La guerra total contra contra VOX, que es un partido que se alimenta del descontento y la frustración de los españoles para crecer sin cesar y cuya estrategia se basa en protestar ante los abusos y arbitrariedades del sistema español, planteando los temas que los demás partidos, carcomidos por la corrupción, han vetado, es, sin duda, el elemento más sucio y antidemocrático de la campaña. El cinturón sanitario con el que los restantes partidos han rodeado a VOX es la muestra mas clara y fehaciente de que la política española está irremediablemente podrida y necesitada de una regeneración profunda que le lleve de nuevo a la democracia y la decencia.
Pero no es esa la unida sucia barbaridad porque la mentira lo domina todo. Sanchez, además de utilizar descaradamente en beneficio propio las encuestas del CIS, financiado con dinero público, promete a diario lo que nunca podrá cumplir y presenta como logros y promesas electorales inamovibles decisiones del Consejo de Ministro que nunca serán ratificadas. El mismo Sánchez ignora que la política de tierra quemada de sus socios catalanes lleva al país hasta el borde de la ruptura y de la ruina económica y ha prohibido a los suyos hablar de la suciedad del independentismo catalán, con el que proyecta aliarse de nuevo, y de una economía que, acosada por su gasto excesivo y subidas de impuestos, está a punto de entrar en otra gran crisis.
Por su parte, Casado y Rivera mienten con preocupante frecuencia, como lo hacen al afirmar que "han acabado" con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el tributo más odiado del país, cuando sólo han prometido, mintiendo también, que lo van a bonificar, ocultando que su medida sólo incluye a hijos y nietos, dejando intacto el aterrador impuesto a las herencias para el resto de los parientes que heredan.
Pero si hay un ejemplo de juego sucio en esta campaña electoral de letrina es el que se despliega en las redes sociales. El mensaje sobre el voto 1-1-1 al Senado es el gran ejemplo de cómo un partido político, sin un solo gramo de ética en sus venas, utiliza la comunicación para engañar y confundir:
Millones de españoles están recibiendo el siguiente mensaje, que, enviado por amigos y compañeros, parece veraz y se ha hecho rápidamente vital:
NO REGALEMOS EL SENADO A PEDRO SÁNCHEZ: con el voto 1-1-1 es posible
En la papeleta del Senado, pon las tres X así:
X al primer candidato de Ciudadanos
X al primer candidato del PP
X al primer candidato de Vox
Si todos los votantes de Ciudadanos, PP y Vox votamos así, lograremos en la mayoría de las provincias este resultado:
Ciudadanos: 1 senador
PP: 1 senador
Vox: 1 senador
PSOE: 1 senador
En cambio si cada uno vota a los tres candidatos de su propio partido, el resultado será:
PSOE: 3 senadores
PP o Ciudadanos: 1 senador
Y Sánchez tendrá mayoría absoluta en el Senado.
¿Que prefieres?
VOTA 1-1-1
El mensaje, aparentemente redactado por los partidos de derecha, se sospecha que haya sido redactado por los activistas del PSOE y pretende engañar al electorado haciéndoles votar de forma que el socialismo salga beneficiado y obtenga la mayoría en el Senado, un espacio de la democracia necesario para aplicar el artículo 155 a los golpistas catalanes. El mensaje se está difundiendo de manera masiva por todas las redes. Hay dudas sobre a quien beneficia, lo que demuestra la desconfianza frente a la osadía corrupta y la guerra sucia de los partidos.
El odio ha penetrado con fuerza en la escena, acompañado del miedo y la falsedad. Los grandes partidos que se juegan el poder, en especial el PSOE, el PP, Ciudadanos y Podemos, han reforzado significativamente sus aparatos de propaganda y han abordado sin escrúpulos las líneas más sucias e indignas de la propaganda política moderna, desde las "fake news" hasta la mentira pura y dura, sin olvidar el rumor y la destrucción del prestigio y la fama del contrario. Las trituradoras de carne están a tope, en busca de políticos adversarios a los que convertir en pulpa, y los inventores de mentiras y falacias están cobrando mucho dinero, quizás de origen público. La campaña, con esos recursos desatados, es la más sucia de la España que sucedió al Franquismo y, sin duda, la más repugnante desde el punto de vista ético y democrático.
Decenas de empresas especializadas en utilizar la suciedad y ganar elecciones a base de mentiras y engaños han sido contratadas por partidos políticos, dispuestos a todo con tal de ganar el poder. Son como bestias que se alían a bestias expertas para engañar al ciudadano, al que en democracia están obligados a servir e informar de manera decente y veraz. España, con su clase dirigente y política corrompida hasta el tuétano, está convirtiendo las elecciones del 28 de abril en un inmensa lago de excrementos.
Algunos observadores, por primera vez desde la muerte del dictador, están expresando, incluso, temores de que el resultado de las elecciones resulte alterado y exigen que los resultados de cada una de las mesas se publiquen y que no se destruyan las papeletas de cada mesa electoral, después del recuento, como es habitual en España.
