Este 2008 ha amanecido alumbrando rayos electorales, aquí con nuestros mítines, nuestra crisis económica y la maléfica intención de generar tensión y provocar crispación y allí, en EE.UU., con sus Primarias y la salida de Bush.
La cuestión parece que se centra en tres personajes: McCain, Hillary y Obama.
El senador por Arizona, McCain, virtual sustituto de George W. Bush, ha conseguido imponerse entre los republicanos. De los otros dos, entre la enmarañada forma de elegir los candidatos del partido demócrata, ninguno de los dos va a llegar con los votos "electorales" necesarios para vencer, habrá que esperar a la Convención Demócrata de Agosto, para saber quién será el elegido. Todo puede cambiar de aquí a ese momento. Si sale la Sra. Clinton, según las encuestas, pierde contra McCain y si es Obama, será quizá el ganador. La gente joven está encantada con el senador Barack; representa la novedad y la revulsión de las nuevas ideas, que promete y proclama, pero algunos, todavía están a la espera de oírlas.
Para los republicanos y sus votantes, el próximo Presidente es McCain. Lo consideran persona decente, responsable y preparada; es un veterano de Vietnam del más alto rango, soportó el cautiverio, fue torturado y está curtido y dispuesto. Muchos de sus partidarios son cristianos de sólida convicción, que lo apoyan, porque solo él está a favor de la vida, no quieren flirteos con el aborto ni dudas con el hecho esencial de la Vida. Declaran que es este el primer punto que les llevará a votarlo. No obstante, pese al respaldo oficioso que le dio esta misma semana el Presidente Bush, no le está siendo fácil captar el moderado voto conservador.
Barak Obama dedicó su etapa juvenil a adquirir una gran formación, adobada también por su rebeldía, de lo que ha extraído un gran carisma. Su personalidad es su gran baza, para convertirse en el candidato demócrata y ser el primer presidente negro de Estados Unidos. Este senador de Illinois obtuvo un pleno en Maryland, Virginia y Washington D.C.; una triple victoria que supone un enorme paso en la carrera hacia la nominación demócrata. Tal candidatura queda reservada para al primero que sobrepase los 2.025 votos del cómputo global de delegados y superdelegados; por el momento ha tomado definitivamente la delantera en esta carrera hacia la designación.
Suma ya ocho victorias consecutivas sobre Hillary Clinton en la última semana, a la que se impuso por el 63%, frente al 36% de los votos en Virginia. El aspirante negro ha ganado prácticamente todas las bazas, con el 90% del voto de color, de la mayoría blanca e incluso del voto femenino e hispano en los estados de la América Profunda.
Con la voz cascada, Hillary, aliñando buena cara ante el fracaso, lanzó su mitin en Texas, donde cifra todas sus esperanzas, para el próximo 4 de marzo. En las filas demócratas, la dama, que era la favorita hace poco, ha ido perdiendo puntos ante el arrollador Obama
El interrogante fundamental estriba en averiguar, si el conservadurismo norteamericano con su rigurosidad fanática y religiosa va a permitir que ocupe y permanezca en el despacho oval una mujer y, lo que es más extremo, un joven negro, innovador y llamativo, que nacido en Honolulu, Hawai, fue abogado experto en derechos civiles en Chicago y llegó al Senado en 2004. No queremos ni siquiera pensar, que pueda suscitarse el complot, que trajo la tragedia de Martin Luther King o la de J. F. Kennedy.
Camilo Valverde
La cuestión parece que se centra en tres personajes: McCain, Hillary y Obama.
El senador por Arizona, McCain, virtual sustituto de George W. Bush, ha conseguido imponerse entre los republicanos. De los otros dos, entre la enmarañada forma de elegir los candidatos del partido demócrata, ninguno de los dos va a llegar con los votos "electorales" necesarios para vencer, habrá que esperar a la Convención Demócrata de Agosto, para saber quién será el elegido. Todo puede cambiar de aquí a ese momento. Si sale la Sra. Clinton, según las encuestas, pierde contra McCain y si es Obama, será quizá el ganador. La gente joven está encantada con el senador Barack; representa la novedad y la revulsión de las nuevas ideas, que promete y proclama, pero algunos, todavía están a la espera de oírlas.
Para los republicanos y sus votantes, el próximo Presidente es McCain. Lo consideran persona decente, responsable y preparada; es un veterano de Vietnam del más alto rango, soportó el cautiverio, fue torturado y está curtido y dispuesto. Muchos de sus partidarios son cristianos de sólida convicción, que lo apoyan, porque solo él está a favor de la vida, no quieren flirteos con el aborto ni dudas con el hecho esencial de la Vida. Declaran que es este el primer punto que les llevará a votarlo. No obstante, pese al respaldo oficioso que le dio esta misma semana el Presidente Bush, no le está siendo fácil captar el moderado voto conservador.
Barak Obama dedicó su etapa juvenil a adquirir una gran formación, adobada también por su rebeldía, de lo que ha extraído un gran carisma. Su personalidad es su gran baza, para convertirse en el candidato demócrata y ser el primer presidente negro de Estados Unidos. Este senador de Illinois obtuvo un pleno en Maryland, Virginia y Washington D.C.; una triple victoria que supone un enorme paso en la carrera hacia la nominación demócrata. Tal candidatura queda reservada para al primero que sobrepase los 2.025 votos del cómputo global de delegados y superdelegados; por el momento ha tomado definitivamente la delantera en esta carrera hacia la designación.
Suma ya ocho victorias consecutivas sobre Hillary Clinton en la última semana, a la que se impuso por el 63%, frente al 36% de los votos en Virginia. El aspirante negro ha ganado prácticamente todas las bazas, con el 90% del voto de color, de la mayoría blanca e incluso del voto femenino e hispano en los estados de la América Profunda.
Con la voz cascada, Hillary, aliñando buena cara ante el fracaso, lanzó su mitin en Texas, donde cifra todas sus esperanzas, para el próximo 4 de marzo. En las filas demócratas, la dama, que era la favorita hace poco, ha ido perdiendo puntos ante el arrollador Obama
El interrogante fundamental estriba en averiguar, si el conservadurismo norteamericano con su rigurosidad fanática y religiosa va a permitir que ocupe y permanezca en el despacho oval una mujer y, lo que es más extremo, un joven negro, innovador y llamativo, que nacido en Honolulu, Hawai, fue abogado experto en derechos civiles en Chicago y llegó al Senado en 2004. No queremos ni siquiera pensar, que pueda suscitarse el complot, que trajo la tragedia de Martin Luther King o la de J. F. Kennedy.
Camilo Valverde