No se necesita inventar una nueva enfermedad para comprender lo que ocurre en el mundo. Basta con considerar que lo psicópatas han alcanzado el poder y, a través de los medios, que nunca han sido tan poderosos y globalizadores como ahora, transmiten ese sentimiento de falta de empatía a la sociedad, de forma que la sociedad en su conjunto, aunque no sea psicópata, acaba comportándose como si lo fuera.
Y sin duda la falta de Dios es también uno de los factores que contribuyen. Habría que estudiar si es un fenómeno global o se trata de Occidente. Aunque la sociedad es global, aún quedan sitios donde se mantienen los valores tradicionales. Faltaría analizar si en esos lugares también, a pesar de los pocos cambios realizados, se da este fenómeno del avance incontenible del mal.
Porque lo que nos transmiten los medios es un sentimiento de individualismo tan grande, que la gente es absolutamente "miista". Es el yo, después yo y luego yo. Y por supuesto, si se abandona cualquier tipo de moralidad, todo está permitido y hago lo que me beneficia sin pensar en los demás. El concepto de prójimo ha desaparecido.
Los medios nos montan campañas solidarias para tranquilizar los restos de prójimo que nos queden y damos dinero para eso, con lo que tranquilizamos la conciencia, bastante mínima. Pero el próximo no nos importa. Nos lamentamos de los que mueren en las pateras o nos horrorizamos con las guerras y sin embargo, el subordinado que tenemos en el trabajo lo tratamos como un objeto.
Esta sociedad tendrá que regenerarse o desaparecer, pues las bases para su desaparición ya están puestas y funcionan muy bien y será necesario un trauma muy fuerte para reorganizar la sociedad y cuanto más tiempo pase, más grande será el trauma.
Esta guerra, artificial como todas, al menos en los dos últimos siglos, es una mera distracción. Aparte de los odios que siempre se producen en toda guerra y que es algo que hay que dejar claro a los combatientes, fundamentalmente que el enemigo no es humano, para que no tengan escrúpulos de matarlo, en esta hay unos odios de varios siglos, que se pasan por alto.
Hay que recurrir a la Historia para entenderlo y al parecer estos odios, en lugar de atenuarlos y hacerlos desaparecer, se han incrementado, al menos en el último siglo.
En Ucrania hay dos razas, los nórdicos y los eslavos y siempre se han odiado, pues no ha habido una integración. En España también hubo invasión de nórdicos y aunque al principio se llevaban muy mal con los nativos, se hizo un esfuerzo de integración, de modo que cuando la invasión musulmana, había pocas diferencias entre los españoles. La Reconquista terminó de limar cualquier residuo que quedara y ahora somos una raza, diversa, pero unida. Al menos de momento,
Vemos normal que en Uganda se mataran a conciencia entre las dos etnias que hay allí. Eso pilla lejos y si nos dicen los medios que los odios son ancestrales, lo damos por bueno y al fin y al cabo son «negros». Pero lo de Ucrania es lo mismo, pero como son «blancos» nos parece imposible y buscamos otras explicaciones y aceptamos las que nos dan los medios, sin comprender que no es más que propaganda de guerra.
Si a lo que ocurre en la sociedad se le quiere llamar de una forma específica, pues bueno, pero creo que basta con utilizar los nombres ya conocidos para explicar lo que nos ocurre.
La psicopatía y los psicópatas han tomado el poder.
Vanlop
Y sin duda la falta de Dios es también uno de los factores que contribuyen. Habría que estudiar si es un fenómeno global o se trata de Occidente. Aunque la sociedad es global, aún quedan sitios donde se mantienen los valores tradicionales. Faltaría analizar si en esos lugares también, a pesar de los pocos cambios realizados, se da este fenómeno del avance incontenible del mal.
Porque lo que nos transmiten los medios es un sentimiento de individualismo tan grande, que la gente es absolutamente "miista". Es el yo, después yo y luego yo. Y por supuesto, si se abandona cualquier tipo de moralidad, todo está permitido y hago lo que me beneficia sin pensar en los demás. El concepto de prójimo ha desaparecido.
Los medios nos montan campañas solidarias para tranquilizar los restos de prójimo que nos queden y damos dinero para eso, con lo que tranquilizamos la conciencia, bastante mínima. Pero el próximo no nos importa. Nos lamentamos de los que mueren en las pateras o nos horrorizamos con las guerras y sin embargo, el subordinado que tenemos en el trabajo lo tratamos como un objeto.
Esta sociedad tendrá que regenerarse o desaparecer, pues las bases para su desaparición ya están puestas y funcionan muy bien y será necesario un trauma muy fuerte para reorganizar la sociedad y cuanto más tiempo pase, más grande será el trauma.
Esta guerra, artificial como todas, al menos en los dos últimos siglos, es una mera distracción. Aparte de los odios que siempre se producen en toda guerra y que es algo que hay que dejar claro a los combatientes, fundamentalmente que el enemigo no es humano, para que no tengan escrúpulos de matarlo, en esta hay unos odios de varios siglos, que se pasan por alto.
Hay que recurrir a la Historia para entenderlo y al parecer estos odios, en lugar de atenuarlos y hacerlos desaparecer, se han incrementado, al menos en el último siglo.
En Ucrania hay dos razas, los nórdicos y los eslavos y siempre se han odiado, pues no ha habido una integración. En España también hubo invasión de nórdicos y aunque al principio se llevaban muy mal con los nativos, se hizo un esfuerzo de integración, de modo que cuando la invasión musulmana, había pocas diferencias entre los españoles. La Reconquista terminó de limar cualquier residuo que quedara y ahora somos una raza, diversa, pero unida. Al menos de momento,
Vemos normal que en Uganda se mataran a conciencia entre las dos etnias que hay allí. Eso pilla lejos y si nos dicen los medios que los odios son ancestrales, lo damos por bueno y al fin y al cabo son «negros». Pero lo de Ucrania es lo mismo, pero como son «blancos» nos parece imposible y buscamos otras explicaciones y aceptamos las que nos dan los medios, sin comprender que no es más que propaganda de guerra.
Si a lo que ocurre en la sociedad se le quiere llamar de una forma específica, pues bueno, pero creo que basta con utilizar los nombres ya conocidos para explicar lo que nos ocurre.
La psicopatía y los psicópatas han tomado el poder.
Vanlop