En España, el sistema educativo no funciona, carece de los fundamentos y asideros para producir en los muchachos el resultado que se espera y se desea, al menos, en los centros públicos no convence. A estos políticos, no les preocupa la educación sólo el figurar y mantenerse; han ofrecido 7.000 pts por levantar la mano, cerrar los ojos y dar el aprobado general, que el profesorado, con honrada dignidad, ha rechazado sin detención ni aspaviento.
El 49,8% de los andaluces, según encuestas recientes, asegura que la educación de los jóvenes ha empeorado en los últimos diez años por lo que se niega a pagar más impuestos para mejorar el sistema. La percepción global es que la responsabilidad en este campo incumbe a los padres, a los propios alumnos, a la televisión, al Gobierno de España, la Junta y, por último, a los profesores. De las respuestas a las diversas cuestiones planteadas por el IESA, se concluye que el primer problema que se manifiesta en las aulas es la ausencia de disciplina, de respeto, esfuerzo y obediencia; añádese a ello, la falta de interés de los padres, la escasa motivación por parte del alumnado y el desprestigio y la pérdida de la autoridad del profesorado. El profesor ha sido arrinconado, vejado, insultado y arruinado.
El sondeo desvela también que el 28% considera que la enseñanza que imparten los colegios e institutos públicos es de calidad inferior a la que ofrecen los concertados y privados. Aún así, el 49,8% ciento de los entrevistados no se muestra dispuesto a pagar más impuestos, para mejorar el sistema educativo público andaluz. Añádese que el 63,3% defiende que los contenidos que se dan en las aulas deben ser exactamente los mismos en toda España; lo que indica que las competencias transferidas, en esta materia, han de retroceder al Estado. La Educación en Andalucía, como en toda la nación, es sumamente deficiente, orientada no a la enseñanza de los alumnos, sino a la exaltación de la Junta, del régimen andaluz, que politiza absolutamente, hasta el aire que corre.
Andalucía, no anda mejor en economía o en democracia, que en Educación; no ha progresado con el PSOE, ni en tolerancia ni mucho menos en pluralidad; por doquier, se palpa una región quebrada, empobrecida y llevada al fracaso; se han despreciado los valores y olvidado el progreso en el cambio; está atorada en la limosna del PER y agobiada por el mayor desempleo de la nación. Andalucía es el largo modelo de gobierno del PSOE, que sólo genera ruina y miseria: enorme paro, las arcas exhaustas y la deuda y déficit disparados. Andalucía, necesita un cambio real y efectivo, ha de extirpar la idea de “cortijo” del “señorito”; ha de beber y respirar la democracia auténtica y aplicada, no la recordada ante las elecciones y olvidada en cuanto se toma la poltrona. En Andalucía, se es socialista o no se es nadie, es una parcela subsidiada, limosna para todos y voto cautivo, pero el subsidio no va a llegar y calmar a todos.
Y mientras, los profesores caen hundidos y los alumnos engreídos con su agresividad nadan en su mala formación y peor educación; y sus padres impotentes, producto ya de la LOGSE, participan de la enseñanza lúdica, de la blandura y la fácil concesión.
C. Mudarra
El 49,8% de los andaluces, según encuestas recientes, asegura que la educación de los jóvenes ha empeorado en los últimos diez años por lo que se niega a pagar más impuestos para mejorar el sistema. La percepción global es que la responsabilidad en este campo incumbe a los padres, a los propios alumnos, a la televisión, al Gobierno de España, la Junta y, por último, a los profesores. De las respuestas a las diversas cuestiones planteadas por el IESA, se concluye que el primer problema que se manifiesta en las aulas es la ausencia de disciplina, de respeto, esfuerzo y obediencia; añádese a ello, la falta de interés de los padres, la escasa motivación por parte del alumnado y el desprestigio y la pérdida de la autoridad del profesorado. El profesor ha sido arrinconado, vejado, insultado y arruinado.
El sondeo desvela también que el 28% considera que la enseñanza que imparten los colegios e institutos públicos es de calidad inferior a la que ofrecen los concertados y privados. Aún así, el 49,8% ciento de los entrevistados no se muestra dispuesto a pagar más impuestos, para mejorar el sistema educativo público andaluz. Añádese que el 63,3% defiende que los contenidos que se dan en las aulas deben ser exactamente los mismos en toda España; lo que indica que las competencias transferidas, en esta materia, han de retroceder al Estado. La Educación en Andalucía, como en toda la nación, es sumamente deficiente, orientada no a la enseñanza de los alumnos, sino a la exaltación de la Junta, del régimen andaluz, que politiza absolutamente, hasta el aire que corre.
Andalucía, no anda mejor en economía o en democracia, que en Educación; no ha progresado con el PSOE, ni en tolerancia ni mucho menos en pluralidad; por doquier, se palpa una región quebrada, empobrecida y llevada al fracaso; se han despreciado los valores y olvidado el progreso en el cambio; está atorada en la limosna del PER y agobiada por el mayor desempleo de la nación. Andalucía es el largo modelo de gobierno del PSOE, que sólo genera ruina y miseria: enorme paro, las arcas exhaustas y la deuda y déficit disparados. Andalucía, necesita un cambio real y efectivo, ha de extirpar la idea de “cortijo” del “señorito”; ha de beber y respirar la democracia auténtica y aplicada, no la recordada ante las elecciones y olvidada en cuanto se toma la poltrona. En Andalucía, se es socialista o no se es nadie, es una parcela subsidiada, limosna para todos y voto cautivo, pero el subsidio no va a llegar y calmar a todos.
Y mientras, los profesores caen hundidos y los alumnos engreídos con su agresividad nadan en su mala formación y peor educación; y sus padres impotentes, producto ya de la LOGSE, participan de la enseñanza lúdica, de la blandura y la fácil concesión.
C. Mudarra