Colaboraciones

LA OFENSIVA COMUNISTA CONTRA LA DEMOCRACIA Y LA LIBERTAD EN ESPAÑA



El marxismo se apodera de las izquierdas españolas y pugna por destruir el orden instituido. Sus métodos han cambiado, pero su objetivo es el de siempre: destruir el mundo que existe para construir, sobre sus cenizas, el mundo que ellos quieren, que no es otro que el de un Estado poderoso e intervencionista que ellos, los revolucionarios profesionales, controlarán a placer.

Las leyes de memoria histórica, injustas, desiguales y sectarias, son el mejor ejemplo para demostrar que el marxismo es implacable y que no pretende otra cosa que destruir el orden vigente.

La democracia y la libertad están en peligro.

Lo explica Vanlop perfectamente en el artículo que hoy publicamos como colaboración.
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Tras la caída del Muro, símbolo del fracaso del comunismo y del marxismo en general, respecto a los valores normales de la sociedad, como son el trabajo o la familia, era necesario buscar otras banderas o desaparecer. Y como no era cosa de desparecer, pues la revolución está pendiente, se buscaron otras vías. Ya en los años 20 se dieron cuenta que lo de la revolución proletaria no funcionaba en los países ricos, es decir, en Europa Occidental y montaron el marxismo cultural para hacer la revolución por otros medios.

Los otros medios son estimular cualquier idea que suponga insatisfacción en un grupo, por pequeño que sea y explotarla al máximo. De todos los posibles "oprimidos" han quedado unos pocos grupos, entre los que el feminismo y el homosexualismo son los más visibles y que se utilizan como punto de partida para otros grupos que están peor vistos. Pero cuanto peor vistos, mejor, pues son más efectivos para la revolución.

También debemos observar la perversión del lenguaje, otra característica de la ingeniería social. Lo que siempre se ha considerado una perversión y algo horrible, se convierte en orgullo. Los homosexualistas están orgullosos de serlo y lo proclaman, no sólo con su mensaje, sino con sus actitudes de atacar todo lo que la sociedad considera sus bases.

En los desfiles del homosexualismo se hace pornografía en vivo y en directo, delante de todo el mundo que que pase por allí, incluidos niños. Que necesariamente tienen que verlos pues viven en las calles donde se hacen los desfiles. Las leyes son muy claras la respecto, los actos sexuales en público son delito cuando haya niños. Pero esta gente tiene licencia para escandalizar y pervertir.

Se utilizan para atacar a colectivos e instituciones que son críticos con este desmadre, pero es que además critican y tratan de ridiculizar a otros que ni siquiera se meten en si lo que hacen es bueno o malo. Ellos van a lo suyo y lo suyo es atacar a todos los que no les den bendiciones.

Lo de este año ha sido bastante chusco. Resulta que un ministro, el del interior, ha bendecido con sus actitudes y palabras, esta violación de las leyes. Pero en esta coprocracia, al fin y al cabo es lo normal. Como normal es que todos los partidos de la casta intenten sumarse a los desfiles. Y digo intenten, porque al alguno los han echado como lo que son y lo que son los dejo al criterio del lector.

Sin embargo un partido que recibe subvenciones y bendice, por tanto, al régimen iraní, que ahorca a los homosexuales, es recibido con todos los honores. Y es que la pela es la pela y nadie muerde la mano que te alimenta.

Pero eso sí, la economía, capitalista, faltaría más, se mueve mucho, pues esta gente del orgullo tienen mucho dinero y se lo gastan. Y en esta sociedad en la que la economía es todo, pues se perdonan ciertas indecencias y ciertas violaciones de la ley.

También nos han hecho creer que ellos representan a los homosexuales. Otra mentira más del sistema. Ellos representan a ellos mismos, hay un montón de homosexuales que no se sienten representados e incluso que consideran que esos excesos no están bien y además les perjudican.

El reparto, por parte del ministerio, de material preventivo, se basa en el criterio que más caro sale curar las enfermedades. Eso está bien, lo malo es que para otras enfermedades de la vida diaria no hay prevención, que cuesta mucho. La coherencia de la izquierda divina.

Pero no todo es malo, a los excesos sigue la moderación. En los USA se ha pasado de una aceptación del homosexualismo del 53 % al 47 % en un año. A este paso, en diez años habrán terminado y lo que ocurre en los USA se acaba imponiendo en los demás países.

La gente tiene que cambiar de mentalidad y llegar a la aceptación de un grupo político no por algunas cosas que nos gustan, sino porque cumplen una serie de requisitos que consideramos imprescindibles. No se puede simpatizar con un partido que fomente algo tan repugnante como el orgullo, porque nos prometa algún regalo en otros aspectos. Hay líneas que no se pueden traspasar y la mayoría de los simpatizantes con el marxismo aceptan de forma acrítica cosas como esta, porque ni siquiera se han parado a pensar en ello y no piensan porque su grupo, tiene la verdad absoluta y lo que hacen está bien.

No hablo de votos, que no corresponden a la realidad, hablo de simpatías y mientras las simpatías políticas no sean razonadas, no hay la menor posibilidad de empezar a salir de la coprocracia.

Vanlop

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Martes, 16 de Julio 2019
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