Momento en el que se impedía al ministro de Presidencia, Felix Bolaños, subir a la tribuna del acto cívico militar por el Dos de Mayo
Ayuso, al impedir a Bolaños, perro de presa de Sánchez, subir a la tribuna del desfile del Dos de Mayo, demostró ser el más fuerte y duro baluarte contra el sanchismo en España, junto a la incansable lucha de VOX. El ministro no estaba invitado, pero acudió para provocar el escándalo, probablemente por encargo directo de Pedro Sánchez, a quien le gustan las tensiones que movilicen al desanimado electorado socialista.
Por orden de Isabel Díaz Ayuso se le impidió subir a la tribuna presidencial de los actos por el Dos de Mayo al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que no estaba invitado al acto, pero que ha seguido la tradicional parada militar que tiene lugar cada año en la Puerta del Sol junto al resto de las autoridades, a pie de plaza. Cuando quiso incorporarse a la tribuna, con claro ánimo de provocar un escándalo, el protocolo de la comunidad de Madrid le cerró el paso, creándose momentos de gran tensión. En la tribuna sí han estado en cambio el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la ministra de Defensa, Margarita Robles. El acto se celebraba en medio de la polémica precisamente por la presencia de Bolaños en el mismo.
Bolaños es hoy el ministro con más poder real del gabinete y cuenta con la estrecha amistad de Pedro Sánchez, al que admira con fervor de novicio.
“Bajo ningún concepto”, le ha dicho al ministro la jefa de Protocolo de la Comunidad de Madrid, Alejandra Blázquez. “Tenemos una organización perfectamente establecida”, ha reiterado Blázquez, quien ha defendido que ya había “una ministra” y que estaban “cumpliendo toda la normativa con respecto a la representación institucional”.
El Gobierno ha lamentado “la instrumentalización política que ha hecho el PP de la fiesta de la Comunidad de Madrid faltando, incluso, al deber básico de lealtad institucional”. Pero su "cabreo" no es profundo porque el objetivo de Sánchez, que era crear escándalo y polémica para inyectar odio en su electorado socialista había quedado más que alcanzado.
Isabel Díaz Ayuso, por su parte, ha advertido al gobierno de Sánchez que tenga cuidado porque lo que ocurre en Madrid tiene una honda repercusión en toda España.
De hecho, Madrid se ha convertido ya en la punta de lanza de la resistencia al sanchismo y muchos madrileños han asumido con entusiasmo el papel de verdugos de la tiranía sanchista, sobre todo un día como el 2 de mayo, que conmemora el alzamiento del pueblo de Madrid contra la invasión de los franceses de Napoleón, otro que quería esclavizar a los españoles.
El pueblo de Madrid es cada día más consciente de que el gobierno de Sánchez acosa a Madrid y lo perjudica en todo lo que puede porque la capital de España se ha convertido en la capital de la libertad y la prosperidad en España y también en el gran campo de batalla de la libertad contra el sanchismo.
Lo ocurrido ayer con el ministro Bolaños como protagonista es otra maldad de Pedro Sánchez, toda una conspiración organizada por la Moncloa para reventar el acto oficial y llenar un poco más de odio la política española.
Francisco Rubiales
Por orden de Isabel Díaz Ayuso se le impidió subir a la tribuna presidencial de los actos por el Dos de Mayo al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que no estaba invitado al acto, pero que ha seguido la tradicional parada militar que tiene lugar cada año en la Puerta del Sol junto al resto de las autoridades, a pie de plaza. Cuando quiso incorporarse a la tribuna, con claro ánimo de provocar un escándalo, el protocolo de la comunidad de Madrid le cerró el paso, creándose momentos de gran tensión. En la tribuna sí han estado en cambio el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la ministra de Defensa, Margarita Robles. El acto se celebraba en medio de la polémica precisamente por la presencia de Bolaños en el mismo.
Bolaños es hoy el ministro con más poder real del gabinete y cuenta con la estrecha amistad de Pedro Sánchez, al que admira con fervor de novicio.
“Bajo ningún concepto”, le ha dicho al ministro la jefa de Protocolo de la Comunidad de Madrid, Alejandra Blázquez. “Tenemos una organización perfectamente establecida”, ha reiterado Blázquez, quien ha defendido que ya había “una ministra” y que estaban “cumpliendo toda la normativa con respecto a la representación institucional”.
El Gobierno ha lamentado “la instrumentalización política que ha hecho el PP de la fiesta de la Comunidad de Madrid faltando, incluso, al deber básico de lealtad institucional”. Pero su "cabreo" no es profundo porque el objetivo de Sánchez, que era crear escándalo y polémica para inyectar odio en su electorado socialista había quedado más que alcanzado.
Isabel Díaz Ayuso, por su parte, ha advertido al gobierno de Sánchez que tenga cuidado porque lo que ocurre en Madrid tiene una honda repercusión en toda España.
De hecho, Madrid se ha convertido ya en la punta de lanza de la resistencia al sanchismo y muchos madrileños han asumido con entusiasmo el papel de verdugos de la tiranía sanchista, sobre todo un día como el 2 de mayo, que conmemora el alzamiento del pueblo de Madrid contra la invasión de los franceses de Napoleón, otro que quería esclavizar a los españoles.
El pueblo de Madrid es cada día más consciente de que el gobierno de Sánchez acosa a Madrid y lo perjudica en todo lo que puede porque la capital de España se ha convertido en la capital de la libertad y la prosperidad en España y también en el gran campo de batalla de la libertad contra el sanchismo.
Lo ocurrido ayer con el ministro Bolaños como protagonista es otra maldad de Pedro Sánchez, toda una conspiración organizada por la Moncloa para reventar el acto oficial y llenar un poco más de odio la política española.
Francisco Rubiales