Y hagámoslo sin miedo… forman parte de nuestra historia; y con sus pros y contras, siempre que se escriba la Historia de España, aparecerán por derecho propio, junto con otros muchos bastante menos notables, que por “chiripa” ocuparon un buen sillón… en esa Historia, en la que está hasta “el maldito rey felón”… ¡Y no pasa nada!. Los pueblos tienen que asumir su historia y han de conocerla, para aprender sobre la misma de aciertos y errores.
Y no se trata de reivindicar nada que sea negativo, sino todo lo contrario, evitar lo que fuese malo, pero por la misma razón, estudiar y rescatar lo que fuese bueno; puesto que no se olvide que en ese período de casi medio siglo, es cuando España y los españoles, reciben una transformación enorme y en sentido global positivo, ya que se llega a un estado económico y social, ni imaginado entonces, puesto que los inicios son una España, en mayoría indigente y de masas que viven en una miseria inimaginable y que es en realidad lo que da lugar a aquella terrible guerra civil.
Hay que recordar que la gran reforma viaria en carreteras y ferrocarriles, así como el denominado Plan Hidrológico Nacional, lo inicia Primo de Rivera, lo continua en lo que puede la República y lo sigue Franco, al que debemos la infinidad de pantanos, embalses y regadíos que crearon gran riqueza en España… plan que se congeló, pienso que idiotamente y que hay que rescatar para ultimarlo con las modificaciones y adelantos que la tecnología que hoy existe, requiera, pero aprovechando hasta el último litro de agua potable con que cuenta España; superficial o subterránea.
Entonces fueron repobladas forestalmente enormes cantidades de tierras estériles o sierras peladas, que son muchos de los bosques que hoy tenemos, pese a los incendios. Cosa que antes habían hecho los norteamericanos en su época de depresión nacida en 1929. Con estos trabajos dieron mucho empleo a quienes no tenían otro capital que sus brazos; pero fue una buena forma de emplear el dinero público para crear riqueza para el futuro y que luego ha fructificado, multiplicándose.
Hay que revisar los hechos efectuados por aquellos gobiernos y que fueron positivos para la creación de enormidad de puestos de trabajo y riqueza, que fue bastante bien repartida, puesto que hubo cierto equilibrio entre salarios y bienes de consumo; y tan es así, que casi todo el mundo pudo tener piso o casa propia (algunos dos) vacaciones, pagas extraordinarias, medicinas gratuitas, pensiones íntegras al llegar a su edad de retiro, etc. También aquellos dictadores, supieron controlar a la banca y cajas de ahorros y el dinero del ahorro del español que sabe ahorrar, tenía unos canales de distribución y reparto que llegaba a infinitos lugares. El cooperativismo funcionó bastante bien y aún existen infinidad de prósperas cooperativas que nacieron entonces. Fueron regulados precios de los productos más vitales, para que no hubiese especulación; como por ejemplo el denominado, “Servicio Nacional del Trigo”, “Comisaría de Abastecimientos y Transportes (CAT), “Regiones Devastadas”, “Instituto de Colonización”, con la creación de muchos nuevos pueblos, mediante expropiaciones a grandes terratenientes; etc.
Y sobre todo, fueron creadas enormidad de las denominadas clases medias, antes cuasi inexistentes y que dieron lugar al enriquecimiento general, puesto que son las clases medias las que sostienen y hacen avanzar a los países prósperos, ya que conforman el puente necesario entre el que mucho tiene y apenas produce; y el que nada tiene, que precisamente por esa situación no puede producir nada; pero es al que da vida y prosperidad esa clase media, con su inventiva inagotable si se le sabe ilusionar… y aquella ilusión fue creada y de ahí, las miles y miles de empresas que nacieron, apenas de la nada y muchas llegaron a ser grandes; y ahí están aún funcionando la mayoría.
En lo social y económico, los españoles avanzamos en dos dictaduras; la de Miguel Primo de Rivera y luego la de Francisco Franco Bahamonde; ya que entre ambos crearon las infraestructuras necesarias para el gran desarrollo material que hubo; no así en lo intelectual y de libre formación y pensamiento; y esto último es la rémora que sigue lastrando a los españoles, que en proporción notable (tristemente) siguen divididos en dos bandos principales y no buscan la integración necesaria, para que todos vivamos mejor, recogiendo de nuestra historia, sólo lo positivo y venga de quienes venga; eso sencillamente, es ser civilizados. ¿Sabremos emprender el buen camino alguna vez? ¿Será enterrada “la cainita” España?
