Monseñor Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española y obispo de Bilbao, ha irritado a millones de españoles al utilizar el lenguaje de ETA, denominando "lucha armada" lo que ha sido el asesinato a sangre fria, por parte del terrorismo etarra, de un millar de personas.
El lider de la Iglesia Católica española ha puesto de manifiesto, con sus declaraciones al semanario italiano "Famiglia Cristiana", las divisiones internas existentes en el Episcopado y la existencia de un verdadero problema con las jerarquías vasca y catalana.
Blazquez se ha manifestado en contra de las tesis defendidas por la mayoría del Episcopado español al apoyar la negociación con la banda terrorista sin condiciones o matices, afirmando que espera que el diálogo con ETA sirva para poner fin a la violencia.
Los obispos españoles están alcanzando en estos tiempos niveles de división internas inéditos, sobre todo cuando se toca el proceso de negociación con ETA. La mayoría, en la que militan los cardenales, se inclina por apoyar la unidad de España y una negociación que sólo debe realizarse si ETA entrega las armas primero y sin concesiones al terrorismo, mientras que los obispos vascos y catalanes se muestran partidarios de una negociación con ETA sin condiciones, de igual a igual, mientras apoyan la autodeterminación, en algunos casos con mayor énfasis, incluso, que los partidos políticos nacionalistas que promueven el separatismo y la independencia.
El lider de la Iglesia Católica española ha puesto de manifiesto, con sus declaraciones al semanario italiano "Famiglia Cristiana", las divisiones internas existentes en el Episcopado y la existencia de un verdadero problema con las jerarquías vasca y catalana.
Blazquez se ha manifestado en contra de las tesis defendidas por la mayoría del Episcopado español al apoyar la negociación con la banda terrorista sin condiciones o matices, afirmando que espera que el diálogo con ETA sirva para poner fin a la violencia.
Los obispos españoles están alcanzando en estos tiempos niveles de división internas inéditos, sobre todo cuando se toca el proceso de negociación con ETA. La mayoría, en la que militan los cardenales, se inclina por apoyar la unidad de España y una negociación que sólo debe realizarse si ETA entrega las armas primero y sin concesiones al terrorismo, mientras que los obispos vascos y catalanes se muestran partidarios de una negociación con ETA sin condiciones, de igual a igual, mientras apoyan la autodeterminación, en algunos casos con mayor énfasis, incluso, que los partidos políticos nacionalistas que promueven el separatismo y la independencia.