En fin, la España de los políticos exhibiéndose en toda su salsa e impudicia, revolcándose en la basura y apestando en los cinco continentes.
Francisco Rubiales
Pero no es esa la unida sucia barbaridad porque la mentira lo domina todo. Sanchez, además de utilizar descaradamente en beneficio propio las encuestas del CIS, financiado con dinero público, promete a diario lo que nunca podrá cumplir y presenta como logros y promesas electorales inamovibles decisiones del Consejo de Ministro que nunca serán ratificadas. El mismo Sánchez ignora que la política de tierra quemada de sus socios catalanes lleva al país hasta el borde de la ruptura y de la ruina económica y ha prohibido a los suyos hablar de la suciedad del independentismo catalán, con el que proyecta aliarse de nuevo, y de una economía que, acosada por su gasto excesivo y subidas de impuestos, está a punto de entrar en otra gran crisis.
Por su parte, Casado y Rivera mienten con preocupante frecuencia, como lo hacen al afirmar que "han acabado" con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el tributo más odiado del país, cuando sólo han prometido, mintiendo también, que lo van a bonificar, ocultando que su medida sólo incluye a hijos y nietos, dejando intacto el aterrador impuesto a las herencias para el resto de los parientes que heredan.
Pero si hay un ejemplo de juego sucio en esta campaña electoral de letrina es el que se despliega en las redes sociales. El mensaje sobre el voto 1-1-1 al Senado es el gran ejemplo de cómo un partido político, sin un solo gramo de ética en sus venas, utiliza la comunicación para engañar y confundir:
Millones de españoles están recibiendo el siguiente mensaje, que, enviado por amigos y compañeros, parece veraz y se ha hecho rápidamente vital:
NO REGALEMOS EL SENADO A PEDRO SÁNCHEZ: con el voto 1-1-1 es posible
En la papeleta del Senado, pon las tres X así:
X al primer candidato de Ciudadanos
X al primer candidato del PP
X al primer candidato de Vox
Si todos los votantes de Ciudadanos, PP y Vox votamos así, lograremos en la mayoría de las provincias este resultado:
Ciudadanos: 1 senador
PP: 1 senador
Vox: 1 senador
PSOE: 1 senador
En cambio si cada uno vota a los tres candidatos de su propio partido, el resultado será:
PSOE: 3 senadores
PP o Ciudadanos: 1 senador
Y Sánchez tendrá mayoría absoluta en el Senado.
¿Que prefieres?
VOTA 1-1-1
El mensaje, aparentemente redactado por los partidos de derecha, se sospecha que haya sido redactado por los activistas del PSOE y pretende engañar al electorado haciéndoles votar de forma que el socialismo salga beneficiado y obtenga la mayoría en el Senado, un espacio de la democracia necesario para aplicar el artículo 155 a los golpistas catalanes. El mensaje se está difundiendo de manera masiva por todas las redes. Hay dudas sobre a quien beneficia, lo que demuestra la desconfianza frente a la osadía corrupta y la guerra sucia de los partidos.
El odio ha penetrado con fuerza en la escena, acompañado del miedo y la falsedad. Los grandes partidos que se juegan el poder, en especial el PSOE, el PP, Ciudadanos y Podemos, han reforzado significativamente sus aparatos de propaganda y han abordado sin escrúpulos las líneas más sucias e indignas de la propaganda política moderna, desde las "fake news" hasta la mentira pura y dura, sin olvidar el rumor y la destrucción del prestigio y la fama del contrario. Las trituradoras de carne están a tope, en busca de políticos adversarios a los que convertir en pulpa, y los inventores de mentiras y falacias están cobrando mucho dinero, quizás de origen público. La campaña, con esos recursos desatados, es la más sucia de la España que sucedió al Franquismo y, sin duda, la más repugnante desde el punto de vista ético y democrático.
Decenas de empresas especializadas en utilizar la suciedad y ganar elecciones a base de mentiras y engaños han sido contratadas por partidos políticos, dispuestos a todo con tal de ganar el poder. Son como bestias que se alían a bestias expertas para engañar al ciudadano, al que en democracia están obligados a servir e informar de manera decente y veraz. España, con su clase dirigente y política corrompida hasta el tuétano, está convirtiendo las elecciones del 28 de abril en un inmensa lago de excrementos.
Algunos observadores, por primera vez desde la muerte del dictador, están expresando, incluso, temores de que el resultado de las elecciones resulte alterado y exigen que los resultados de cada una de las mesas se publiquen y que no se destruyan las papeletas de cada mesa electoral, después del recuento, como es habitual en España.
En fin, la España de los políticos exhibiéndose en toda su salsa e impudicia, revolcándose en la basura y apestando en los cinco continentes.
Francisco Rubiales