Los últimos datos sobre los hábitos de consumo de alcohól por parte de los jóvenes en España son conmovedores: uno de cada tres jóvenes se emborrachan al menos una vez cada diez días, lo que, en opinión de los médicos, es un camino seguro hacia el alcoholismo y el deterioro, a la larga, de las funciones principales del cerebro.
Los datos, que situan a España en el grupo mundial de países gravemente afectados por el consumo de alcohól, son tan preocupantes que que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se dispone a legislar para reprimir el consumo, del mismo modo que lo ha hecho con el consumo de tabaco.
Lo que nadie reconoce es que una de las causas de las barracheras periódicas de generaciones de jóvenes españoles es el vacío moral y la falta de horizontes, esperanzas e ilusión ante la vida, en opinión de los psicólogos y sociólogos médicos, males estos que tienen más relación con el tipo de sociedad y de política que con la salud.
Los datos, que situan a España en el grupo mundial de países gravemente afectados por el consumo de alcohól, son tan preocupantes que que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se dispone a legislar para reprimir el consumo, del mismo modo que lo ha hecho con el consumo de tabaco.
Lo que nadie reconoce es que una de las causas de las barracheras periódicas de generaciones de jóvenes españoles es el vacío moral y la falta de horizontes, esperanzas e ilusión ante la vida, en opinión de los psicólogos y sociólogos médicos, males estos que tienen más relación con el tipo de sociedad y de política que con la salud.