Nos dirigimos hacia un mundo de libertades prácticamente inexistentes. La Humanidad, con la Agenda 2030 camina hacia un comunismo planetario. Resulta difícil de entender que la doctrina más fracasada, asesina y repugnante de la Historia, el comunismo, esté triunfando en todo el mundo. La única explicación de ese desastre es el profundo deterioro de los valores y el avance de los pueblo hacia la vileza, pastoreados por políticos que, gracias a los partidos políticos, son seres indecentes y de baja estofa, carentes de valores, principios y amor.
Desde su nacimiento, cuando Lenin tomó el poder en la Rusia de los zares, el comunismo fascinó a los ambiciosos y multimillonarios, que admiraban su capacidad para dominar y engañar a las masas, moviéndolas como peones atolondrados. Dese entonces, el sueño de los grandes poderes del mundo ha sido imponer el comunismo en todo el planeta.
Los políticos que obedecen a las élites y los multimillonarios serán los únicos beneficiados por la nueva política de esclavitud. Los demás estarán sometidos y alimentados por el Estado Gigante, al que tendrán que mostrar sumisión y agradecimiento. La población mundial se reducirá mediante la represión de la familia, el auge de la homosexualidad, la eutanasia, la guerra y las pandemias de factura humana. Los que tengan derecho a vivir habrán sido previamente seleccionados.
Los mamporreros del poder oculto, entre los que figura nuestro Pedro Sánchez como uno de los más fieles servidores de los vampiros oscuros que dominan la Tierra sin dar la cara, tienen claro que deben generar caos, eliminar las clases medias, reprimir la cultura, impedir que la gente piense y debata, anular las libertades y derechos, luchar contra la propiedad privada y apostar por la pobreza, consciente de que los pueblos pobres e incultos sienten miedo y tienden a buscar la protección del Estado.
La actual es una inmensa conspiración contra el ser humano y la libertad, la peor de toda la Historia, y por lo que estamos viendo, está avanzando y ganando batalla tras batalla a la gente libre y decente que hemos decidido luchar y resistir, defendiendo libertades, derechos y conquistas que han costado sangre, sudor y lágrimas a los luchadores rebeldes, a lo largo y ancho de la Historia.
Pero no todo son derrotas para la libertad en el mundo presente. Las victorias de Milei, en Argentina, y Bukele, en El Salvador, constituyen apuestas de la Humanidad por la libertad y la decencia y obstáculos para la Agenda 2030 y las élites que trabajan para la esclavitud humana y el control del poder mundial.
Francisco Rubiales
Desde su nacimiento, cuando Lenin tomó el poder en la Rusia de los zares, el comunismo fascinó a los ambiciosos y multimillonarios, que admiraban su capacidad para dominar y engañar a las masas, moviéndolas como peones atolondrados. Dese entonces, el sueño de los grandes poderes del mundo ha sido imponer el comunismo en todo el planeta.
Los políticos que obedecen a las élites y los multimillonarios serán los únicos beneficiados por la nueva política de esclavitud. Los demás estarán sometidos y alimentados por el Estado Gigante, al que tendrán que mostrar sumisión y agradecimiento. La población mundial se reducirá mediante la represión de la familia, el auge de la homosexualidad, la eutanasia, la guerra y las pandemias de factura humana. Los que tengan derecho a vivir habrán sido previamente seleccionados.
Los mamporreros del poder oculto, entre los que figura nuestro Pedro Sánchez como uno de los más fieles servidores de los vampiros oscuros que dominan la Tierra sin dar la cara, tienen claro que deben generar caos, eliminar las clases medias, reprimir la cultura, impedir que la gente piense y debata, anular las libertades y derechos, luchar contra la propiedad privada y apostar por la pobreza, consciente de que los pueblos pobres e incultos sienten miedo y tienden a buscar la protección del Estado.
La actual es una inmensa conspiración contra el ser humano y la libertad, la peor de toda la Historia, y por lo que estamos viendo, está avanzando y ganando batalla tras batalla a la gente libre y decente que hemos decidido luchar y resistir, defendiendo libertades, derechos y conquistas que han costado sangre, sudor y lágrimas a los luchadores rebeldes, a lo largo y ancho de la Historia.
Pero no todo son derrotas para la libertad en el mundo presente. Las victorias de Milei, en Argentina, y Bukele, en El Salvador, constituyen apuestas de la Humanidad por la libertad y la decencia y obstáculos para la Agenda 2030 y las élites que trabajan para la esclavitud humana y el control del poder mundial.
Francisco Rubiales