Luis Yañez, un político socialista que no se baja del coche oficial ni de la nómina pública generosa desde hace más de un cuarto de siglo, acaba de decir una payasada sublime al afirmar que los que participaron en la manifestación del pasado sábado, en Madrid, convocada por el PP, aunque no exhibieran símbolos franquistas "eran franquistas, hasta por su aspecto físico".
No sabemos qué aspecto físico tienen los franquistas, pero si existiera un canon racial o estético del franquismo, Don Luis, rubio, de ojos claros, portador de trajes caros y con bigotito de jefe de centuria, cumple todos los requisitos estéticos para ser un franquista o un ario puro de aquellos que aplaudían a Adolf en su imparable ascenso, en la Alemania de los años 30. Sin embargo, las apariencias deben engañar porque él es un "histórico" del socialismo español, que hoy cobra como Parlamentario Europeo.
Don Luis, por su experiencia en el sector público, en lugar de alimentar la caldera, debería decir otras cosas más sustanciosas y contribuir, como político histórico y como europarlamentario, a suavizar los enfrentamientos y las demencias que están devaluando cada día más la democracia española y alejando a los ciudadanos de sus representantes.
No sabemos qué aspecto físico tienen los franquistas, pero si existiera un canon racial o estético del franquismo, Don Luis, rubio, de ojos claros, portador de trajes caros y con bigotito de jefe de centuria, cumple todos los requisitos estéticos para ser un franquista o un ario puro de aquellos que aplaudían a Adolf en su imparable ascenso, en la Alemania de los años 30. Sin embargo, las apariencias deben engañar porque él es un "histórico" del socialismo español, que hoy cobra como Parlamentario Europeo.
Don Luis, por su experiencia en el sector público, en lugar de alimentar la caldera, debería decir otras cosas más sustanciosas y contribuir, como político histórico y como europarlamentario, a suavizar los enfrentamientos y las demencias que están devaluando cada día más la democracia española y alejando a los ciudadanos de sus representantes.