Colaboraciones

LA DEGRADACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO ESPAÑOL





La Educación es una cuestión de Estado. Las naciones necesitan sistemas educativos de calidad y superioridad estables; de ello, dependen las expectativas sociales y el futuro generacional. Del 1983 a hoy, hemos soportado la insuficiencia de siete panes educativos: LODE, LOPEG, LOGSE, LOCE, LRU, LOU, LOE. La objetividad marca las verdaderas razones y no el dogmatismo impositivo.

El Rechazo al proyecto de reforma educativa que impulsa el Gobierno Socialista no es un prurito de la mayoría de la sociedad. Responde a la honda inquietud de los padres por la educación de sus hijos; es reflejo de la preocupación reflexiva de un quórum muy importante de la opinión pública ante la planificación de un Ejecutivo tozudamente decidido a legislar sin contar con la mayoría social. No cabe la injuria de achacarlo a fobia antiprogresista y al obispado; el significado de “progredior” lo conoce también la clase civil, vital y dinámica, que opta por los valores morales y religiosos. El sector implicado exige su derecho constitucional de elegir el tipo de formación, de reclamar una educación de calidad, de pedir la dignificación del profesorado y la disciplina imprescindible y de apoyar la asignatura de Religión, cuestión de fundamental relevancia en el conocimiento y ética humanos. Son asuntos que atañen directamente a la comunidad escolar y, de ningún modo, pueden andar supeditados a dogmas de malicioso pasado, a sectarismo ni a intereses de partido.

La igualdad democrática queda enormemente dañada por la degradación del sistema educativo; las clases medias, cuya prosperidad procede de su propio esfuerzo personal y familiar, se ven inmediatamente afectadas, son los sectores de ingresos inferiores los más perjudicados. Las ideologías radicales arrastran consecuencias trágicas; los niveles de violencia, los índices de fracaso escolar y las carencias de la enseñanza ya llegan a ser alarmantes.

El progreso socio-económico, que gozamos, hinca sus fundamentos y pilares en la arena de la ignorancia recogida en las playas de la mala proyección escolar, porque escuelas hay, pero infectadas de pasividad y agresividad, y profesores los hay, aunque desechos, denigrados y arrinconados en el desaliento moral. La permisividad y la desmotivación son el valor y el modelo del vacío intelectual en el repudio de la lógica de la recuperación y el justo regeneracionismo. A lo que se añade la filosofía nacionalista en cuya enseñanza sólo se imparte la cortedad aldeana de su reducido mundo. La amplitud de la libertad no es heredad ni potestad de derechas o de izquierdas; no es de nadie. El apriorismo ideológico no puede, no debe cercenar la libertad de enseñanza.

¿Qué especial democracia es esta que arrastran unos iletrados, mal estudiados y apenas con el Bachiller en sus currículos? La Democracia es “Libertad, Igualdad y Fraternidad; son principios sagrados, intangibles. La Democracia es Sagrada.



Camilo Valverde Mudarra

Franky  
Lunes, 28 de Noviembre 2005
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