La última locura del gobierno de Zapatero tiene por protagonista a Miguel Sebastián, el ministro de Industria, que ha pedido a los ciudadanos que rechacen los productos extranjeros y los sustituyan por el consumo de bienes fabricados en España. Dice que es para salvar 120.000 empleos en 2009, pero es tan torpe que ni siquiera se da cuenta del alcance de su propuesta.
Lo que Sebastián plantea es una especie de boicot a los paises proveedores tradicionales de España: Francia, Alemania, Gran Bretaña, Portugal, Estados Unidos, etc. ¿No se da cuenta de que si ellos hicieran lo mismo no tendríamos a quien vender naranjas, coches, frutas y verduras, ni vendrían turistas a nuestro país?
Son impresentables. Como son tan ineptos y no saben qué hacer ante la crisis, ahora apuestan por el aislacionismo, el proteccionismo y la autarquía, como en los tiempos del caudillo Franco. Pronto se dejarán bigotitos de jefe de centuria y nos convocarán a una manifestación en la Plaza de Oriente para exaltar la grandeza de España y condenar al "extranjero" como culpable de todos nuestros males. No culparán a la masonería porque es probable que ellos admiren a los masones, ni a los judíos porque no se atreven, pero condenarán al neoliberalismo, que es el demonio del "progre" y a los Estados Unidos, la fuente de todo mal para las huestes de Zapatero.
De un plumazo, con una frivolidad que causa escalofríos, Zapatero, Sebastián, Solbes y demás miembros del gobierno socialista de España han olvidado que el mundo ha evolucionado, que la economía ahora es global y que España forma parte de un mercado común europeo, abierto y basado en el libre comercio.
¿Estamos en manos de descerebrados? ¡Pobre España!
Lo que Sebastián plantea es una especie de boicot a los paises proveedores tradicionales de España: Francia, Alemania, Gran Bretaña, Portugal, Estados Unidos, etc. ¿No se da cuenta de que si ellos hicieran lo mismo no tendríamos a quien vender naranjas, coches, frutas y verduras, ni vendrían turistas a nuestro país?
Son impresentables. Como son tan ineptos y no saben qué hacer ante la crisis, ahora apuestan por el aislacionismo, el proteccionismo y la autarquía, como en los tiempos del caudillo Franco. Pronto se dejarán bigotitos de jefe de centuria y nos convocarán a una manifestación en la Plaza de Oriente para exaltar la grandeza de España y condenar al "extranjero" como culpable de todos nuestros males. No culparán a la masonería porque es probable que ellos admiren a los masones, ni a los judíos porque no se atreven, pero condenarán al neoliberalismo, que es el demonio del "progre" y a los Estados Unidos, la fuente de todo mal para las huestes de Zapatero.
De un plumazo, con una frivolidad que causa escalofríos, Zapatero, Sebastián, Solbes y demás miembros del gobierno socialista de España han olvidado que el mundo ha evolucionado, que la economía ahora es global y que España forma parte de un mercado común europeo, abierto y basado en el libre comercio.
¿Estamos en manos de descerebrados? ¡Pobre España!