Estas dos últimas legislaturas, a consecuencia de la inepcia, el sectarismo y la falta de principios de la mayoría gobernante, se ha producido un auténtico Golpe de Estado Institucional, facilitado por el control de la función jurisdiccional por el Gobierno apoyado en la dominación parlamentaria de la coalición mayoritaria, y a veces incluso con la ayuda de la oposición, como es el caso de la reforma de la LOREG.
Se comenzó con el otorgamiento de grupo parlamentario a los aliados del PSOE aunque no reunieran los requisitos legales para ello, se continuó con las leyes de paridad, con el Pacto del Tinell, con el Estatuto de Cataluña, con la negociación oculta con ETA, y se finaliza con las tres últimas normas de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, de la irresponsabilidad de las organizaciones políticas y del ataque descarado al pluralismo político ajeno a la casta gobernante mediante la reforma de la LOREG.
Esta última decisión ha sido apoyada incluso por el PP, que no se da cuenta de la gravedad de esta decisión, que puede afectar a la validez de las próximas elecciones si alguno o varios de los grupos excluidos plantean un recurso de amparo contra la reforma de dicha ley.
El blindaje de la casta gobernante es total, y aunque de momento somos una minoría los que percibimos el golpe, el sistema va perdiendo legitimidad a chorros, y no podrá continuar funcionando normalmente durante mucho tiempo.
Si a ello se añade que, en el caso de ganar el PP, se puede encontrar con un frente nacionalsocialista contrario a su Gobierno, si no cede en las pretensiones soberanistas políticoeconómicas de los carconacionalismos, el futuro de la democracia en España es negrísimo, pues el sistema hace aguas por todas partes, debido a la crisis económica, política e institucional.
Luis Bouza-Brey
Profesor de Ciencias Politicas
Se comenzó con el otorgamiento de grupo parlamentario a los aliados del PSOE aunque no reunieran los requisitos legales para ello, se continuó con las leyes de paridad, con el Pacto del Tinell, con el Estatuto de Cataluña, con la negociación oculta con ETA, y se finaliza con las tres últimas normas de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, de la irresponsabilidad de las organizaciones políticas y del ataque descarado al pluralismo político ajeno a la casta gobernante mediante la reforma de la LOREG.
Esta última decisión ha sido apoyada incluso por el PP, que no se da cuenta de la gravedad de esta decisión, que puede afectar a la validez de las próximas elecciones si alguno o varios de los grupos excluidos plantean un recurso de amparo contra la reforma de dicha ley.
El blindaje de la casta gobernante es total, y aunque de momento somos una minoría los que percibimos el golpe, el sistema va perdiendo legitimidad a chorros, y no podrá continuar funcionando normalmente durante mucho tiempo.
Si a ello se añade que, en el caso de ganar el PP, se puede encontrar con un frente nacionalsocialista contrario a su Gobierno, si no cede en las pretensiones soberanistas políticoeconómicas de los carconacionalismos, el futuro de la democracia en España es negrísimo, pues el sistema hace aguas por todas partes, debido a la crisis económica, política e institucional.
Luis Bouza-Brey
Profesor de Ciencias Politicas