En 1975, el mundo se sorprendió ante el amor de los españoles por la democracia, un sistema que acogieron con un entusiasmo ejemplar. Los ciudadanos amaban a sus políticos, jueces, periodistas y policías, símbolos del nuevo orden y del que esperaban que traería la Justicia, la democracia y la libertad. El pueblo recibió con los brazos abiertos, con ilusión e inmenso cariño a aquellos partidos y políticos que sustituyeron al Franquismo. La entrega de los españoles al nuevo sistema fue total y el mundo consideró ejemplar aquel tránsito pacífico e ilusionado de la dictadura a lo que llamaban democracia.
Pero hoy, cuatro décadas después, aquella esperanza se ha tornado frustración porque los políticos han fracasado y frustrado las esperanzas de los ciudadanos. La España que han construido no se parece en nada a la que soñaron aquellos hombres y mujeres tras la muerte de Franco. La España actual es un basurero injusto, infectado de corrupción y mal gobernado por una clase política a la que el pueblo rechaza y aprende a odiar. Políticos, periodistas, jueces y policías aparecen ahora como los profesionales mas rechazados por un pueblo que les señala como los principales culpables del mal gobierno, de la corrupción y de haber construido un país sin valores, injusto y lleno de abusos y vicios.
Los españoles de hoy han comprobado que los politicastros que sustituyeron al Franquismo han destrozado, endeudado, corrompido, empobrecido y hasta envilecido la nación, mientras que los pésimos e injustos gobernantes se atiborraban de poder y privilegios inmerecidos.
La reciente liquidación del PP valenciano en pleno, infectado de corrupción, es la muestra más evidente de lo que los políticos han hecho con España.
Por culpa de los políticos, la pobre España ha retrocedido en muchos capítulos, en demasiados, desde 1974.
Para muchos españoles, cansados de soportar a dirigentes sin altura ni capacidad de liderazgo, muchos de ellos corruptos, falsos y torpes, ha llegado la hora de abandonar el miedo y decir claramente que los políticos han fracasado y echar en cara a nuestra clase política sus traiciones, engaños, injusticias y los enormes daños que han causado a España y a sus ciudadanos, todos innecesarios y gratuitos, producto sólo de la corrupción, el egoísmo y la codicia.
Es la hora de sustituir a esos políticos sin grandeza y a esos partidos, que, por el número de causas delictivas abiertas en los tribunales, mas parecen asociaciones de malhechores que agrupaciones al servicio del pueblo y de la democracia.
Los españoles son cada día mas conscientes de que sus dirigentes, sobre todo los adscritos a los dos grandes partidos, el PP y el PSOE, han fracasado y que esas agrupaciones están tan infectadas y podridas que son incapaces de capitanear la regeneración profunda que España necesita para resurgir y volver a ser un país digno y fuerte.
Es urgente la necesidad de sustituir la cúspide podrida del país por otro tipo de españoles, decentes y generosos, limpios de responsabilidades pasadas, ajenos a la vida de los partidos que han fracasado, gente capaz de servir a los demás y de llevar el timón de la nación con la limpieza y dignidad que exige la democracia y que desconocen nuestros actuales políticos.
Nota: El video que ilustra este artículo circula por Internet con mucho éxito y, a nuestro juicio, más que una defensa del indefendible franquismo, es una condena de la sucia democracia que nos han construido los políticos y sus aliados y protectores, sobre todo periodistas, jueces y policías.
Pero hoy, cuatro décadas después, aquella esperanza se ha tornado frustración porque los políticos han fracasado y frustrado las esperanzas de los ciudadanos. La España que han construido no se parece en nada a la que soñaron aquellos hombres y mujeres tras la muerte de Franco. La España actual es un basurero injusto, infectado de corrupción y mal gobernado por una clase política a la que el pueblo rechaza y aprende a odiar. Políticos, periodistas, jueces y policías aparecen ahora como los profesionales mas rechazados por un pueblo que les señala como los principales culpables del mal gobierno, de la corrupción y de haber construido un país sin valores, injusto y lleno de abusos y vicios.
Los españoles de hoy han comprobado que los politicastros que sustituyeron al Franquismo han destrozado, endeudado, corrompido, empobrecido y hasta envilecido la nación, mientras que los pésimos e injustos gobernantes se atiborraban de poder y privilegios inmerecidos.
La reciente liquidación del PP valenciano en pleno, infectado de corrupción, es la muestra más evidente de lo que los políticos han hecho con España.
Por culpa de los políticos, la pobre España ha retrocedido en muchos capítulos, en demasiados, desde 1974.
Para muchos españoles, cansados de soportar a dirigentes sin altura ni capacidad de liderazgo, muchos de ellos corruptos, falsos y torpes, ha llegado la hora de abandonar el miedo y decir claramente que los políticos han fracasado y echar en cara a nuestra clase política sus traiciones, engaños, injusticias y los enormes daños que han causado a España y a sus ciudadanos, todos innecesarios y gratuitos, producto sólo de la corrupción, el egoísmo y la codicia.
Es la hora de sustituir a esos políticos sin grandeza y a esos partidos, que, por el número de causas delictivas abiertas en los tribunales, mas parecen asociaciones de malhechores que agrupaciones al servicio del pueblo y de la democracia.
Los españoles son cada día mas conscientes de que sus dirigentes, sobre todo los adscritos a los dos grandes partidos, el PP y el PSOE, han fracasado y que esas agrupaciones están tan infectadas y podridas que son incapaces de capitanear la regeneración profunda que España necesita para resurgir y volver a ser un país digno y fuerte.
Es urgente la necesidad de sustituir la cúspide podrida del país por otro tipo de españoles, decentes y generosos, limpios de responsabilidades pasadas, ajenos a la vida de los partidos que han fracasado, gente capaz de servir a los demás y de llevar el timón de la nación con la limpieza y dignidad que exige la democracia y que desconocen nuestros actuales políticos.
Nota: El video que ilustra este artículo circula por Internet con mucho éxito y, a nuestro juicio, más que una defensa del indefendible franquismo, es una condena de la sucia democracia que nos han construido los políticos y sus aliados y protectores, sobre todo periodistas, jueces y policías.