Tonto del haba.
También he oído la forma “tonto l´aba”. Desconozco que tendrán que ver las habas, alimento por cierto muy recomendable, con la cualidad de tonto. También ignoro la relación de las habas con el presidente del Gobierno. Por tanto –como sucede con otros insultos dúplices en palabras- quizás no sea correcto aplicarlas simultáneamente.
He oído otra variante de este insulto en la que en lugar de ser del haba, se dice que es “tonto del ...” (aquí hacen mención a la parte final del intestino grueso o recto). No tengo datos para afirmar ni desmentir esta opinión.
Simplemente imbécil.
Aceptar este insulto sería tanto como admitir que existen imbéciles simples e imbéciles compuestos. Esta diferenciación me parece absurda. Por tanto, al igual que en alguno de los casos examinados anteriormente, habría que elegir y –por su impropiedad- no utilizar ambas palabras juntas, sobre todo teniendo en cuenta que los adverbios de modo admiten fácilmente ser empleados como adjetivos calificativos.
Ignorante.
El Sr. Rodríguez Zapatero estudió derecho (me refiero a la licenciatura universitaria). Algo habrá aprendido, digo yo, como para que resulte injusto llamarle ignorante. Enseguida le reprochan que no sabe idiomas cuestión a la que, aunque sea indirectamente, está poniendo remedio enviando a una de sus hijas a estudiar a Londres. Y para que se vea la importancia que concede al este asunto de los idiomas, incluso y junto con el resto de la familia , la ha acompañado personalmente con el protocolo que merecía tal viaje. De todos modos, y en lo que respecta a la cuestión de idiomas, no creo que el Presidente del Gobierno sea tan ignorante como para no conocer, aunque sólo sea las nociones, del francés.
El ha demostrado saber hacerse un hueco (más que un hueco) en la vida política. Su partido lo eligió para el desempeño del más alto cargo público a que puede llegar un ciudadano. No vale decir que no tenían a otro mejor ni más preparado. Podían haberse fijado en otro que los tienen, ¿acaso no pertenece al mismo partido Pepiño Blanco, o mismo alguna de las señoras ministras?, por poner sólo un par de ejemplos valiosos?. Pero el elegido fue él. Algún día seguro que encuentran una explicación razonable.
(sigue)
José Luis Múgica
También he oído la forma “tonto l´aba”. Desconozco que tendrán que ver las habas, alimento por cierto muy recomendable, con la cualidad de tonto. También ignoro la relación de las habas con el presidente del Gobierno. Por tanto –como sucede con otros insultos dúplices en palabras- quizás no sea correcto aplicarlas simultáneamente.
He oído otra variante de este insulto en la que en lugar de ser del haba, se dice que es “tonto del ...” (aquí hacen mención a la parte final del intestino grueso o recto). No tengo datos para afirmar ni desmentir esta opinión.
Simplemente imbécil.
Aceptar este insulto sería tanto como admitir que existen imbéciles simples e imbéciles compuestos. Esta diferenciación me parece absurda. Por tanto, al igual que en alguno de los casos examinados anteriormente, habría que elegir y –por su impropiedad- no utilizar ambas palabras juntas, sobre todo teniendo en cuenta que los adverbios de modo admiten fácilmente ser empleados como adjetivos calificativos.
Ignorante.
El Sr. Rodríguez Zapatero estudió derecho (me refiero a la licenciatura universitaria). Algo habrá aprendido, digo yo, como para que resulte injusto llamarle ignorante. Enseguida le reprochan que no sabe idiomas cuestión a la que, aunque sea indirectamente, está poniendo remedio enviando a una de sus hijas a estudiar a Londres. Y para que se vea la importancia que concede al este asunto de los idiomas, incluso y junto con el resto de la familia , la ha acompañado personalmente con el protocolo que merecía tal viaje. De todos modos, y en lo que respecta a la cuestión de idiomas, no creo que el Presidente del Gobierno sea tan ignorante como para no conocer, aunque sólo sea las nociones, del francés.
El ha demostrado saber hacerse un hueco (más que un hueco) en la vida política. Su partido lo eligió para el desempeño del más alto cargo público a que puede llegar un ciudadano. No vale decir que no tenían a otro mejor ni más preparado. Podían haberse fijado en otro que los tienen, ¿acaso no pertenece al mismo partido Pepiño Blanco, o mismo alguna de las señoras ministras?, por poner sólo un par de ejemplos valiosos?. Pero el elegido fue él. Algún día seguro que encuentran una explicación razonable.
(sigue)
José Luis Múgica