Voto en Blanco lleva casi tres años defendiendo la tesis de que la división del mundo político en "derechas" e "izquierdas" es injusta y obsoleta y que ese dualismo sólo interesa a los actuales partidos políticos, que extraen de la disputa buena parte de su fuerza electoral. La verdadera y correcta división es entre demócratas y totalitarios, entre ciudadanos que quieren recuperar la democracia que les ha sido arrebatada y poderes, partidos y políticos profesionales que se la han arrebatado y que se empeñan en seguir viviendo en esa falsa democracia que han construido a nuestras espaldas para gozar de privilegios y poderes ilegítimos.
Esa tesis coloca a los partidos políticos actuales, incluso a los en enfrentados PSOE y PP, en el mismo bando, enfrente del bando donde están los auténticos ciudadanos y los amantes de la libertad y de la verdadera democracia. Es ésta una división que no gusta a los sometidos, que deja en mal lugar a las inmensas manadas de berregos que siguen las consignas y que ansian extraer beneficios del poder. Las tesis de voto en blanco, tan certeras y exactas como políticamente incorrectas, denuncian un mundo político degenerado en el que las élites han tomado el poder y donde la democracia ha sido sustituida, silenciosa y alevosamente, por una oligocracia de partidos o, como otros afirman, por una partitocracia democráticamente ilícita.
Desde Voto en Blanco defendemos esta tesis día tras día y eso nos lleva a vigilar, criticar y denunciar, por medio de la pluma y el ejercicio periodístico, los excesos y actuaciones antidemocráticas de los partidos políticos y de los políticos "profesionales", sobre todo de aquellos que ocupan el poder y gobiernan.
Coincidimos con cientos de pensadores y de expertos en derecho político y filosofía política de todo el mundo en que no existen hoy deferencias apreciables entre los partidos de derecha y los de izquierda. Unos y otros han renunciado a la ideología y han hecho de la "lucha por el poder" su única idea motriz.
Algunos, erróneamente, tienden a pensar que la única manera de castigar a un gobierno es votando a la oposición. Es falso porque votas a alguien que, seguramente, cometerá los mismos errores. La verdadera tarea de un demócrata es regenerar la democracia, lo que le obliga a tratar por igual a todo partido que sea culpable de la prostitución del sistema, del exilio de los ciudadanos, de la sustitución del servicio por el privilegio, de la entronización de la corrupción y del sometimiento como métodos de gobierno.
El siguiente enlace con el vídeo de la entrevista censurada que Jesús Quintero hizo al periodista José María García se la dedico a los ilusos que creen que votando al PP España va a mejorar, a los que creen con inocencia que la mejor manera de acabar con las agresiones de Zapatero a la sociedad española es votando a Rajoy, gente muchas veces bienintencionada que ignora que uno y otro son hijos del mismo concepto degenerado y envilecido de la política.
Si no lo crees, te reto a que veas los vídeos de la entrevista. Descubrirás manejos y secretos de la etapa de José María Aznar que aterrorizarán a muchos militantes y simpatizantes del PP, en su mayoría gente de buena voluntad, pero crédula en exceso.
Esa tesis coloca a los partidos políticos actuales, incluso a los en enfrentados PSOE y PP, en el mismo bando, enfrente del bando donde están los auténticos ciudadanos y los amantes de la libertad y de la verdadera democracia. Es ésta una división que no gusta a los sometidos, que deja en mal lugar a las inmensas manadas de berregos que siguen las consignas y que ansian extraer beneficios del poder. Las tesis de voto en blanco, tan certeras y exactas como políticamente incorrectas, denuncian un mundo político degenerado en el que las élites han tomado el poder y donde la democracia ha sido sustituida, silenciosa y alevosamente, por una oligocracia de partidos o, como otros afirman, por una partitocracia democráticamente ilícita.
Desde Voto en Blanco defendemos esta tesis día tras día y eso nos lleva a vigilar, criticar y denunciar, por medio de la pluma y el ejercicio periodístico, los excesos y actuaciones antidemocráticas de los partidos políticos y de los políticos "profesionales", sobre todo de aquellos que ocupan el poder y gobiernan.
Coincidimos con cientos de pensadores y de expertos en derecho político y filosofía política de todo el mundo en que no existen hoy deferencias apreciables entre los partidos de derecha y los de izquierda. Unos y otros han renunciado a la ideología y han hecho de la "lucha por el poder" su única idea motriz.
Algunos, erróneamente, tienden a pensar que la única manera de castigar a un gobierno es votando a la oposición. Es falso porque votas a alguien que, seguramente, cometerá los mismos errores. La verdadera tarea de un demócrata es regenerar la democracia, lo que le obliga a tratar por igual a todo partido que sea culpable de la prostitución del sistema, del exilio de los ciudadanos, de la sustitución del servicio por el privilegio, de la entronización de la corrupción y del sometimiento como métodos de gobierno.
El siguiente enlace con el vídeo de la entrevista censurada que Jesús Quintero hizo al periodista José María García se la dedico a los ilusos que creen que votando al PP España va a mejorar, a los que creen con inocencia que la mejor manera de acabar con las agresiones de Zapatero a la sociedad española es votando a Rajoy, gente muchas veces bienintencionada que ignora que uno y otro son hijos del mismo concepto degenerado y envilecido de la política.
Si no lo crees, te reto a que veas los vídeos de la entrevista. Descubrirás manejos y secretos de la etapa de José María Aznar que aterrorizarán a muchos militantes y simpatizantes del PP, en su mayoría gente de buena voluntad, pero crédula en exceso.