Colaboraciones

LAS PRESIDENCIALES DE EE UU





Necesitamos cambios para mejorar esta angustia que nos atenaza. Es bueno que Estados Unidos sea propenso a las innovaciones, precursor en muchos aspectos y favorable a las grandes experiencias. El senador por Illinois, Barack Obama, al recibir la nominación demócrata, puede ser el Primer Presidente de raza negra, si logra saltar el tranco que representa el enfrentarse a Hillary Clinton, aunque la dama ha dicho que no quiere ni oír hablar de su comparecencia a la presidencia; pero, los políticos ya se sabe, hoy negro, mañana blanco.

Obama es una opción muy llamativa; goza de gran aprecio. Mucho antes de que acaparase la atención mediática en la Convención Demócrata de julio de 2004, celebrada en la ciudad de Boston, sus compañeros y alumnos de la Universidad de Chicago, donde impartía clases de Derecho Constitucional, lo celebraron y aplaudieron al recibirlo; lo estiman e resaltan «su cercanía y su amabilidad, su valía personal». Suele visitar los suburbios deprimidos de Chicago y andar entre los vecinos y los vagabundos, que desde hace tiempo lo conocen y siguen. Lo cierto es que Obama cae bien. Algunos lo consideran el nuevo Kennedy; joven, brillante y muy distinto. Próximo, hogareño, religioso, son buenos atributos para ganar, con éxito, la carrera política en aquel electorado. Los más optimistas ya le vaticinan el triunfo: primer presidente negro de Estados Unidos. Cada domingo, con su familia, va a la iglesia a oír misa. No lo oculta, recurre a Dios en todo momento, da gracias, pide consejo y, alegre o atribulado, se dirige al Señor; y lo expresa, sin ambages:«Tengo conversaciones constantes con Dios».

No puede demorarse mucho tiempo en el Senado. Los versados opinan que ha de lanzarse con presteza, pues, del Senado salen pocos presidentes, suelen proceder de los gobernadores. De Obama, destacan su arrastre, su bondad, su halo intenso y su pureza fresca, pero tiene que forjarse; todavía no ha tenido que enfrentarse a los interrogantes primordiales, ni tampoco a los crueles embates de la Cámara Alta. Y, si decide presentarse a la Presidencia, ha de superar variados cercos y golpes, unos en su partido, otros, después, en las elecciones generales. En la opción por la Casa Blanca, se le vaticina la contienda con el republicano John McCain, senador por Arizona. En sus propias filas demócratas, ya tiene algún oponente; no sentó bien que votase a Condolezza Rice para la Secretaría de Estado. Le removerán la silla; rastrearán en los fondos sombríos de su vida, e intentarán fulminarlo; en la política estadounidense, todo vale, jamás se detienen.

Mientras, Obama sigue recibiendo respaldos; la revista «Time», esta semana, le dedica la portada y un amplio reportaje. Tiene esto la apariencia de que la izquierda norteamericana intenta avalar, al ascendiente africano, postulante de futuro, en ese piélago helado y vacío de valores y talla personal.

Los hados de la mano de la diosa fortuna hablarán de ese futuro que rueda.



Camilo Valverde Mudarra


Franky  
Viernes, 20 de Octubre 2006
Artículo leído 1331 veces

También en esta sección: