El mayor fracaso de España como nación quizás sea haber permitido que sus enemigos escriban su Historia y sustituyan una verdad que es grandiosa por suciedades y falsedades.
Se trata, probablemente, de la mayor ofensiva lanzada por España contra la Leyenda Negra antiespañola, forjada por ingleses, holandeses y norteamericanos, y apuntalada por Francia y los enemigos internos de España, que no son pocos.
Los que acudan a una sala de cine para ver esta producción saldrán sorprendidos y enaltecidos, además de agradecidos y felices de ser españoles. El documental, con sus verdades contrastadas y desconocidas para muchos, es un baño de autoestima para una España que ha sido seriamente dañada en su fama y su prestigio por sus dos peores enemigos: los anglosajones, sobre todo los ingleses, y los políticos de la propia España, que nunca han estado a la altura del país que representaban y hostigaban.
Hay que ir a verlo y apoyarlo desde lo más profundo de nuestro ser porque del mismo modo que repudiamos el mal cine de la patulea de los cineastas progres subvencionados, hay que apoyar el buen cine y la buena historia que realizan los españoles decentes y veraces.
Descubriremos, por ejemplo, que John Smith, el de Pocahontas, era en realidad Juan Ortiz (un marino español cautivo por nativos americanos en Florida) , que Robinson Crusoe era Pedro Serrano (un capitán español que en 1526 sobrevivió a un naufragio en un banco de arena del Mar Caribe), que lo que el inglés Livingston descubrió estaba ya descubierto y documentado, dos siglos antes por el misionero español Pedro Páez, que Darwin copió a Felix de Azara, que llevaba ya tiempo gritando lo de la evolución de las especies y la selección natural.
Los ladones y piratas británicos no han perdido el tiempo robándole a España su verdad histórica, tergiversando y mintiendo, algo que les envilece y demuestra su suciedad como nación.
Descubriremos que James Cook encontró a los hawaianos cocinando con cacerolas y chapurreando palabras españolas porque esas islas habían sido descubiertas por el malagueño Ruy López de Villalobos a mediados del XVI, al igual que la Antártida por Gabriel de Castilla, en 1601 aunque la medalla se la pusiera el pirata histórico y mentiroso profesional Cook, que robó los mapas españoles en Manila, en 1768 y siguió el rumbo de estos para atribuirse méritos inmerecidos, con el entusiasta apoyo de la sociedad británica, depredadora y falsaria.
Gracias al documental sabremos que el salvaje oeste norteamericano no era tan salvaje como lo ha pintado Hollywood, la fábrica de mentiras mas grande la Historia humana. Aquellas tierras eran españolas, llenas de pueblos y caminos españoles. Hasta el jefe indio Jerónimo hablaba español y estaba bautizado.
En Nueva Zelanda y Australia había descendientes españoles cuando Tasman puso el primer pie en la isla.
Nos hemos criado con películas donde los piratas robaban tesoros de los barcos españoles, pero la realidad es que sólo un 3% de los galeones que llegaban de América fueron robados por piratas, siempre financiados vergonzosamente por la escasamente ética Corona Británica. Por cierto, el mayor botín del mar lo consiguió Luis de Córdova y Córdova, que apresó 55 barcos británicos de una sola tacada, cargados de oro.
El español Blas de Lezo doblegó en 1741 a una flota británica de 180 barcos, la mayor formada por ese país y antes, en 1589, los ingleses perdieron otra flota de más de 140 galeones al intentar atacar La Coruña.
Pero la piratería histórica, con la colaboración de los políticos españoles y nuestros enemigos internos, muy abundantes en Cataluña, logaron que el mundo sólo oyera hablar de la Armada Invencible y Trafalgar.
Incapaz de derrotar a los españoles en guerras justas y frontales, los ingleses y sus sobrinos norteamericanos nos derrotaron con la mentira, la piratería histórica y la conspiración sucia.
Alaska era española y Taiwan también, pero eso casi nadie lo sabe porque los enemigos de España lo han negado y su mentira se ha impuesto sobre la verdad, con la inestimable colaboración del liderazgo político español, tan envilecido siglo tras siglo que ha elevado estatuas de criminales sádicos antiespañoles, vendidos a los británicos, como Simón Bolívar, hoy ignominiosamente presente con monumentos de homenaje en muchas de nuestras ciudades.
Los ingleses estaban rabiosos porque perdieron en todos los terrenos, incluso en el que les es más propio y familiar, como el de la piratería. Para pirata, Pero Niño, que entró por el Támesis hasta Londres, y no el famoso Drake, un cobarde que huyó a nado dejando a su hermano y su flota entera, que fue hundida por los españoles en el Caribe.
En el documental descubrirá cosas sorprendentes que nunca le han contado y que hacen de España un país asombroso, al que únicamente la peor clase política del planeta ha logado debilitar y degradar, hasta encontrarnos con la España del presente, corrupta, corrompida, desprestigiada y despreciada internacionalmente por su mal gobierno, su falsa democracia y la suciedad que desprende su lamentable decadencia.
Ojalá el documental provoque un giro y empecemos nosotros a enseñar la verdad en nuestras escuelas, donde, lamentablemente, se enseñan muchas de las tesis fundamentales de la Leyenda Negra que forjaron nuestros enemigos con envidia y mentira.
Para desgracia de la Humanidad, la historia de España y del mundo la han escrito y la escriben los anglosajones, principalmente Inglaterra, con la valiosa ayuda de Holanda y Estados Unidos, piratas históricos sin ética ni decencia.
