Rajoy, al igual que el 80% de los políticos que componen el Congreso, tienen una única ideología: La burocracia. Un burócrata no puede ser conservador ni socialista y mucho menos liberal. Un burócrata es un individuo que ha elegido el entramado estatal como forma de vida y una vez alcanzado el puesto mediante oposiciones y dado el exclusivo privilegio del que gozan para pasar a la política y volver cuando les de la gana a su puesto porque tienen las espaldas cubiertas gracias a unas leyes únicas en España y abolidas en el resto de Europa donde no se incentiva al funcionario sino todo lo contrario, es lo que les hace vivir toda la vida en ese entramado estatal que les protege.
Con esa mentalidad de burócrata que cree que el dinero no es de nadie y sobre todo no se sabe el esfuerzo que el resto de los ciudadanos tienen que hacer para ganarlo y mantenerlos, jamás podrán conocer de cerca cuales son los problemas reales de la sociedad porque no los viven. Ellos se limitan a llamar defraudadores a aquellos que no satisfacen lo que ellos impongan desde su pedestal, cuando el mayor fraude es el mal uso que se hace del dinero ganado con es esfuerzo de los ciudadanos.
Debería prohibirse ser político sin haber creado una empresa, haber sido trabajador, haber estado en el paro o haber sufrido los embates que te da la vida. No es posible que seamos dirigidos por señores que llevan en un despacho toda su vida, señores que no saben lo que es ganarse un duro en la calle, creando, construyendo, fracasando, triunfando y experimentado todas las vicisitudes que te ofrece la vida. No es posible que seamos gobernados por señores que no conocen ni viven la realidad pero que viven como dioses sin incertidumbres ni dudas porque los burócratas tienen el futuro asegurado desde el minuto cero, al contrario que el resto de los mortales que nos toca fabricarlo y construirlo dia a dia.
Esta es la mentalidad que nos gobierna, una mentalidad carente de iniciativa, de inventiva y de proyectos, una mentalidad que va a remolque de la sociedad porque jamás puede llevar la delantera quien no vive la realidad porque no puede enterarse en su urna de cristal de lo que se cuece ahí fuera.
Estos tipos deberían estar prohibidos para dirigir a la sociedad. Ni representan a la España real ni son el prototipo de la mayoría de la sociedad, son la casta privilegiada, el campo de reclutamiento de la política y los señores de las puertas giratorias que un buen dia deciden elegir y tienen todo a su disposición, la élite de la Administración del Estado, la élite de la política o el Consejo de Administración de algún banco u oligopolio al que antes han favorecido y donde acabarán posiblemente el resto de sus dias.
Todo ello mientras los demás, los ciudadanos de segunda, seguimos padeciendo sus errores, sus pésimas y delictivas gestiones y su despotismo. Mientras no se elabore una ley que acabe de una vez por todas con esta falsa representación de la sociedad en las instituciones, ni habrá democracia ni saldremos adelante porque esas mentalidades ni conocen ni les interesan los problemas de los ciudadanos, excepto cuando los problemas de los ciudadanos pongan en peligro sus privilegios. Esa es la mentalidad de Rajoy, el registrador y del resto de la élite burocrática que nos gobierna desde hace siglos.
Carlos RH
Con esa mentalidad de burócrata que cree que el dinero no es de nadie y sobre todo no se sabe el esfuerzo que el resto de los ciudadanos tienen que hacer para ganarlo y mantenerlos, jamás podrán conocer de cerca cuales son los problemas reales de la sociedad porque no los viven. Ellos se limitan a llamar defraudadores a aquellos que no satisfacen lo que ellos impongan desde su pedestal, cuando el mayor fraude es el mal uso que se hace del dinero ganado con es esfuerzo de los ciudadanos.
Debería prohibirse ser político sin haber creado una empresa, haber sido trabajador, haber estado en el paro o haber sufrido los embates que te da la vida. No es posible que seamos dirigidos por señores que llevan en un despacho toda su vida, señores que no saben lo que es ganarse un duro en la calle, creando, construyendo, fracasando, triunfando y experimentado todas las vicisitudes que te ofrece la vida. No es posible que seamos gobernados por señores que no conocen ni viven la realidad pero que viven como dioses sin incertidumbres ni dudas porque los burócratas tienen el futuro asegurado desde el minuto cero, al contrario que el resto de los mortales que nos toca fabricarlo y construirlo dia a dia.
Esta es la mentalidad que nos gobierna, una mentalidad carente de iniciativa, de inventiva y de proyectos, una mentalidad que va a remolque de la sociedad porque jamás puede llevar la delantera quien no vive la realidad porque no puede enterarse en su urna de cristal de lo que se cuece ahí fuera.
Estos tipos deberían estar prohibidos para dirigir a la sociedad. Ni representan a la España real ni son el prototipo de la mayoría de la sociedad, son la casta privilegiada, el campo de reclutamiento de la política y los señores de las puertas giratorias que un buen dia deciden elegir y tienen todo a su disposición, la élite de la Administración del Estado, la élite de la política o el Consejo de Administración de algún banco u oligopolio al que antes han favorecido y donde acabarán posiblemente el resto de sus dias.
Todo ello mientras los demás, los ciudadanos de segunda, seguimos padeciendo sus errores, sus pésimas y delictivas gestiones y su despotismo. Mientras no se elabore una ley que acabe de una vez por todas con esta falsa representación de la sociedad en las instituciones, ni habrá democracia ni saldremos adelante porque esas mentalidades ni conocen ni les interesan los problemas de los ciudadanos, excepto cuando los problemas de los ciudadanos pongan en peligro sus privilegios. Esa es la mentalidad de Rajoy, el registrador y del resto de la élite burocrática que nos gobierna desde hace siglos.
Carlos RH