gestiones bancarias se manifiesten en las calles, arruinados y llenos de dolor y de rabia por haber perdido sus ahorros. Jordi Pujol no parece hundido tras demostrarse que es un evasor y el gran patriarca de la corrupción en Cataluña. Zapatero, otro personaje que ha llevado a España hasta el borde del abismo y a su partido a la ruina, provocando la pérdida de millones de votos socialistas, sigue dando conferencias y sonriendo con cara de pánfilo en foros y tribunas, cuando lo único cuerdo que debería hacer es esconderse, si fuera posible, lejos de España, para no provocar arcadas a la ciudadanía.
Andalucía, donde se compite con Cataluña, codo con codo, por la primacía de la corrupción autonómica, es un dantesco escenario donde puedes encontrarte por la calle a ex consejeros imputados por chorizadas públicas sin que ni siquiera adviertas que bajan la cabeza. Aunque parezca mentira, esos tipos, presuntos responsables de la desaparición de cientos de millones de euros, propiedad de los ciudadanos, caminan con la cabeza alta y con gesto arrogante. Muchos de ellos siguen aforados y protegidos por un socialismo andaluz que, aunque ha prometido, por boca de la presidente Susana, ser inflexible con los corruptos, sigue cobijando en sus filas y hasta en sus listas de representantes a verdaderos impresentables, manchados y bajo sospecha.
En las calles de Sevilla te puedes cruzar con ex presidentes de la Junta imputados, con un ex consejero de Hacienda que se apropió de mas de diez millones de euros en ayudas públicas y los evadió en paraísos fiscales, sin que nadie le reclamara un solo euro, con otro arrogante ex consejero jerezano imputado por los EREs mafiosos, con ex presidentes de cajas de ahorros arruinadas que son inmensamente ricos, con un director general que salpimentaba con cocaína las subvenciones y ayudas publicas a los amiguetes, con miles de políticos colocados "a dedo" en el Estado, sin otro mérito que el de poseer un carne socialista, y con decenas de tipos con pensiones de lujo que aparecieron por arte de magia en EREs subvencionados de empresas en las que nunca habían trabajado. Para vergüenza de los pobres y sufridos ciudadanos andaluces, casi toda esa cofradía del morro camina con la sonrisa en los labios, orgullosos de haber sido lo bastante listos para arrimarse al poder y vivir como sátrapas.
Esos cofrades del bochorno constituyen un desprestigio internacional para España y una insoportable vergüenza para la sociedad española mas decente y limpia, que, aunque parezca imposible, subsiste y lucha desde las catacumbas para que los falsos demócratas que se han apoderado del Estado sean desalojados y se les sustituya por verdaderos políticos, por gente interesada en un mundo mejor, que sepan anteponer el bien común a los mas mezquinos y rastreros intereses.
En cualquier país decente del planeta, los de la española "cofradía del morro", muchos de ellos con un pie en el banquillo de los acusados, estarían avergonzados y escondidos, pero en España se exhiben con un mal gusto y un descaro que provoca indignación y angustia.
Son los principales culpables del desprestigio de la política y los responsables de que a los cargos públicos se les considere una "casta". Son el peor ejemplo para las nuevas generaciones que se incorporan a la vida productiva, a los que cada día lanzan el triste mensaje de que "En España, si tienes poder y dinero, eres impune".
El inmenso desfile de los corruptos, inmorales, descarados, fracasados, saqueadores, evasores, despilfarradores, ladrones, estafadores, comisionistas, ineptos y delincuentes de todo tipo y especie es el mas bochornoso espectáculo que una nación puede ofrecer a sus ciudadanos, una provocación dañina para la moral básica que, por desgracia, ya forma parte del "typical spanish", para vergüenza de los españoles.
Algunos cofrades del morro, como Urdangarín, cuñado del rey, su esposa, la infanta Cristina, y unos pocos mas, por lo menos han tenido el acierto de esconderse, quizás avergonzados, pero nada parece importarle a tipos como Miguel Blesa o Rodrigo Rato que miles de estafados y arruinados por sus respectivas gestiones bancarias se manifiesten en las calles, arruinados y llenos de dolor y de rabia por haber perdido sus ahorros. Jordi Pujol no parece hundido tras demostrarse que es un evasor y el gran patriarca de la corrupción en Cataluña. Zapatero, otro personaje que ha llevado a España hasta el borde del abismo y a su partido a la ruina, provocando la pérdida de millones de votos socialistas, sigue dando conferencias y sonriendo con cara de pánfilo en foros y tribunas, cuando lo único cuerdo que debería hacer es esconderse, si fuera posible, lejos de España, para no provocar arcadas a la ciudadanía.
Andalucía, donde se compite con Cataluña, codo con codo, por la primacía de la corrupción autonómica, es un dantesco escenario donde puedes encontrarte por la calle a ex consejeros imputados por chorizadas públicas sin que ni siquiera adviertas que bajan la cabeza. Aunque parezca mentira, esos tipos, presuntos responsables de la desaparición de cientos de millones de euros, propiedad de los ciudadanos, caminan con la cabeza alta y con gesto arrogante. Muchos de ellos siguen aforados y protegidos por un socialismo andaluz que, aunque ha prometido, por boca de la presidente Susana, ser inflexible con los corruptos, sigue cobijando en sus filas y hasta en sus listas de representantes a verdaderos impresentables, manchados y bajo sospecha.
En las calles de Sevilla te puedes cruzar con ex presidentes de la Junta imputados, con un ex consejero de Hacienda que se apropió de mas de diez millones de euros en ayudas públicas y los evadió en paraísos fiscales, sin que nadie le reclamara un solo euro, con otro arrogante ex consejero jerezano imputado por los EREs mafiosos, con ex presidentes de cajas de ahorros arruinadas que son inmensamente ricos, con un director general que salpimentaba con cocaína las subvenciones y ayudas publicas a los amiguetes, con miles de políticos colocados "a dedo" en el Estado, sin otro mérito que el de poseer un carne socialista, y con decenas de tipos con pensiones de lujo que aparecieron por arte de magia en EREs subvencionados de empresas en las que nunca habían trabajado. Para vergüenza de los pobres y sufridos ciudadanos andaluces, casi toda esa cofradía del morro camina con la sonrisa en los labios, orgullosos de haber sido lo bastante listos para arrimarse al poder y vivir como sátrapas.
Esos cofrades del bochorno constituyen un desprestigio internacional para España y una insoportable vergüenza para la sociedad española mas decente y limpia, que, aunque parezca imposible, subsiste y lucha desde las catacumbas para que los falsos demócratas que se han apoderado del Estado sean desalojados y se les sustituya por verdaderos políticos, por gente interesada en un mundo mejor, que sepan anteponer el bien común a los mas mezquinos y rastreros intereses.