Por tanto, no hay que temer investigar en la historia; la verdadera historia, no la que nos quieran “pintar” los demagogos actuales, sean de la tendencia que sean… aunque tristemente son todos de la tendencia de… “panza y bolsillo”.
Antonio García Fuentes
Y no se trata de reivindicar nada que sea negativo, sino todo lo contrario, evitar lo que fuese malo, pero por la misma razón, estudiar y rescatar lo que fuese bueno; puesto que no se olvide que en ese período de casi medio siglo, es cuando España y los españoles, reciben una transformación enorme y en sentido global positivo, ya que se llega a un estado económico y social, ni imaginado entonces, puesto que los inicios son una España, en mayoría indigente y de masas que viven en una miseria inimaginable y que es en realidad lo que da lugar a aquella terrible guerra civil.
Hay que recordar que la gran reforma viaria en carreteras y ferrocarriles, así como el denominado Plan Hidrológico Nacional, lo inicia Primo de Rivera, lo continua en lo que puede la República y lo sigue Franco, al que debemos la infinidad de pantanos, embalses y regadíos que crearon gran riqueza en España… plan que se congeló, pienso que idiotamente y que hay que rescatar para ultimarlo con las modificaciones y adelantos que la tecnología que hoy existe, requiera, pero aprovechando hasta el último litro de agua potable con que cuenta España; superficial o subterránea.
Entonces fueron repobladas forestalmente enormes cantidades de tierras estériles o sierras peladas, que son muchos de los bosques que hoy tenemos, pese a los incendios. Cosa que antes habían hecho los norteamericanos en su época de depresión nacida en 1929. Con estos trabajos dieron mucho empleo a quienes no tenían otro capital que sus brazos; pero fue una buena forma de emplear el dinero público para crear riqueza para el futuro y que luego ha fructificado, multiplicándose.
Hay que revisar los hechos efectuados por aquellos gobiernos y que fueron positivos para la creación de enormidad de puestos de trabajo y riqueza, que fue bastante bien repartida, puesto que hubo cierto equilibrio entre salarios y bienes de consumo; y tan es así, que casi todo el mundo pudo tener piso o casa propia (algunos dos) vacaciones, pagas extraordinarias, medicinas gratuitas, pensiones íntegras al llegar a su edad de retiro, etc. También aquellos dictadores, supieron controlar a la banca y cajas de ahorros y el dinero del ahorro del español que sabe ahorrar, tenía unos canales de distribución y reparto que llegaba a infinitos lugares. El cooperativismo funcionó bastante bien y aún existen infinidad de prósperas cooperativas que nacieron entonces. Fueron regulados precios de los productos más vitales, para que no hubiese especulación; como por ejemplo el denominado, “Servicio Nacional del Trigo”, “Comisaría de Abastecimientos y Transportes (CAT), “Regiones Devastadas”, “Instituto de Colonización”, con la creación de muchos nuevos pueblos, mediante expropiaciones a grandes terratenientes; etc.
Y sobre todo, fueron creadas enormidad de las denominadas clases medias, antes cuasi inexistentes y que dieron lugar al enriquecimiento general, puesto que son las clases medias las que sostienen y hacen avanzar a los países prósperos, ya que conforman el puente necesario entre el que mucho tiene y apenas produce; y el que nada tiene, que precisamente por esa situación no puede producir nada; pero es al que da vida y prosperidad esa clase media, con su inventiva inagotable si se le sabe ilusionar… y aquella ilusión fue creada y de ahí, las miles y miles de empresas que nacieron, apenas de la nada y muchas llegaron a ser grandes; y ahí están aún funcionando la mayoría.
En lo social y económico, los españoles avanzamos en dos dictaduras; la de Miguel Primo de Rivera y luego la de Francisco Franco Bahamonde; ya que entre ambos crearon las infraestructuras necesarias para el gran desarrollo material que hubo; no así en lo intelectual y de libre formación y pensamiento; y esto último es la rémora que sigue lastrando a los españoles, que en proporción notable (tristemente) siguen divididos en dos bandos principales y no buscan la integración necesaria, para que todos vivamos mejor, recogiendo de nuestra historia, sólo lo positivo y venga de quienes venga; eso sencillamente, es ser civilizados. ¿Sabremos emprender el buen camino alguna vez? ¿Será enterrada “la cainita” España?
Por tanto, no hay que temer investigar en la historia; la verdadera historia, no la que nos quieran “pintar” los demagogos actuales, sean de la tendencia que sean… aunque tristemente son todos de la tendencia de… “panza y bolsillo”.
Antonio García Fuentes