La Ley de Violencia de Género se basó en un axioma falso: que la mujer era víctima por el mero hecho de ser mujer y el varón culpable por el mero hecho de ser varón. Y, además, se falsearon las estadísticas para justificar la necesidad de esa ley.
La mujer merece ser protegida de manera especial porque muchas veces es víctima de abusos, ante los que suele encontrarse indefensa, pero protegerla con una ley desequilibrada, injusta, discriminatoria y anticonstitucional no es hacerle un favor sino aplastarla un poco más.
España pudo haber sido un país ejemplar por reaccionar con rapidez y contundencia contra la llamada violencia de género, por combatir el maltrato y proteger a la mujer, pero, al aprobar una ley desigual, discriminatoria y cargada de injusticia, ha logrado ser considerada por los juristas en todo el mundo como un claro ejemplo de lo que nunca hay que hacer en democracia.
Es durísimo descubrir que el gobierno y los partidos políticos son los principales violadores de la Constitución. Lo hacen de muchas maneras, cobrando impuestos aberrantes como el de Sucesiones y Donaciones, el del Patrimonio, el de Plusvalías y otros, aprobando leyes discriminatorias y, sobre todo, aplicando la brutal y anticonstitucional Ley de Violencia de Género, un auténtico monumento a la injusticia tan desequilibrado y abusivo que está acabando con miles de familias y que puede convertir al hombre en un ciudadano sin derechos, en un desgraciado y en una piltrafa indefensa.
El vídeo que ilustra y enriquece esta información es un alegato escalofriante que demuestra toda la brutalidad y la arbitrariedad de esa ley y la indefensión terrible en que queda todo hombre español frente a cualquier denuncia falsa.
En Andalucía, una mujer denuncio a su pareja, que tenía orden de alejamiento, porque dijo que se había acercado a cinco metros y la había amenazado. Cuando la policía fue a por él, descubrió que el hombre se había suicidado hacía ya once meses.
Es cierto que la ley ampara a las víctimas reales de violencia de género, pero lo hace de manera brutal, violando innecesariamente la Constitución y despojando al hombre de sus derechos fundamentales, incluso a su derecho a la presunción de inocencia, pues basta una denuncia para ser ingresado automáticamente en el calabozo.
Mejor que seguir despotricando como demócrata contra la injusta ley vigente en España, les invito a visionar el vídeo. Es un poco extenso, pero merece la pena para conocer la inmensa pocilga que los políticos han construido en este país y para convencerse un poco más de que todo lo que los políticos tocan lo pudren y envenenan.
Francisco Rubiales
La mujer merece ser protegida de manera especial porque muchas veces es víctima de abusos, ante los que suele encontrarse indefensa, pero protegerla con una ley desequilibrada, injusta, discriminatoria y anticonstitucional no es hacerle un favor sino aplastarla un poco más.
España pudo haber sido un país ejemplar por reaccionar con rapidez y contundencia contra la llamada violencia de género, por combatir el maltrato y proteger a la mujer, pero, al aprobar una ley desigual, discriminatoria y cargada de injusticia, ha logrado ser considerada por los juristas en todo el mundo como un claro ejemplo de lo que nunca hay que hacer en democracia.
Es durísimo descubrir que el gobierno y los partidos políticos son los principales violadores de la Constitución. Lo hacen de muchas maneras, cobrando impuestos aberrantes como el de Sucesiones y Donaciones, el del Patrimonio, el de Plusvalías y otros, aprobando leyes discriminatorias y, sobre todo, aplicando la brutal y anticonstitucional Ley de Violencia de Género, un auténtico monumento a la injusticia tan desequilibrado y abusivo que está acabando con miles de familias y que puede convertir al hombre en un ciudadano sin derechos, en un desgraciado y en una piltrafa indefensa.
El vídeo que ilustra y enriquece esta información es un alegato escalofriante que demuestra toda la brutalidad y la arbitrariedad de esa ley y la indefensión terrible en que queda todo hombre español frente a cualquier denuncia falsa.
En Andalucía, una mujer denuncio a su pareja, que tenía orden de alejamiento, porque dijo que se había acercado a cinco metros y la había amenazado. Cuando la policía fue a por él, descubrió que el hombre se había suicidado hacía ya once meses.
Es cierto que la ley ampara a las víctimas reales de violencia de género, pero lo hace de manera brutal, violando innecesariamente la Constitución y despojando al hombre de sus derechos fundamentales, incluso a su derecho a la presunción de inocencia, pues basta una denuncia para ser ingresado automáticamente en el calabozo.
Mejor que seguir despotricando como demócrata contra la injusta ley vigente en España, les invito a visionar el vídeo. Es un poco extenso, pero merece la pena para conocer la inmensa pocilga que los políticos han construido en este país y para convencerse un poco más de que todo lo que los políticos tocan lo pudren y envenenan.
Francisco Rubiales