Información y Opinión

Incorpórate a la “Resistencia”



El derecho a resistir frente al mal gobierno, la opresión y la injusticia es sagrado y está reconocido en las principales constituciones del planeta. En España, donde existe peligro de ruptura y empiezan a darse situaciones de extrema gravedad, abuso e injusticia que ponen en peligro el futuro común de los españoles, la Resistencia ha empezado a nutrirse de ciudadanos y crece cada día.

La "Resistencia" está creciendo en España de manera exponencial. Muchos de los que hacemos y seguimos esta página somos miembros de la “Resistencia”, la comunidad de ciudadanos libres y demócratas que hemos decidido luchar por regenerar la democracia y plantar cara a la opresión política, el abuso de poder y a la bajeza de parte de los políticos españoles y de sus partidos.

La Resistencia es el orgullo y la esperanza de la España actual, sin duda alguna la parte más noble y decente de la ciudadanía. Pertenecer a ella es un honor, un privilegio y una fuente de esperanza para esta nación atribulada por el mal gobierno, por un liderazgo corrompido y por unos partidos políticos que además de ser culpables de casi todos los grandes males y dramas, no dan la talla, ni merecen respeto alguno de la ciudadanía.

Si algún día esta España corrompida, mal gobernada y desprestigiada logra renacer y recuperar su dignidad y grandeza, nunca será por obra de los políticos, sino de los resistentes.
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La resistencia política constituye un derecho fundamental y el fenómeno central en la historia de la civilización. La resistencia frente a males como el abuso de poder, la injusticia,, la desigualdad, la corrupción y otros es la garantía de la libertad y el motor que garantiza el progreso humano. Sin resistencia, el mundo estaría poblado por esclavos y tiranos.

La resistencia está detrás de todas las conquistas de la civilización, desde la democracia al fin de la esclavitud, desde los derechos humanos a la liberación de la mujer. La resistencia es el alma de casi todas las constituciones modernas y es la garantía de que los pueblos tienen el derecho inalienable de alzarse contra la injusticia y la tiranía.

Ninguna de las grandes conquistas de la Humanidad está garantizada porque el poder tiende siempre a debilitarlas o suprimirlas, ni siquiera el derecho a la vida, que es el más sagrado. Tan sólo en el siglo XX, el Estado asesinó a más de cien millones de personas, sin contar los muertos en los campos de batalla, todos ellos aplastados porque demandaban más libertades, derechos y bienestar. En consecuencia, la resistencia es vital para conservar derechos tan básicos que parecen sagrados, como el derecho al voto en libertad, a elegir libremente a los representantes, a la seguridad, a recibir enseñanza de calidad, al trabajo digno, a informar y ser informado con veracidad, a una justicia justa, etc.

La resistencia a la opresión se ha manifestado de diversas maneras desde el surgimiento de las primeras civilizaciones y pro-formas del Estado-nación. La resistencia siempre cobra una importancia decisiva cuando los pueblos retroceden y padecen abusos de poder e injusticias. En España, la resistencia está creciendo como la espuma, impulsada por una sensación agobiante de deterioro de la política, de los valores y de la convivencia, y empujada también por la pésima calidad de la clase política y la ausencia de virtud y democracia en los partidos políticos.

Muchos están en la Resistencia sin saberlo, pero están. Otros somos conscientes de que integramos una minoría que se opone a la opresión, la corrupción, el abuso de poder y a las muchas injusticias y arbitrariedades que ensucian y degradan la política española. La resistencia es la médula de la sociedad civil y la esencia de lo que queda de democracia en España. Las filas de la Resistencia crecen cada día y son miles los que se unen a ella con la esperanza de que la pocilga cambie y quede limpia. En los últimos meses, desde que salieron a la luz las traiciones, cobardías y apaños secretos de los gobiernos del PSOE y el PP con los nacionalistas vascos y catalanes, a los que se les han permitido todo tipo de desmanes y se les han regalado privilegios que destrozan la igualdad de los españoles consagrada por la Constitución, miles de ciudadanos indignados y decepcionados se suman a la Resistencia y de ese modo alimentan la esperanza en un futuro mejor, sin los actuales partidos y sin los actuales políticos, muchos de ellos desalmados de ética, honor, servicio y grandeza.

Si eres de la resistencia saca pecho y di con orgullo ¡¡¡Soy de la Resistencia!!!. Considérate como la verdadera élite de la nación, el núcleo moral que sostiene la sociedad y como miembro de una estirpe mil veces más digna y decente que esos dirigentes políticos que dicen representar al pueblo y que deslumbran con su poder en las pantallas de la televisión, cuando muchos de ellos, por su comportamiento y por sus vicios, merecen estar entre rejas.

Francisco Rubiales


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Martes, 22 de Mayo 2018
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