Si hacemos caso a lo proferido por José Blanco, el secretario de Organización (de Desorganización, más bien, si tenemos en cuenta o tomamos en consideración el criterio que sostiene al respecto mi amigo del alma, Emilio González, “Metomentodo”, que, hace poco le pilló a “Pepiño” esta otra perla, “si el PP hubiera gestionado bien el 11-M, habría evitado la derrota en unas elecciones que tenía perdidas”, chúpate ésa) del PSOE, la Conferencia Política orquestada para este fin de semana por el partido en el poder no tenía otro objeto que “conocer los problemas de los ciudadanos”, para darles, cabría añadir, supongo, sendas, prontas y oportunas soluciones. Si ésa ha sido, en verdad, la razón de la misma, pues no me la creo, sea dicha por activa o por pasiva (por mucho que me roce el ojo ocre la susodicha), un cero, sin paliativos, merecería recibir el promotor o programador de la orquesta, porque, diciendo lo que ha dicho, no ha hecho otra cosa que reconocer su incapacidad manifiesta para leer las encuestas del CIS (y, como corolario, ocupar el cargo/puesto que ocupa).
Si la coherencia es la virtud de acomodar A, lo que se piensa, con B, lo que se dice, y con C, lo que se hace (no hago publicidad subliminal del “pluscuancentenario” ABC, aunque así lo parezca), poco, muy poco congruente y consecuente me parece que ha estado José Blanco cuando lo que ha resultado de la Conferencia Política, según he inferido, no ha sido otra cosa que propaganda pura y dura de su partido y un lavado de imagen, tras un agosto angosto, angustioso, para buena parte del Gabinete de Rodríguez Zapatero, que ha dado unas cuantas muestras de dejadez, incompetencia, indolencia e ineficacia durante el estío que anda dando sus estertores y boqueadas.
Por mor de la brevedad, cabría hablar aquí de estética redundante, sin otra ética que la que logra repararse, reponerse o simularse con cosmética. Resumiendo, otro argumento que apoya la tesis que mantiene uno de mis mejores amigos, el mentado Emilio González, “Metomentodo”, y que, asimismo, tampoco conviene echar en saco roto, de que lo malo que tiene la política es que ésta también se reduce a cinética de la cinegética del voto.
Ángel Sáez García
Si la coherencia es la virtud de acomodar A, lo que se piensa, con B, lo que se dice, y con C, lo que se hace (no hago publicidad subliminal del “pluscuancentenario” ABC, aunque así lo parezca), poco, muy poco congruente y consecuente me parece que ha estado José Blanco cuando lo que ha resultado de la Conferencia Política, según he inferido, no ha sido otra cosa que propaganda pura y dura de su partido y un lavado de imagen, tras un agosto angosto, angustioso, para buena parte del Gabinete de Rodríguez Zapatero, que ha dado unas cuantas muestras de dejadez, incompetencia, indolencia e ineficacia durante el estío que anda dando sus estertores y boqueadas.
Por mor de la brevedad, cabría hablar aquí de estética redundante, sin otra ética que la que logra repararse, reponerse o simularse con cosmética. Resumiendo, otro argumento que apoya la tesis que mantiene uno de mis mejores amigos, el mentado Emilio González, “Metomentodo”, y que, asimismo, tampoco conviene echar en saco roto, de que lo malo que tiene la política es que ésta también se reduce a cinética de la cinegética del voto.
Ángel Sáez García