Si la Ley de Memoria Histórica era totalitaria, la sanchista ley de Memoria Democrática lo es más. Rompe el consenso y agrede de lleno a la Constitución.
Tiene razón VOX cuando compara la Ley de Memoria Democrática con el Ministerio de la Verdad de Orwell y afirma que "Es totalitaria y sectaria" porque olvida los crímenes de una de las partes en el conflicto, beneficia al bando de los perdedores y blanquea los crímenes de la izquierda en el pasado de España, que fueron muchos, terribles y tan condenables como los de las derechas.
Pero el peor rasgo de esa ley no es su arbitrariedad, ni su injusticia, sino su maldad intrínseca, ya que elimina de un plumazo el espíritu de concordia y perdón que iluminó a los españoles durante la Transición del franquismo a la democracia, cuando parecía que los dos bandos que se enfrentaron en la guerra civil de 1936 se reconciliaban y se comprometían a olvidar los odios y rencores para afrontar juntos el futuro de España y conducir el país hacia la prosperidad y la concordia.
Pero ahora, con la resurrección del odio y el rencor por parte de socialistas y comunistas, descubrimos que aquella aparente concordia y reconciliación selladas tras la muerte de Franco eran mentira y que sólo se trataba de ganar tiempo y poder para ejecutar la venganza.
Por obra de Pedro Sánchez y su gobierno de comunistas, pro etarras, golpistas e independentistas llenos de odio a la nación, vuelven a existir dos Españas enfrentadas y en lucha, como en los peores momentos del pasado. Se trata de una irresponsabilidad maliciosa que traerá consecuencias y que merece la condena de todos los españoles de bien.
Con lucidez y precisión milimétrica, VOX califica la nueva ley de "propaganda" y denuncia que su finalidad es "inculcar en las mentes de los españoles la ecuación según la cual izquierda equivalió y equivaldrá siempre a democracia y libertad, y derecha a fascismo y represión". Denuncia, además, la creación de un Consejo de la Memoria que "recuerda siniestramente" al Ministerio de la Verdad de la novela 1984 escrita por George Orwell.
La Historia ha demostrado hasta la saciedad que sólo cuando se une y empuja en la misma dirección, España avanza y se hace grande. La ley socialista-comunista, además de un monumento al rencor, es un freno y un lastre irresistible para el verdadero progreso de España.
En un documento de 15 folios registrado en la Cámara, VOX reivindica la Transición española por su carácter reconciliador: "Se acordó un borrón y cuenta nueva moral y judicial. Derecha e izquierda convinieron tácticamente no arrojarse a la cara las culpas y crímenes de los años 30, prefiriendo centrarse en la construcción de un futuro de concordia", afirman.
Es tan indecente y horrendo el comportamiento de las izquierdas, apoyados por los partidos del odio que apoyan a Sánchez, que España tendrá que pagar en el una factura muy dolorosa por haber elegido la pugna, el rencor y el odio como motores de su vida política, una línea de conducta que nos conducirá a la ruina y al fracaso.
Francisco Rubiales
Pero el peor rasgo de esa ley no es su arbitrariedad, ni su injusticia, sino su maldad intrínseca, ya que elimina de un plumazo el espíritu de concordia y perdón que iluminó a los españoles durante la Transición del franquismo a la democracia, cuando parecía que los dos bandos que se enfrentaron en la guerra civil de 1936 se reconciliaban y se comprometían a olvidar los odios y rencores para afrontar juntos el futuro de España y conducir el país hacia la prosperidad y la concordia.
Pero ahora, con la resurrección del odio y el rencor por parte de socialistas y comunistas, descubrimos que aquella aparente concordia y reconciliación selladas tras la muerte de Franco eran mentira y que sólo se trataba de ganar tiempo y poder para ejecutar la venganza.
Por obra de Pedro Sánchez y su gobierno de comunistas, pro etarras, golpistas e independentistas llenos de odio a la nación, vuelven a existir dos Españas enfrentadas y en lucha, como en los peores momentos del pasado. Se trata de una irresponsabilidad maliciosa que traerá consecuencias y que merece la condena de todos los españoles de bien.
Con lucidez y precisión milimétrica, VOX califica la nueva ley de "propaganda" y denuncia que su finalidad es "inculcar en las mentes de los españoles la ecuación según la cual izquierda equivalió y equivaldrá siempre a democracia y libertad, y derecha a fascismo y represión". Denuncia, además, la creación de un Consejo de la Memoria que "recuerda siniestramente" al Ministerio de la Verdad de la novela 1984 escrita por George Orwell.
La Historia ha demostrado hasta la saciedad que sólo cuando se une y empuja en la misma dirección, España avanza y se hace grande. La ley socialista-comunista, además de un monumento al rencor, es un freno y un lastre irresistible para el verdadero progreso de España.
En un documento de 15 folios registrado en la Cámara, VOX reivindica la Transición española por su carácter reconciliador: "Se acordó un borrón y cuenta nueva moral y judicial. Derecha e izquierda convinieron tácticamente no arrojarse a la cara las culpas y crímenes de los años 30, prefiriendo centrarse en la construcción de un futuro de concordia", afirman.
Es tan indecente y horrendo el comportamiento de las izquierdas, apoyados por los partidos del odio que apoyan a Sánchez, que España tendrá que pagar en el una factura muy dolorosa por haber elegido la pugna, el rencor y el odio como motores de su vida política, una línea de conducta que nos conducirá a la ruina y al fracaso.
Francisco Rubiales