Colaboraciones

LA CRISIS Y LA RECESIÓN





Este Gobierno de ZP, no ha querido enterarse ni entender que la economía se le ha venido abajo, que ha agotado la fuente y que le ha cogido de lleno la crisis. No por ocultarla y mentir a los españoles la problemática situación va a dejar de corroer el cuerpo social. Por muchas halagüeñas metáforas de barcos resistentes que se inventen, las enfurecidas olas no lo van a soslayar

El Ibex despide el peor enero de su historia con el fantasma de la crisis. El selectivo, con una caída del 12,87% mensual, cierra el mes en los 13.229 puntos, 1.953 enteros menos que tenía en su apertura del 2 de enero, con lo que dilapida las ganancias de los ahorradores en los últimos quince meses. Ninguno de los inversores podía sospechar que el Ibex, que comenzó el año en los 15.182 puntos ese día, cerraría el 31 de este mes en las 13.229 unidades. Los valores financieros y los inmobiliarios se comportan con gran timidez, mostrando su enorme debilidad en la Bolsa. Pero, aquí, con nuestro poderoso barquillo, no pasa nada, no hay tormenta.

La inflación, siguiendo su escalada, se eleva hasta el 4,4% en enero, según el Instituto Nacional de Estadística; el IPC se sitúa en niveles de los tiem­pos del Gobierno socialista de los 90, en que Felipe González y su ministro Solbes sumieron al país en una crisis económica que hacía imposible la convergencia con Europa. Solbes achaca el dato provisional a la situación del mercado del crudo y las materias primas e insiste que hablar de recesión "es muy exagerado", no ve "crisis" ni "recesión". El dato, ante la desaforada subida de los precios de consumo en España, aún parece escaso y se queda corto. Pero, aquí, no existe crisis, no hay tormenta.

Ante las turbulencias de los mercados financieros y su impacto en la economía europea, Zapatero, en cumbre bilateral con la canciller alemana, A. Merkel, ha señalado que ambos coinciden en que la consecuencia de los problemas en esos mercados será "una cierta desaceleración económica", que la Unión Europea debe abordar de forma muy decidida. Y, reconociendo una "cierta desaceleración económica" por esta situación, ha dicho que la UE debe apostar por nuevas medidas y más transparencia para prevenir los problemas. Pero, aquí, no pasa nada, no existe crisis, no hay tormenta.

El español se ve atrapado y agostado por la crisis, como recoge el último estudio del CIS. La mayoría de los sufridos ciudadanos vive en la seguridad de que la econo­mía lo atenaza y tres de sus mayores zozobras son referentes al bolsillo: paro, carestía y vi­vienda.

La emancipación es insostenible para los jóvenes de 26 a 35 años. El 57% estaría en el más allá del umbral de la pobreza, si se independizara. Del total de ellos, el 36% todavía reside en el domicilio paterno. No pueden pagar una hipoteca ni optar por un alquiler porque no tienen para ello y vivir. De las familias monoparentales, en que trabaja la madre con un hijo de seis a quince años, el 28% sufre, en silencio, pobreza moderada. Según informe de la Caixa, la pobreza se ceba en España con los más indefensos, el 10,3% de los menores de 16 años vive anclado en la pobreza alta y de los mayores de 65 el porcentaje se coloca en el 7,5%. Pero, aquí, no pasa nada, no existe crisis, no hay tormenta.

El Presidente y su Gobierno restan importancia a estos datos, la economía languidece en deterioro evidente. Europa está alarmada, como muestra la cumbre convocada por Brown. Ayer mismo se confirmó, que España tiene el peor dato de paro, sólo compa­rable al de Eslovaquia. Sin embargo, aquí no existe crisis, no hay tormenta.



Camilo Valverde




   
Sábado, 2 de Febrero 2008
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