Información y Opinión

La 'ciudadanía' andaluza está mal





A los políticos les gusta más hablar de "ciudadanía" que de ciudadanos, entre otras razones porque la ciudadanía es un grupo amorfo y sin personalidad propia, mientras que el ciudadano piensa, exige y hasta puede rebelarse. A los políticos se les llena la boca cuando hablan de "la ciudadanía" como si se refirieran a una instancia sabia y soberana, capaz de juzgar la política y de ejercer una influencia suprema en el gobierno, pero esa ciudadanía no existe en la democracia española y, como mucho, es una masa manipulable de individuos escasamente formados, ignorantes, asustados e incapaces de cumplir con su deber de exigir a sus representantes políticos y controlarlos.

La ciudadanía andaluza, integrada por casi diez millones de habitantes, uno de cada cinco españoles, es un desastre a juzgar por lo que revela el número 17 de la revista "Actalidad", dedicada a "La ciudadanía andaluza hoy".

El ciudadano andaluz desconfía de las instituciones y todavía más de los políticos. Un tercio de los andaluces desconfía de los parlamentos andaluz y español, pero dos tercios recela de los políticos. La institución que más valora es el Parlamento Andaluz, con un aprobado escueto de 5.4 puntos sobre 10, pero otorga suspensos estruendosos a los políticos (3.09) y al Parlamento español (4.8).

El ciudadano andaluz se abstiene masivamente cuando se abren las urnas y en algunos casos la abstención llega a ser escandalosa (59.1 por ciento en las elecciones europeas). El nuevo Estatuto de Andalucía, una ley básica que regula su vida política, fue aprobado por apenas un tercio de los electores, lo que denota que el ciudadano valora poco la democracia como sistema.

La desinformación es escandalosa. Los datos revelan que la ciudadanía andaluza está peor informada que la media española, cuya información ya es deficiente. La desinformación ciudadana implica incapacidad para exigir y controlar a los representantes políticos. Mas de la mitad de los andaluces no tienen ni idea en qué gasta el dinero la Junta de Andalucía y el 90 por ciento ni siquiera conoce al cabeza de la lista que votan en las elecciones.

Los niveles de participación en la vida política y social son también decepcionantes. Sólo el 32 por ciento de los andaluces pertenecen a alguna asociación. Sólo cinco asociaciones superan la barrera del 3 por ciento: los sindicatos (5.5%), los grupos religiosos (5.4), los clubes deportivos (3.3), los partidos políticos (3.2) y los que defienden la paz, los derecos humanos y otras ONGs (3.2). Casi el 80 por ciento no va a las manifestaciones, ni trabaja con otros para resolver problemas sociales y el 74.2 por ciento afirma que no se puede confiar en la gente.

Para esos ciudadanos, cumplir la ley es sinónimo de ser buen ciudadano, pero el 20 por ciento se declara dispuesto a tolerar ilegalidades y trampas en los municipios "si nos benefician a todos".

En fin, un verdadero déficit de ciudadanía en Andalucía, por desgracia sólo un poco peor que la también decepcionante media española.

La revista Actualidad es una publicación del Centro de Estudios Andaluces, organismo oficial dependiente de la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía, más seria y fidedigna de lo que cabría esperar, dada su dependencia del poder político.

   
Jueves, 3 de Abril 2008
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