El Gobierno alemán ha declarado que hay "cero" posibilidades de pagar una indemnización a Atenas por la Segunda Guerra Mundial, después de que el nuevo primer ministro griego, Alexis Tsipras, reiterara una demanda de Grecia sobre ese tema.
La actitud de Berlín, arrogante y desconsiderada, puede contribuir a que Grecia cambie de bando, abandone el euro y se eche en brazos de Moscú y Pekín, donde le están esperando parsa debilitar a Occidente, una deserción que consagraría un nuevo periodo de "Guerra Fría".
Los griegos están desesperados porque no saben como salir del callejón sin salida en el que se han metido con un gobierno que ha hecho promesas que no puede cumplir y una Unión Europea que, liderada por Alemania, sigue exigiendo a los países pobres y arruinados del sur sacrificios y privaciones muy dolorosas.
La Historia de la reclamación griega a Alemania por los desmanes y robos de los nazis en territorio griego es compleja y, aunque Alemania no está obligada a pagar, quizás podría servir para que el corazón germano se ablande y ayude a encontrar una salida para Grecia.
Alemania no debería olvidar algunos hechos de la historia reciente europea: el primero es que ellos han sido los enfermos de Europa, tan dementes que han provocado las dos grandes guerras mundiales, con un saldo de decenas de millones de muertos y el continente arrasado; la segunda es que en la postguerra, en la conferencia de Londres, los países a los que Alemania debía grandes cantidades de dinero se lo perdonaron, ayudándole así a su recuperación económica. Y quizás debería tener en cuenta también que no conviene apretar demasiado el nudo en el cuello de los países porque la dignidad nacional puede generar odio y medidas extremas que no convienen hoy a nadie.
Tsipras, en su primer discurso importante en el Parlamento el pasado domingo, presentó sus planes para desmantelar el programa de austeridad de Grecia, descartó una extensión del rescate internacional de 240.000 millones de euros y prometió buscar reparaciones de la guerra ante Alemania.
La demanda por compensaciones fue planteada por el Gobierno griego en 2013, pero siempre ha sido rechazada por los alemanes. Ahora lo acaba de hacer de nuevo por Sigmar Gabriel, vicecanciller alemán y ministro de Economía.
"La probabilidad es cero", afirmó Gabriel al ser consultado sobre si Alemania pagaría compensaciones a Grecia. El ministro añadió que un tratado firmado hace 25 años ya puso fin a este tipo de demandas.
Alemania y Grecia comparten una compleja historia que ha complicado el debate de la deuda. Las tropas alemanas ocuparon Grecia durante la Segunda Guerra Mundial, un tema que resurgió desde que el país heleno se vio obligado a implementar duras reformas a cambio de un rescate en parte financiado por sus socios de la eurozona.
Muchos griegos han culpado a Alemania, un país con mucho peso en la zona euro, de la austeridad a la que está sometida su país. Esto provocó un nuevo intento de reclamar miles de millones de euros a Berlín por indemnizaciones de guerra.
Gabriel se refería al Tratado de Acuerdo Final con respecto a Alemania, también conocido como el "Tratado Dos más Cuatro", firmado en septiembre de 1990 por Alemania Occidental y Alemania Oriental y los cuatro aliados de la Segunda Guerra, poco antes de la reunificación alemana.
Bajo sus términos, las cuatro potencias renunciaron a todos los derechos que tenían previamente en Alemania. Para Berlín, el documento que también fue aprobado por Atenas, significó el fin de cualquier posible reclamación futura de indemnizaciones.
De este modo, Alemania niega deber más compensaciones a Grecia por la Segunda Guerra Mundial además de los 115 millones de marcos alemanes que pagó en 1960 tras uno de los 12 acuerdos de indemnización que firmó con naciones occidentales.
Sin embargo, Atenas ha dicho que siempre consideró ese dinero como un pago inicial y que el resto de sus reclamaciones serían discutidas después de la reunificación, que finalmente ocurrió en 1990.
La actitud de Berlín, arrogante y desconsiderada, puede contribuir a que Grecia cambie de bando, abandone el euro y se eche en brazos de Moscú y Pekín, donde le están esperando parsa debilitar a Occidente, una deserción que consagraría un nuevo periodo de "Guerra Fría".
Los griegos están desesperados porque no saben como salir del callejón sin salida en el que se han metido con un gobierno que ha hecho promesas que no puede cumplir y una Unión Europea que, liderada por Alemania, sigue exigiendo a los países pobres y arruinados del sur sacrificios y privaciones muy dolorosas.
La Historia de la reclamación griega a Alemania por los desmanes y robos de los nazis en territorio griego es compleja y, aunque Alemania no está obligada a pagar, quizás podría servir para que el corazón germano se ablande y ayude a encontrar una salida para Grecia.
Alemania no debería olvidar algunos hechos de la historia reciente europea: el primero es que ellos han sido los enfermos de Europa, tan dementes que han provocado las dos grandes guerras mundiales, con un saldo de decenas de millones de muertos y el continente arrasado; la segunda es que en la postguerra, en la conferencia de Londres, los países a los que Alemania debía grandes cantidades de dinero se lo perdonaron, ayudándole así a su recuperación económica. Y quizás debería tener en cuenta también que no conviene apretar demasiado el nudo en el cuello de los países porque la dignidad nacional puede generar odio y medidas extremas que no convienen hoy a nadie.
Tsipras, en su primer discurso importante en el Parlamento el pasado domingo, presentó sus planes para desmantelar el programa de austeridad de Grecia, descartó una extensión del rescate internacional de 240.000 millones de euros y prometió buscar reparaciones de la guerra ante Alemania.
La demanda por compensaciones fue planteada por el Gobierno griego en 2013, pero siempre ha sido rechazada por los alemanes. Ahora lo acaba de hacer de nuevo por Sigmar Gabriel, vicecanciller alemán y ministro de Economía.
"La probabilidad es cero", afirmó Gabriel al ser consultado sobre si Alemania pagaría compensaciones a Grecia. El ministro añadió que un tratado firmado hace 25 años ya puso fin a este tipo de demandas.
Alemania y Grecia comparten una compleja historia que ha complicado el debate de la deuda. Las tropas alemanas ocuparon Grecia durante la Segunda Guerra Mundial, un tema que resurgió desde que el país heleno se vio obligado a implementar duras reformas a cambio de un rescate en parte financiado por sus socios de la eurozona.
Muchos griegos han culpado a Alemania, un país con mucho peso en la zona euro, de la austeridad a la que está sometida su país. Esto provocó un nuevo intento de reclamar miles de millones de euros a Berlín por indemnizaciones de guerra.
Gabriel se refería al Tratado de Acuerdo Final con respecto a Alemania, también conocido como el "Tratado Dos más Cuatro", firmado en septiembre de 1990 por Alemania Occidental y Alemania Oriental y los cuatro aliados de la Segunda Guerra, poco antes de la reunificación alemana.
Bajo sus términos, las cuatro potencias renunciaron a todos los derechos que tenían previamente en Alemania. Para Berlín, el documento que también fue aprobado por Atenas, significó el fin de cualquier posible reclamación futura de indemnizaciones.
De este modo, Alemania niega deber más compensaciones a Grecia por la Segunda Guerra Mundial además de los 115 millones de marcos alemanes que pagó en 1960 tras uno de los 12 acuerdos de indemnización que firmó con naciones occidentales.
Sin embargo, Atenas ha dicho que siempre consideró ese dinero como un pago inicial y que el resto de sus reclamaciones serían discutidas después de la reunificación, que finalmente ocurrió en 1990.