Francisco Rubiales
Se trata, probablemente, de la mayor ofensiva lanzada por España contra la Leyenda Negra antiespañola, forjada por ingleses, holandeses y norteamericanos, y apuntalada por Francia y los enemigos internos de España, que no son pocos.
Los que acudan a una sala de cine para ver esta producción saldrán sorprendidos y enaltecidos, además de agradecidos y felices de ser españoles. El documental, con sus verdades contrastadas y desconocidas para muchos, es un baño de autoestima para una España que ha sido seriamente dañada en su fama y su prestigio por sus dos peores enemigos: los anglosajones, sobre todo los ingleses, y los políticos de la propia España, que nunca han estado a la altura del país que representaban y hostigaban.
Hay que ir a verlo y apoyarlo desde lo más profundo de nuestro ser porque del mismo modo que repudiamos el mal cine de la patulea de los cineastas progres subvencionados, hay que apoyar el buen cine y la buena historia que realizan los españoles decentes y veraces.
Descubriremos, por ejemplo, que John Smith, el de Pocahontas, era en realidad Juan Ortiz (un marino español cautivo por nativos americanos en Florida) , que Robinson Crusoe era Pedro Serrano (un capitán español que en 1526 sobrevivió a un naufragio en un banco de arena del Mar Caribe), que lo que el inglés Livingston descubrió estaba ya descubierto y documentado, dos siglos antes por el misionero español Pedro Páez, que Darwin copió a Felix de Azara, que llevaba ya tiempo gritando lo de la evolución de las especies y la selección natural.
Los ladones y piratas británicos no han perdido el tiempo robándole a España su verdad histórica, tergiversando y mintiendo, algo que les envilece y demuestra su suciedad como nación.
Descubriremos que James Cook encontró a los hawaianos cocinando con cacerolas y chapurreando palabras españolas porque esas islas habían sido descubiertas por el malagueño Ruy López de Villalobos a mediados del XVI, al igual que la Antártida por Gabriel de Castilla, en 1601 aunque la medalla se la pusiera el pirata histórico y mentiroso profesional Cook, que robó los mapas españoles en Manila, en 1768 y siguió el rumbo de estos para atribuirse méritos inmerecidos, con el entusiasta apoyo de la sociedad británica, depredadora y falsaria.
Gracias al documental sabremos que el salvaje oeste norteamericano no era tan salvaje como lo ha pintado Hollywood, la fábrica de mentiras mas grande la Historia humana. Aquellas tierras eran españolas, llenas de pueblos y caminos españoles. Hasta el jefe indio Jerónimo hablaba español y estaba bautizado.
En Nueva Zelanda y Australia había descendientes españoles cuando Tasman puso el primer pie en la isla.
Nos hemos criado con películas donde los piratas robaban tesoros de los barcos españoles, pero la realidad es que sólo un 3% de los galeones que llegaban de América fueron robados por piratas, siempre financiados vergonzosamente por la escasamente ética Corona Británica. Por cierto, el mayor botín del mar lo consiguió Luis de Córdova y Córdova, que apresó 55 barcos británicos de una sola tacada, cargados de oro.
El español Blas de Lezo doblegó en 1741 a una flota británica de 180 barcos, la mayor formada por ese país y antes, en 1589, los ingleses perdieron otra flota de más de 140 galeones al intentar atacar La Coruña.
Pero la piratería histórica, con la colaboración de los políticos españoles y nuestros enemigos internos, muy abundantes en Cataluña, logaron que el mundo sólo oyera hablar de la Armada Invencible y Trafalgar.
Incapaz de derrotar a los españoles en guerras justas y frontales, los ingleses y sus sobrinos norteamericanos nos derrotaron con la mentira, la piratería histórica y la conspiración sucia.
Alaska era española y Taiwan también, pero eso casi nadie lo sabe porque los enemigos de España lo han negado y su mentira se ha impuesto sobre la verdad, con la inestimable colaboración del liderazgo político español, tan envilecido siglo tras siglo que ha elevado estatuas de criminales sádicos antiespañoles, vendidos a los británicos, como Simón Bolívar, hoy ignominiosamente presente con monumentos de homenaje en muchas de nuestras ciudades.
Los ingleses estaban rabiosos porque perdieron en todos los terrenos, incluso en el que les es más propio y familiar, como el de la piratería. Para pirata, Pero Niño, que entró por el Támesis hasta Londres, y no el famoso Drake, un cobarde que huyó a nado dejando a su hermano y su flota entera, que fue hundida por los españoles en el Caribe.
En el documental descubrirá cosas sorprendentes que nunca le han contado y que hacen de España un país asombroso, al que únicamente la peor clase política del planeta ha logado debilitar y degradar, hasta encontrarnos con la España del presente, corrupta, corrompida, desprestigiada y despreciada internacionalmente por su mal gobierno, su falsa democracia y la suciedad que desprende su lamentable decadencia.
Ojalá el documental provoque un giro y empecemos nosotros a enseñar la verdad en nuestras escuelas, donde, lamentablemente, se enseñan muchas de las tesis fundamentales de la Leyenda Negra que forjaron nuestros enemigos con envidia y mentira.
Para desgracia de la Humanidad, la historia de España y del mundo la han escrito y la escriben los anglosajones, principalmente Inglaterra, con la valiosa ayuda de Holanda y Estados Unidos, piratas históricos sin ética ni decencia.
Francisco Rubiales