Información y Opinión

La Tierra es plana





"La Tierra es plana" es el título del último libro del periodista Thomas Friedman, un best seller internacional recien publicado en España por "MR Ediciones", el libro que mejor describe la globalización entre los muchos que he leído.

Friedman cree que aquella tierra redonda descubierta por Colón hace poco más de cinco siglos se está volviendo plana como consecuencia de la globalización y dedica las 500 páginas de su libro a explicar ese fenómeno con ejemplos fascinantes: la India, donde miles de ingenieros competitivos están levantando a pulso su país y convirtiéndolo en una potencia del futuro; China, con su capacidad de producir y fenómenos "aplanadores" como la subcontratación, el libre acceso a la información, el software y muchos otros.

Friedman, que es un viejo zorro que sabe explicar sus ideas sin que el libro se caiga de las manos, afirma que han existido hasta hoy tres grandes eras de globalización: la primera fue la de Cristobal Colón, que engogió la Tierra desde la talla grande a la mediana; la seguinda se produjo entre 1.800 y el año 2000 y encogió la talla del mundo de mediana a pequeña; la tercera acaba de empezar y está encogiendo la talla del mundo de pequeña a diminuta.

No es un libro triste, a pesar de que afronta todos los dramas del planeta, que no son pocos, observados desde una original optica globalizadora, que explica mucho de lo que ocurre. No es pesimista ni negativo porque Friedman cree que el protagonista de esta tercera etapa de la globalización es el individuo, que recuperará el poder que ha perdido en anteriores etapas.

El libro aclara un fenómeno fascinante: mientras las dos globalizaciones anteriores fueron obra de genete y empresas europeas y occidentales, esta tercera será obra de gentes y de empresas de todo el planeta.

El enfoque globalizador es como una lupa de gran aumento y de cristal nítido que permite comprender fenómenos como la degradación actual de las democracias, el terrorismo, la violencia, los desequilibrios, la inmigración y la competencia, una fuerza esta última que, poco a poco, impondrá su ley y lo invadirá todo.

Friedman cree que el la lucha por la prosperidad es ya una apasionante lucha por agregar valor y afirma que ya no hay que decirle a nuestros hijos: "come porque hay muchos niños chinos, indios y negros que pasan hambre", sino "estudia porque hay muchos chinos, indios y negros que sueñan con tu puesto de trabajo".

He disfrutado leyendo este libro como sólo puede hacerlo un eterno curioso, "vicio" heredado de mi profesión de periodista, que también tiene su faceta buena: te mantiene siempre vivo y rebosante de dinamismo vital.

Franky  
Sábado, 25 de Marzo 2006
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