“Muchas veces la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.
Julius Henry, “Groucho”, Marx
A veces, la razón del contenido la perdemos por la sinrazón de la forma con la que la expresamos. “Dudo de que haya dicho tres cosas al mismo tiempo, porque es difícil que tenga tres cosas en la cabeza al mismo tiempo”. De esta marrada y aun marrana guisa contestó el delgado, afilado y agudísimo delegado del Gobierno en Madrid, Constantino (el yerro desmiente su nombre, porque aquí no estuvo atinado el de constante tino) Méndez (el error y el horror desmienten su apellido, porque aquí acaso estuvo, otrosí, mendaz) a una pregunta que le formularon a propósito de la valoración que le merecía lo manifestado, a su vez, por Esperanza Aguirre, que agarró también un inopinado error u horror morrocotudo al acusarle a él de manipular las cifras sobre los asistentes a la manifestación sabatina matritense, convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
Méndez hubiera acertado plenamente si se hubiera ahorrado los comentarios impertinentes, pues dio de lleno en el blanco o centro de la diana al aseverar que los guarismos que suministra la Delegación del Gobierno son las que aparecen en los partes de la Policía Nacional y él lo único que hace (con ellos) es trasladarlos y poner en conocimiento de los diversos medios de comunicación de masas (mass media) los mentados (que no mentidos) números.
Las palabras con las que divagó sobre los engaños, las mentiras, el pensamiento del ladrón y su condición, etc., sencilla y simplemente, holgaron.
Ángel Sáez García
Julius Henry, “Groucho”, Marx
A veces, la razón del contenido la perdemos por la sinrazón de la forma con la que la expresamos. “Dudo de que haya dicho tres cosas al mismo tiempo, porque es difícil que tenga tres cosas en la cabeza al mismo tiempo”. De esta marrada y aun marrana guisa contestó el delgado, afilado y agudísimo delegado del Gobierno en Madrid, Constantino (el yerro desmiente su nombre, porque aquí no estuvo atinado el de constante tino) Méndez (el error y el horror desmienten su apellido, porque aquí acaso estuvo, otrosí, mendaz) a una pregunta que le formularon a propósito de la valoración que le merecía lo manifestado, a su vez, por Esperanza Aguirre, que agarró también un inopinado error u horror morrocotudo al acusarle a él de manipular las cifras sobre los asistentes a la manifestación sabatina matritense, convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
Méndez hubiera acertado plenamente si se hubiera ahorrado los comentarios impertinentes, pues dio de lleno en el blanco o centro de la diana al aseverar que los guarismos que suministra la Delegación del Gobierno son las que aparecen en los partes de la Policía Nacional y él lo único que hace (con ellos) es trasladarlos y poner en conocimiento de los diversos medios de comunicación de masas (mass media) los mentados (que no mentidos) números.
Las palabras con las que divagó sobre los engaños, las mentiras, el pensamiento del ladrón y su condición, etc., sencilla y simplemente, holgaron.
Ángel Sáez García