Información y Opinión

Gran Bretaña es diferente







¿Recordais aquel eslogan turístico de éxito que decía "España es diferente"? Pues ahora resulta que la que es diferente es Gran Bretaña. Lo ha demostrado en sus insólitas reacciones frente al atentado terrorista del 7 de Julio en Londres: cuentagotas informativo, cohesión nacional en torno al gobierno, frialdad y aplomo en la población, ausencia de protestas, disciplina general, un callado pero fuerte espíritu que sueña con "devolver el golpe" y una contundencia en la actuación de la policía que ya ha causado un muerto inocente y que preocupa por el poco respeto a las garantías y derechos individuales.

Casi todo ha sido diferente en Gran Bretaña, pero no sólo diferente a lo que ocurrió en España tras el 11 M, sino diferente también a las reacciones de Nueva York tras el 11 S.

El control de la información ha sido duro, tan duro como el que puede producirse en un régimen totalitario, justificado en el criterio de que no debe entregarse a los terroristas ni un gramo de publicidad, ni debe exhibirse una sólo escena de tragedia y sangre. Y lo curioso es que los medios han acatado esa política con sorprendente disciplina, y también la audiencia.

La reacción de la población también ha sorprendido por lo insólito: casi ninguna lágrima, represión del dolor, sustituído por serenidad y aplomo en unos ciudadanos que parece que actuan ante las cámaras y que están decididos a mostrar una fachada de firmeza, sin debilidades y sin escenas.

Pero la mayor diferencia está, seguramente, en la cohesión política, inexplicable casi en un mundo donde la oposición y el gobierno practican habitualmente el deporte de despedazarse. Hasta el líder de la oposición ha felicitado a Blair. Sorprendente y británico en toda regla.

El líder del Partido Conservador del Reino Unido, Michael Howard, ha felicitado a Tony Blair por su gestión tras el ataque a Londres: "Los ciudadanos y el Gobierno han actuado de una forma que nos hace sentir orgullosos", dijo.

También el comportamiento de las fuerzas de seguridad es insólito en una democracia, no sólo porque un ciudadano inocente brasileño haya sido acribillida en el suelo, sin ni siquiera ser previamente identificado, sino porque siguen defendiendo ese comportamiento como lógico en estas circunstancias.

El comportamiento inglés, con sus "pros" y "contras", merece un sesudo análisis político, sociológico y antropológico.

Franky  
Jueves, 28 de Julio 2005
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