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LA PARTITOCRACIA ES UNA OLIGARQUÍA EN FASE DE METÁSTASIS



Es tradición en Voto en Blanco elevar a post asquellos comentarios de lectores que, por su calidad, merecen ser destacados. Hoy convertimos en post una ejemplar reflexión de todo un ciudadano honrado y demócrata.



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No se puede confiar en una ley cuando quien la redacta no sabe lo que dice y quien tiene el deber de vigilar su cumplimiento es medio ciego y ve el mundo según le cuenten al oído o, como dice Bermejo, según "cómo esté la jugada". Algo ha debido hacerse mal si, al amparo de esta Constitución, se ha permitido la sumisión del poder judicial al poder de los partidos.

Como ciudadano, estoy de acuerdo en que lo mínimo que se le puede exigir a los políticos es que respeten los principios constitucionales, pero desde luego no confío en que sea esta generación de políticos - ni tampoco la que está en las canteras de los partidos, a la vista de lo que están haciendo - la que vaya por ese camino.

Pero hay más: También pienso que "...cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y establecer nuevos resguardos para su futura seguridad".

Si estamos de acuerdo en que la partitocracia no es una forma atrofiada de democracia, sino una oligarquía en fase de metástasis, entonces tenemos que aceptar que esta generación de políticos acabará irremisiblemente por comerse la Constitución del 78 y llevar a este país a una situación de máxima presión interna y descontento. ¿Tenemos pruebas suficientes de que la oligarquía de partidos está mutando en una tiranía de partidos? Pues, si es así, la sociedad civil no debería diluirse por matices. Mientras la sociedad civil se hace cada vez más débil e inconexa por culpa de las consignas de cada cual, nuestros principios y valores están totalmente desnudos y el proyecto de convivencia que es España está marchitándose porque no lo cuidamos cada día.

Algo hay que hacer para recordarle a la gente que democracia es libertad, igualdad y fraternidad para todos los españoles. El 6 de Diciembre, por ejemplo: Ése sí que sería un día magnífico para sacar la bandera a la calle, gentes de izquierda, de derecha o de ninguna parte, para decirle a los políticos que somos el pueblo unido de los españoles, ése mismo que, según la Constitución, es Soberano.

Manuel Lissen

   
Viernes, 19 de Octubre 2007
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